El reto de integrar el s¨ªndrome de Asperger en el aula

A ra¨ªz de la pol¨¦mica que han protagonizado recientemente un grupo de madres de alumnos de cuarto curso de un colegio de Merlo, en Buenos Aires, celebrando (v¨ªa WhatsApp) la decisi¨®n del centro de cambiar de clase a un ni?o con s¨ªndrome de Asperger, es l¨®gico que, entre otras cosas, nos planteemos la efectividad de la inclusi¨®n escolar.

De esta noticia, llama la atenci¨®n que la reacci¨®n de estas madres es justamente lo opuesto a lo que pretende la inclusi¨®n escolar: desarrollar actitudes y valores que fomenten la convivencia en la diversidad. Porque las diferencias existen, todos somos distintos y eso, es una realidad. As¨ª, la escuela inclusiva es solo un paso hacia un objetivo mucho mayor, que se extiende a diferentes ¨¢mbitos y que abarca diferentes aspectos fundamentales para la convivencia humana.

Por este motivo, para tratar el tema de la inclusi¨®n escolar, no solo hablamos de una estructura f¨ªsica, de recursos humanos o materiales, o de un sistema educativo¡­se trata de un proceso en el que destacan algunos factores fundamentales:

Por un lado, est¨¢ la informaci¨®n.

En este caso, es importante saber que el s¨ªndrome de Asperger es un Trastorno Generalizado del desarrollo (TGD) o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Los ni?os con S¨ªndrome de Asperger tienen problemas en la interacci¨®n social, en la comunicaci¨®n y carecen de flexibilidad de pensamiento, pueden tener una imaginaci¨®n pobre, intereses muy intensos o limitados y mucho apego a las rutinas.

Sin embargo, existe una gran variedad tanto en la gravedad de estas dificultades como en la forma en que estas se presentan. Paralelamente, estos ni?os tambi¨¦n suelen tener capacidades impresionantes: una memoria mec¨¢nica excepcionalmente buena; intereses muy definidos pero limitados; un l¨¦xico extenso; conocimiento o habilidades profundas en las ¨¢reas cient¨ªfica o tecnol¨®gica¡­

Conocer el S¨ªndrome es relativamente importante porque es aconsejable que las personas implicadas en la educaci¨®n del ni?o tengan unos conocimientos m¨ªnimos, pero sobre todo acceso a los recursos y programas espec¨ªficos que les puedan facilitar informaci¨®n y orientaci¨®n.

Aunque debemos recordar que cada ni?o con s¨ªndrome de Asperger es ¨²nico y tiene su propia personalidad que tiene que ver con su historia, experiencia, car¨¢cter¡­

Como ocurre con el resto de las personas. De manera que probablemente utilizaremos diferentes estrategias con diferentes ni?os, aunque tengan el mismo s¨ªndrome. Aqu¨ª no sirve generalizar.

La identificaci¨®n de las necesidades de los alumnos, as¨ª como el conocimiento de sus fortalezas, es fundamental para la elaboraci¨®n de unos planes de trabajo y educaci¨®n correspondientes y adecuados.

Es necesario que el entorno y el programa escolar se adapten a la persona, no al contrario.

As¨ª, es aconsejable una intervenci¨®n individual o en peque?o grupo, que puede ser reforzada por un profesor de apoyo que incida en las principales ¨¢reas de dificultad.

La flexibilidad (del entorno escolar o del profesor) es otro aspecto importante a tener en cuenta. Por ejemplo, el ni?o puede necesitar cierto tiempo para adecuarse al entorno y a las rutinas escolares, o quiz¨¢s deba disponer de un plazo mayor para terminar un trabajo.

Un ni?o con Asperger puede ser un desaf¨ªo para los profesores, por lo que su actitud va a ser clave: la flexibilidad, la curiosidad por comprender su punto de vista, la empat¨ªa, la paciencia, el buen humor y el respeto, son cualidades necesarias para desarrollar una relaci¨®n de confianza que sin duda van a contribuir positivamente en su desarrollo.

Adem¨¢s, esto se ver¨¢ reflejado en el resto de compa?eros: si la actitud del profesor es cr¨ªtica y excluyente, el resto de ni?os adquirir¨¢n e imitar¨¢n esa misma actitud negativa.

Contar con el apoyo del grupo de compa?eros es fundamental para que el ni?o tenga la motivaci¨®n intelectual y social necesarias para aprender a relacionarse con sus semejantes y as¨ª, contribuir al desarrollo de sus habilidades sociales.

Quiz¨¢s el profesor deba supervisar y guiar las interacciones del ni?o, con el objetivo de evitar que se desarrollen actitudes negativas entre sus compa?eros. Los temores o las posibles burlas, as¨ª como el contacto con un ni?o con Asperger en crisis, pueden ser un interesante objeto de debate y de explicaciones en grupo. Es importante acompa?arles a ellos tambi¨¦n con informaci¨®n, orientaci¨®n y reflexi¨®n.

Finalmente, cabe destacar que los padres del ni?o con necesidades especiales pueden ser de gran apoyo para el profesor: aunque los padres no sean expertos en s¨ªndrome de Asperger, s¨ª que son expertos en sus hijos. Son los que mejor conocen la historia de su desarrollo, su personalidad y car¨¢cter, el ¨¦xito o fracaso de estrategias previas, etc.

As¨ª, queda claro que la inclusi¨®n escolar no tiene solo que ver con el sistema educativo, necesita de la implicaci¨®n y la colaboraci¨®n de familias, profesores, servicios espec¨ªficos, de los compa?eros de clase.

Inclusi¨®n significa respeto, empat¨ªa, flexibilidad, informaci¨®n, diversidad y apoyo.

*?ngels Ponce, trabajadora social y terapeuta familiar