Musulmanes en Espa?a
Hemos de retomar la cotidianeidad m¨¢s unidos y con el objetivo de un futuro pr¨®spero y en paz
Todos somos conciudadanos y convecinos y participamos de sue?os y anhelos comunes: vamos al trabajo y volvemos a casa, acompa?amos a nuestros hijos al colegio y a su regreso, nos preocupamos sobre su futuro. La mayor¨ªa de la sociedad espa?ola, musulmanes incluidos, somos solidarios y nos ayudamos para un mayor beneficio de todos, alegr¨¢ndonos de los progresos de nuestros convecinos, pertenezcan al grupo humano que sea, como hermanos y compa?eros en este viaje que realizamos a lo largo de nuestras vidas, compartiendo inquietudes y actividades.
Esta hermandad y ayuda mutua debe estar bien enraizada en nuestro interior para que sean rechazados planteamientos relativos a que todos los males, errores y delitos son ¡°del otro¡±, que nosotros somos de lo mejor y los otros de lo peor, cuando en realidad la naturaleza humana es la misma en cada comunidad y lugar. Existe, lamentablemente, un porcentaje, ¨ªnfimo eso s¨ª, de descarriados, nocivos y delincuentes.
Este min¨²sculo porcentaje inferior al 1% de cualquier comunidad, evidentemente, no define a la pr¨¢ctica totalidad de la sociedad local, nacional o internacional. Las acciones criminales de una fracci¨®n min¨²scula perteneciente a un grupo humano no deben llevarnos al prejuicio de generalizar y estigmatizar a todo el grupo, sino a reflexionar sobre medidas preventivas para que los descarriados sean menos a¨²n y cooperar para lograr una tierra segura y en progreso.
De los aproximadamente 46,5 millones de habitantes de nuestro pa¨ªs, estimamos que hay 1,9 millones de habitantes de fe musulmana, de los cuales un 42% somos ciudadanos espa?oles que realizamos nuestras actividades laborales, dom¨¦sticas, l¨²dicas, etc¨¦tera, como cualquier otro convecino, plenamente integrados en la sociedad. En todo momento, a la hora de hablar, y sobre todo de escribir, debemos evitar el lenguaje del ¡°nosotros y vosotros¡± como algo contrapuesto. Debemos, por el contrario, trabajar juntos para resolver los retos que se nos presentan, aunque afecten a un grupo social m¨¢s que a otro.
Debemos distinguir entre personas de bien, que son la inmensa mayor¨ªa de la sociedad, de aquellos individuos antisociales violentos y asesinos que captan a nuestros hijos para conseguir sus objetivos criminales
Debemos distinguir entre personas de bien y de buena voluntad, que son la inmensa mayor¨ªa, de aquellos individuos antisociales, violentos y asesinos, depredadores que captan a nuestros hijos para conseguir sus objetivos criminales. Son captadores nocivos en cuya detecci¨®n debemos cooperar todos para lograr una m¨¢s efectiva prevenci¨®n y represi¨®n del terrorismo.
Todav¨ªa est¨¢ pendiente de desarrollar la ense?anza religiosa para el alumnado musulm¨¢n en la mayor¨ªa del Estado, a sabiendas de que es una herramienta primordial preventiva contra la delincuencia juvenil, las drogas, las sectas nocivas y las bandas armadas. No estamos pidiendo algo que no tengan ya nuestros hermanos cat¨®licos, que tienen una vacuna contra estos y otros males que asedian a los j¨®venes.
Es vital la cooperaci¨®n de funcionarios y dirigentes relacionados con la educaci¨®n para contratar profesores de religi¨®n, algo notablemente trascendente en Catalu?a. Hace falta tambi¨¦n cooperaci¨®n de funcionarios y fuerzas policiales para la detecci¨®n de personas nocivas y evitar su infiltraci¨®n en las comunidades religiosas, all¨ª donde pueden tener acceso a nuestros j¨®venes y echarles a perder su vida y su alma.
Los medios de comunicaci¨®n tienen un papel muy importante para evitar la creaci¨®n de fracturas sociales y tambi¨¦n para no generar alarma social y reacciones de desprecio hacia todo un colectivo por las acciones de un ¨ªnfimo n¨²mero de descarriados.
Todos juntos, conciudadanos de toda convicci¨®n religiosa y humanista, ahora dolidos por la agresi¨®n sufrida, debemos apoyar a las v¨ªctimas y a sus familiares, conseguir mayor cooperaci¨®n de las autoridades educativas y policiales. As¨ª nos protegeremos todos, estando alerta ante los s¨ªntomas nocivos y de reclutamiento de los j¨®venes. Los convecinos hemos de retomar la cotidianeidad m¨¢s unidos, enfocando nuestro trabajo com¨²n hacia un futuro mejor para todos, con el convencimiento de que nuestros valores, comunes y compartidos, nos har¨¢n conseguir una sociedad cohesionada que responda al un¨ªsono ante los intentos de asesinarnos y desestabilizarnos, permaneciendo firmes contra el terror y contra el odio.
Continuemos el d¨ªa a d¨ªa fortaleciendo nuestra sociedad y nuestros valores. Todos hermanados, ciudadanos de distintas convicciones, dedicando nuestros esfuerzos a lograr un futuro com¨²n en paz y pr¨®spero para todos.
Riay Tatary Bakry es presidente de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a.
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