Los Rivera Ord¨®?ez, una hermandad poco com¨²n
La retirada de Paquirri convoca en Ronda a la familia
El diestro Francisco Rivera Ord¨®?ez, Paquirri en los carteles, se retira de los ruedos este s¨¢bado, 2 de septiembre, en la corrida goyesca de Ronda. All¨ª, en la antigua y se?orial plaza de piedra malague?a, rodeado de amigos y curiosos, pondr¨¢ punto y final a una irregular carrera de 22 a?os como matador de toros. En el ruedo, tambi¨¦n vestido de luces, estar¨¢ su hermano Cayetano, que vive un momento dulce como torero y en su vida personal. El mayor (Madrid, 1974) cierra una etapa fundamental en su vida, y el menor (Madrid, 1977) abre otra no menos importante, pues se acaba de anunciar que ¨¦l y su esposa, la modelo y presentadora Eva Gonz¨¢lez, ser¨¢n padres pr¨®ximamente. Se espera que en los tendidos les acompa?e el hermano Kiko, hijo de Isabel Pantoja y Francisco Rivera Paquirri, un DJ desali?ado, que ser¨¢ padre por tercera vez a pesar de su juventud (Sevilla, 1984) y que parece que ha comenzado a sentar la cabeza tras una etapa excesiva de m¨²sica y mujeres.
El ¨²nico que estar¨¢ lejos de Ronda ser¨¢ Juli¨¢n Contreras (Sevilla, 1986), hijo de Carmina Ord¨®?ez y Juli¨¢n Contreras, que no ha encontrado a¨²n la necesaria conexi¨®n fraternal con su familia materna, y busca con ¨¦xito incierto su propio futuro.
Cuatro hermanos, Francisco, Cayetano, Kiko y Juli¨¢n de tres ramas distintas y un solo tronco verdadero, el de la fama y la popularidad; fuentes todos ellos de noticias, carne de revistas y pantallas de televisi¨®n, motivos de conversaciones de tertulia y caf¨¦, y de chanza, tambi¨¦n, para endulzar los malos ratos de la vida.
Porque sea como fuere, se retire de los ruedos el mayor, ande ocupado el m¨¢s peque?o con los amores veraniegos de su padre con una rubia desconocida en bikini, y Cayetano y Kiko acaricien el vientre de sus parejas y se ocupen del nuevo v¨¢stago que ha anunciado su llegada, los Rivera son una factor¨ªa de comunicaci¨®n en permanente y constante ebullici¨®n.
Empresario
Francisco, Cayetano, Kiko y Juli¨¢n, cuatro hombres nacidos para la gloria del papel cuch¨¦, due?os y se?ores del cotilleo nacional, toreros, publicistas, empresarios, DJ, guaperas ¡ªno todos¡ª, ligones, expuestos a la envidia y a la sorna, pero protagonistas, en fin, de la vida social de este pa¨ªs.
Paquirri se retirar¨¢ de los ruedos pero no de la vida de c¨¢maras y focos, en la que se mueve como pez en el agua. Se dice que deja los toros para atender a su esposa, sus dos hijas ¡ªla primera, Cayetana, que cumplir¨¢ en octubre su mayor¨ªa de edad, fruto de su matrimonio con Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, y la peque?a Carmen, dos a?os, de su actual uni¨®n con Lourdes Montes¡ª, y sus empresas relacionadas con la chatarra, el vino, la restauraci¨®n gourmet, la explotaci¨®n de la finca El Recreo y la gesti¨®n de la plaza de toros de Ronda. Se dice y ser¨¢ verdad que tratar¨¢ de encontrar en la familia y los negocios la felicidad que no ha conseguido en su vuelta a los toros. Se retir¨® en 2012, en Zaragoza, cuando su exitosa y meritoria carrera hab¨ªa dejado paso a un torero cansado y anodino, m¨¢s preocupado por su imagen social que por sus compromisos taurinos. Volvi¨® en 2015 para celebrar sus veinte a?os de alternativa, y el destino le ten¨ªa preparada una dram¨¢tica sorpresa en Huesca en forma de una grav¨ªsima cornada. Renunci¨® a retirarse en pijama de hospital y, en un honroso gesto torero, visti¨® de nuevo el traje de luces, y con m¨¢s fortuna que m¨¦ritos se ha despedido de todas las ferias hasta esta etapa final de la Goyesca de Ronda.
Cayetano vive d¨ªas de gloria profesional y felicidad familiar. Ha dejado atr¨¢s su aire taciturno y melanc¨®lico, y se muestra ahora como un torero pasional y arrebatado que le ha granjeado el respeto de la afici¨®n. Y, encima, padre.
Mientras Francisco y Cayetano pisan la arena ronde?a, Kiko no perder¨¢ el sello de p¨ªcaro moderno, y Juli¨¢n seguir¨¢ buscando su sitio en el mundo.
Pero los cuatro, por la gracia de los elegidos, se mantendr¨¢n en el candelero, como ramas frondosas de un mismo tronco: la fama.
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