?Pueden los robots matar en vez de los humanos?
No parece f¨¢cil convencer a las grandes potencias militares de que renuncien al uso de la inteligencia artificial en la guerra
Durante un tiempo, la I Guerra Mundial se conoci¨® como la guerra que acabar¨ªa con todas las guerras. Necesariamente, reflexionaron muchos intelectuales, la humanidad tendr¨ªa que aprender de sus errores y no se podr¨ªa repetir algo tan salvaje. Los hechos tardaron apenas dos d¨¦cadas en desmentirles. En cuesti¨®n de guerras, la humanidad siempre ha innovado en el sentido equivocado: con la intenci¨®n de matar m¨¢s y mejor. Ahora un grupo de cient¨ªficos, entre los que se encuentra el fundador de Tesla, Elon Musk, se acaba de sumar a un amplio movimiento que pretende que todos los pa¨ªses del mundo renuncien al arma definitiva antes de que se haya inventado: los robots asesinos.
Los llamados Sistemas de Armas Aut¨®nomos Letales (LAWS, en sus siglas en ingl¨¦s), o killer robots, son m¨¢quinas dotadas de inteligencia artificial que tomar¨ªan, sin ayuda humana, la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil, compleja e irreversible de cualquier militar: matar. La pol¨¦mica no est¨¢ en la utilizaci¨®n de robots para la guerra, como drones que puedan volar solos, sino en dotar a m¨¢quinas de la capacidad para acabar con un enemigo sin que ning¨²n humano intervenga. Como ocurre con los coches aut¨®nomos, la decisi¨®n es ¨¦tica y legal porque la tecnolog¨ªa existe.
?Pioneros como Noel Sharkey llevan una d¨¦cada luchando por la firma de un tratado internacional que prohiba estas armas antes de que est¨¦n operativas. Human Rights Watch y Harvard Law School¡¯s International Human Rights Clinic publicaron hace unos meses un informe que relataba lo que implicar¨ªa la existencia de esas m¨¢quinas. Su conclusi¨®n era clara: ¡°Recomendamos prohibir el desarrollo, la producci¨®n y el uso de armas totalmente aut¨®nomas a trav¨¦s de un instrumento legal internacional¡±.
¡°Desde una perspectiva moral, muchas personas encuentran terrible la idea de delegar en m¨¢quinas el poder de tomar decisiones sobre la vida o muerte en los conflictos armados. Adem¨¢s, aunque las armas completamente aut¨®nomas no se dejen llevar por el miedo o la ira, carecer¨ªan de compasi¨®n, una salvaguarda clave para evitar la matanza de civiles¡±, se?ala este documento. Sin embargo, Joanna Bourke escribi¨® un libro impresionante sobre lo que sienten los soldados al matar, An Intimate History of Killing, y resultaba aterrador lo f¨¢cil que era acabar con una vida para la mayor¨ªa de los que hab¨ªa entrevistado. Si algo ha demostrado la historia de la guerra es que siempre ha sido demasiado f¨¢cil.
Pero dotar a una m¨¢quina de la decisi¨®n de matar es cruzar un Rubic¨®n muy complejo, significa un camino sin retorno, dar un poder gigantesco a la inteligencia artificial. Otras veces en la historia se han prohibido armas ¡ªlas minas, las qu¨ªmicas¡ª, sobre todo cuando ha quedado claro que son tan nocivas para nuestros propios soldados como para el enemigo. Pero siempre ha ocurrido despu¨¦s de su amplio uso en el campo de batalla. Es importante luchar por ello, abrir el debate social, pero ser¨ªa la primera vez que los Ej¨¦rcitos m¨¢s poderosos del mundo renuncian al arma definitiva sin ni siquiera haberla probado.
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