Camareros
Su prestigio se ve salpicado por la impericia de unos intrusos que carecen de los m¨¢s indispensables conocimientos para ejercer este trabajo
Tengo amigos camareros y admiro mucho una profesi¨®n cuyo ejercicio es una sabidur¨ªa como demuestran muchos profesionales en el mundo, siempre al servicio del cliente. Pepe B¨¢rcena, irrepetible barman del Caf¨¦ Gij¨®n de Madrid, lo escribi¨® en uno de sus varios libros, el de aforismos y pensamientos al que uno tuvo el honor de ponerle pr¨®logo: ¡°El camarero lleva su sombra en bandeja¡±.
As¨ª que no ser¨¦ yo el que denueste una profesi¨®n a la que tengo por respetable y dign¨ªsima como han hecho algunas personas al conocer las listas de empleo de este verano en Espa?a, en las que destaca un dato: el 14% de los trabajadores espa?oles lo hacen en la hosteler¨ªa, que ha llevado a m¨¢s de uno a calificar el pa¨ªs como un gigantesco bar y a los espa?oles todos como los camareros de Europa. De la misma manera que no descalificar¨ªa a los alemanes por trabajar en su mayor¨ªa (800.000 personas) en la industria automovil¨ªstica o a los lapones en el pastoreo de renos no lo har¨ªa con mis compatriotas por ejercer en gran n¨²mero un oficio tan necesario como los anteriores dadas las circunstancias de nuestro pa¨ªs. Si los trabajadores europeos demandan de Espa?a ocio y diversi¨®n, ?qu¨¦ hay de malo en que se los ofrezcamos y que muchos espa?oles, cuantos m¨¢s mejor, vivan de ello?
Otra cosa es la profesionalidad de nuestros empleados de la hosteler¨ªa, no hablo ya de sus condiciones laborales y econ¨®micas, acordes con la estacionalidad del sector y con el amateurismo con el que se desarrolla a veces, que nada tienen que ver a menudo con lo que se requerir¨ªa y merecen no s¨®lo sus clientes nacionales y extranjeros sino los propios camareros, cocineros y hosteleros de verdad, cuyo prestigio se ve salpicado por la impericia de unos intrusos que carecen de los m¨¢s indispensables conocimientos para ejercer un trabajo por el que adem¨¢s suelen recibir sueldos de miseria. El da igual tan espa?ol y la improvisaci¨®n y la falta de escr¨²pulos con los que muchos empresarios se aprovechan del imparable flujo de turistas que nuestras circunstancias climatol¨®gicas y geogr¨¢ficas unidas al inestable panorama pol¨ªtico internacional nos favorecen a?o tras a?o alimentan las listas de empleo para satisfacci¨®n del Gobierno, al que lo ¨²nico que le importa son las cifras, pero destrozan nuestro prestigio y la imagen de nuestros profesionales como en la ¨¦poca del boom de la construcci¨®n sucedi¨® con los de ¨¦sta.
Camareros s¨ª, pero profesionalizados. De esos que llevan su sombra en bandeja con elegancia y saber hacer como Pepe B¨¢rcena o como los muchos que uno ha conocido en su larga vida como cliente de bares y de caf¨¦s, esos templos de la filosof¨ªa espa?ola.
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