Mayor¨ªa es moderaci¨®n
En realidad, la sociedad catalana dividida no est¨¢, pero los audaces desean que elijan
Cuando la regla de mayor¨ªa funciona en su estado m¨¢s puro las decisiones se sit¨²an en una posici¨®n tal que la mitad querr¨ªa m¨¢s y la mitad, menos. M¨¢s o menos gasto p¨²blico e impuestos, m¨¢s o menos libertad de migraci¨®n o m¨¢s o menos autogobierno. Cualquier otra propuesta resulta minoritaria si se compara con ella. El sentido com¨²n nos dice que en sociedades modernas la elecci¨®n es casi siempre moderada. En Catalu?a, por ejemplo, es algo que podr¨ªa llamarse federalismo.
Esta ¡ªy no los contrapesos constitucionales¡ª me parece a m¨ª la raz¨®n por la que, desde siempre, a los radicales de todo tipo la democracia les suscita aburrimiento y adjetivos condescendientes (tutelada, secuestrada, burguesa, espa?ola) cuando no desprecio. Salvo la verdadera democracia, que pintamos con un rabo de nube.
Una forma de oponerse a la mayor¨ªa, investido de radicalidad democr¨¢tica, es jugar con nuestras intuiciones. ?C¨®mo va a ser, digamos, el federalismo la preferencia mayoritaria, si los federalistas son tan pocos, como es el caso, frente a los autonomistas y los independentistas? Para algunos el mandato democr¨¢tico es ganar en una votaci¨®n audaz, no esa componenda del t¨¦rmino medio, urdida por sepamos qui¨¦n. Aunque solo ese arreglo sea imbatible en una elecci¨®n abierta y sosegada, para los audaces siempre es tarde.
Recu¨¦rdese que la sociedad catalana est¨¢ dividida m¨¢s o menos a partes iguales entre quienes sienten que su identidad espa?ola es al menos tan importante como la catalana y quienes sienten que no lo es tanto, o que no es nada. En realidad, dividida no est¨¢, pero los audaces desean que elijan.
Es cierto que la democracia protege al statu quo mientras no se encuentre una soluci¨®n mejor. Igual que una econom¨ªa de mercado necesita reglas que no se inclinen a su fuerza, la competici¨®n pol¨ªtica necesita normas constitucionales, Estatuto incluido. Se puede entender la insatisfacci¨®n de tantos catalanes porque el cambio sea tan dif¨ªcil, y lamentar el oportunismo de muchos centralistas, pero es dif¨ªcil entender qu¨¦ hacen los representantes de algo menos de la mitad proponi¨¦ndose aprobar su propia protoconstituci¨®n. @AlbertoPenades
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