Donald Trump contra las bicicletas

A pesar de su discreta localizaci¨®n, Gregory Matlesky se percat¨® de su falta, realiz¨® una foto y la subi¨® a Twitter: ¡°He estado un poco fuera de onda, pero ?se ha deshecho Trump de la estaci¨®n secreta de bicicleta compartida de la Casa Blanca?¡±, se preguntaba este ciclista urbano.

La relaci¨®n de Trump con las dos ruedas no es tan fluida como la de su antecesor. A finales de los ochenta, en su faceta de empresario, el actual presidente de Estados Unidos era m¨¢s bikefriendly: esponsoriz¨® una carrera ciclista que decidi¨® llamar Tour de Trump. Trump plante¨® la contienda como ¡°un rival al Tour de Francia¡± y la dot¨® econ¨®micamente con un premio de 250.000 d¨®lares. La competici¨®n celebr¨® su primera edici¨®n en 1989 y mantuvo su nombre un a?o m¨¢s.

A partir de 1991, se convirti¨® en el Tour DuPont -que dur¨® hasta 1996 y cuyas dos ¨²ltimas ediciones gan¨® Lance Armstrong-. A?os despu¨¦s, ya como candidato de los republicanos, Trump se mof¨® del secretario de estado John Kerry por haberse roto la pierna montando en bici. Como presidente, una de sus primeras medidas fue recortar fondos de diversos programas relacionados con el uso recreativo y urbano de la bicicleta; entre ellos, el TIGER. ¡°La administraci¨®n de Trump ha publicado los presupuestos para 2018 y no son buenos para las bicis ni el ciclismo¡±, describi¨® la fundaci¨®n People For Bikes, que defiende las pol¨ªticas probici.

¡°Creo que la retirada de esta estaci¨®n podr¨ªa ser un reflejo de las prioridades del presidente Trump con respecto al transporte¡±, a?adi¨® el ciclista Matlesky en sus redes. Matlesky, que llevaba tiempo fuera de Washington DC, pensaba que la base hab¨ªa sido retirada al poco de que el presidente tomara posesi¨®n. Gracias a las redes descubri¨® que hab¨ªa desaparecido el mismo d¨ªa que ¨¦l realiz¨® la foto: ¡°Algunos lo est¨¢n comparando con la retirada que hizo Reagan de las placas solares instaladas en la Casa Blanca por Carter. Creo que la comparaci¨®n es apropiada¡±.?

En 1979, el presidente dem¨®crata Jimmy Carter instal¨® una serie de paneles solares en el tejado de la Casa Blanca (32 placas) para proveer de agua caliente las duchas y la cocina. No eran los paneles m¨¢s avanzados tecnol¨®gicamente hablando, debido a la ¨¦poca de instalaci¨®n, ni los m¨¢s eficientes (energ¨¦tica y econ¨®micamente). Adem¨¢s, desentonaban con el estilo de la residencia presidencial. Era un gesto. Tres a?os despu¨¦s de la instalaci¨®n de los paneles, el republicano Ronald Reagan se hizo con la presidencia estadounidense y, en 1986, aprovechando una reparaci¨®n del tejado, decidi¨® retirarlos. ¡°Colocarlos de nuevo hubiese salido m¨¢s caro¡±, explicaron la decisi¨®n desde la Casa Blanca. Reagan realiz¨® duros recortes en el gasto p¨²blico que en el ¨¢mbito de las pol¨ªticas medioambientales fueron dram¨¢ticos.?

No mucha gente en Estados Unidos recuerda las cifras de esos recortes ni los programas ambientales que se dejaron de financiar en esa etapa. En cambio, muchos estadounidenses son capaces de contar la historieta de la retirada de los paneles solares. La gente recuerda los gestos. Trump ha recortado los fondos para promover el uso de la bici. Mucha gente no podr¨¢ glosar la magnitud del recorte. Muchos recordar¨¢n que Trump retir¨® la base secreta del sistema de bicicletas de la Casa Blanca.