Nosotros inventamos, los militares lo aprovechan (y viceversa)

El cambio est¨¢ claro. No hay m¨¢s que fijarse en el gasto p¨²blico: en 1994, los gobiernos invert¨ªan un 3,2% del PIB mundial en presupuestos de Defensa, seg¨²n el registro del Banco Mundial. Desde entonces la cuesta abajo ha sido pr¨¢cticamente permanente hasta el 2,2 actual. En Espa?a el descenso en el mismo periodo va del 2,2 al 1,2%. La tendencia es similar en pa¨ªses como Estados Unidos (del 5,4 al 3,3), Francia (pasa del 3,4 al 2,3) o de manera menos pronunciada en China (del 2,5 al 1,9). Los mismos registros apuntan a un aumento del gasto p¨²blico en Investigaci¨®n y Desarrollo: mientras el militar descend¨ªa, la innovaci¨®n civil iba abri¨¦ndose paso hasta colocarse en un porcentaje casi parejo (2,1 mundial), especialmente en el caso de Espa?a, que en los 90 no superaba apenas el 0,7% del PIB y ahora est¨¢ por encima del 1,8.

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Esto sin incluir a las empresas privadas, las principales promotoras del avance tecnol¨®gico actual en pr¨¢cticamente cualquier ¨¢mbito. Solo Microsoft invierte unos 10.000 millones de euros al a?o en investigaci¨®n y desarrollo, m¨¢s que todo el presupuesto de Defensa en Espa?a para 2017. Para estar al tanto de todas las innovaciones y evaluar su posible uso en el terreno militar, la SDGPLATIN cuenta con Sistema de Observaci¨®n y Prospectiva Tecnol¨®gica (SOPT), una unidad en la que el capit¨¢n Calder¨®n ejerce como jefe. El SOPT lo forman 14 observatorios tecnol¨®gicos, cada una especializada en un marco de actuaci¨®n: armas y protecci¨®n, electr¨®nica, naval, terrestre, rob¨®tica, ¨®ptica¡­ EL PA?S ha hablado con sus miembros, pero sus nombres no ser¨¢n incluidos a petici¨®n de la subdirecci¨®n general, que esgrime razones de seguridad.

Simular a la masa

Una escuadra de infanter¨ªa se encuentra ante una muchedumbre en plena escalada de tensi¨®n en una zona de conflicto. El cabo debe decidir c¨®mo actuar, pero un error de planteamiento puede desencadenar la violencia. Menos mal que todo ocurre gracias a unas gafas de realidad virtual y, pase lo que pase, no habr¨¢ que lamentar ninguna tragedia. ¡°La realidad virtual y aumentada est¨¢ bastante desarrollada en el caso del adiestramiento militar. Se han desarrollado proyectos experimentales para simular comportamientos de muchedumbre o de los defensores. Pueden modelizarse distintas situaciones cr¨ªticas y observar los resultados ante medidas disuasorias: infiltrar a una persona que mine la moral del grupo para que se vayan a casa, soltar perros, hacer que un helic¨®ptero sobrevuele la zona¡­¡±, ilustran los responsables del SOPT en Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y Comunicaciones (TICs).

Los simuladores (con realidad virtual y aumentada, o no) son un ejemplo claro del estado actual del trasvase tecnol¨®gico: ¡°Nacieron en el sector de Defensa y durante un tiempo se desarrollaron aqu¨ª. Pero el peso que han adquirido en el ocio y el tama?o de esta industria [la de los videojuegos] ha hecho que tenga una evoluci¨®n mucho mayor por esa parte¡±, cuenta uno de los especialistas de TICs del SOPT. Bohemia Interactive, una compa?¨ªa checa creadora de los t¨ªtulos de la saga ARMA, tiene una filial encargada de adaptar los simuladores para el uso militar. Ah¨ª es donde las fronteras se diluyen: ¡°La capacidad de las empresas es tal que marcan el mercado. Otra cosa es la aplicaci¨®n que se haga de la tecnolog¨ªa¡±.

La colaboraci¨®n entre organismos militares y empresas o instituciones acad¨¦micas para la investigaci¨®n o la adaptaci¨®n de innovaciones es constante. En Estados Unidos no se entienden entidades como la NASA o DARPA (Agencia de Proyectos de Investigaci¨®n Avanzada de la Defensa) sin la participaci¨®n de universidades o grandes compa?¨ªas. NASA trabaja con SpaceX, la empresa aeron¨¢utica de Elon Musk. Y pr¨¢cticamente cualquier proyecto de DARPA cuenta con socios privados, como por ejemplo sus ¨²ltimas investigaciones en sistemas de defensa antidron, donde dos de los principales actores son la sueca Saab y la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro SRC, surgida de la Universidad de Siracusa (Nueva York). ¡°En Espa?a tambi¨¦n hay m¨¦todos de colaboraci¨®n p¨²blico-privada. Tenemos un programa de desarrollo I+D, el programa Coincidente [de Cooperaci¨®n en Investigaci¨®n Cient¨ªfica y Desarrollo en Tecnolog¨ªas Estrat¨¦gicas], que favorece y potencia la transferencia tecnol¨®gica entre lo civil y lo militar y en que se trabaja con Pymes y grandes empresas¡±, informa el capit¨¢n Calder¨®n.

Precisamente en el marco de este programa se desarrolla el proyecto PIRVAM, que trata de formar a los soldados en coordinaci¨®n de multitudes en situaciones de emergencia a trav¨¦s de realidad virtual (el simulador de comportamiento de muchedumbres), y en el que el Ministerio de Defensa colabora con un equipo investigador de la Universidad de Barcelona. La utilidad de la realidad virtual y aumentada no se queda ah¨ª: ¡°Por ejemplo en telemedicina se puede utilizar para adiestrar o guiar a alguien que est¨¢ en una zona de operaciones y no domina un procedimiento. Tambi¨¦n para evaluar el comportamiento de los soldados, por ejemplo en paracaidistas: ver en qu¨¦ momentos sienten m¨¢s estr¨¦s [midiendo el sudor, la tensi¨®n, la frecuencia card¨ªaca] y si sus reacciones les permitir¨ªan actuar en zonas como L¨ªbano o Afganist¨¢n¡±.

El radar que ve a trav¨¦s de las paredes

Coincidente tiene proyectos de aprovechamiento de tecnolog¨ªa civil para las Fuerzas Armadas en pr¨¢cticamente cualquier sector de la innovaci¨®n. Un ejemplo son los radares: ¡°El radar naci¨® en el ¨¢mbito militar, tras una gran investigaci¨®n con el MIT [Instituto Tecnol¨®gico de Massachussetts] en la que se puso m¨¢s dinero que en la propia bomba at¨®mica¡±, recuerda la especialista en esta tecnolog¨ªa del SOPT, ¡°ahora en el sector civil su aplicaci¨®n es total, est¨¢ en todas partes: navegaci¨®n a¨¦rea o marina, control del tr¨¢fico en fronteras, control de velocidad, sistemas de teledetecci¨®n¡­ Pero tambi¨¦n se sigue invirtiendo mucho desde Defensa porque tiene grandes posibilidades¡±.

Los proyectos Coincidente con radares dan una noci¨®n de qu¨¦ se busca con el trasvase tecnol¨®gico. El ¨²ltimo trata de demostrar la eficacia de un radar persistente (que tiene mayor alcance que uno convencional) en la detecci¨®n de drones. ¡°Tambi¨¦n se usa el barrido electr¨®nico para la protecci¨®n de infraestructuras cr¨ªticas como pueden ser centrales de energ¨ªa o bases de tropas. Es una tecnolog¨ªa que, por ejemplo, puede penetrar paredes¡±. Combatir drones y proteger edificios de posibles ataques son tareas que pertenecen a un nicho en el que la inversi¨®n militar sigue siendo dominante. La adaptaci¨®n de una determinada innovaci¨®n suele conllevar transformarla en m¨¢s segura (que no pueda ser robada ni pirateada), mejor preparada para seguir funcionando en situaciones extremas y pensada para aportar soluciones en escenarios que dif¨ªcilmente va a vivir un ciudadano de a pie.

Los sistemas antidron no se necesitan en el ¨¢mbito civil porque (de momento) no representan una amenaza para, por ejemplo, la vida cotidiana de una ciudad. Tampoco los drones recreativos tienen que estar igual de preparados que los militares, aunque casi lo est¨¢n: ¡°En el caso de los drones la tecnolog¨ªa ha avanzado tan deprisa y se pone tan r¨¢pido en el mercado que estar a la altura es pr¨¢cticamente imposible¡±, explica el experto en este sector del SOPT. La empresa china DJI controla m¨¢s de dos terceras partes de la cuota de mercado civil de estos veh¨ªculos: ¡°Te hacen un RPA (Aeronave Pilotada Remotamente) por 1.000 euros con una equipaci¨®n bestial. Pero claro, en Defensa adem¨¢s se necesita que sea seguro¡±. Un invento militar que ahora crece y evoluciona en la empresa privada gracias a su uso civil, y que para seguir en el sector donde naci¨® se tiene que fabricar m¨¢s robusto, m¨¢s resistente a climas extremos y a prueba de hackers. Y por tanto, m¨¢s caro.

Imprimir el motor de un cohete

Los costes tambi¨¦n son importantes. La impresi¨®n 3D es una tecnolog¨ªa que los miembros del SOPT consideran esencial en varias parcelas. ¡°Si se rompe una pieza de alg¨²n veh¨ªculo, la fabricaci¨®n aditiva nos puede ahorrar llevar repuestos a una zona alejada y de conflicto o pedirlos a la casa, con los consiguientes periodos de entrega¡±, sostiene uno de los integrantes del grupo. ¡°Imprimir las piezas sobre el terreno resulta econ¨®mico porque no se necesitar¨¢ fabricar muchas. No se generan grandes vol¨²menes de producci¨®n¡±, apunta otro, que se?ala el impacto que podr¨ªa tener en operaciones navales. De momento su utilizaci¨®n se ha planteado en maniobras y ejercicios internacionales (no en situaciones de acci¨®n real) y con repuestos y piezas que no son primarias y esenciales en el funcionamiento del dispositivo o veh¨ªculo que las recibe: ¡°Una manecilla, un retrovisor, pero nada de engranaje¡±.

En Estados Unidos van m¨¢s all¨¢ con la fabricaci¨®n aditiva. El pasado julio DARPA ¡ªque maneja un presupuesto de 2.190 millones de euros en 2017, m¨¢s del triple que, por ejemplo, el de todo el CSIC¡ª adjudicaba un contrato de medio mill¨®n de euros a la empresa Rocket Crafters (literalmente ¡°fabricantes de cohetes¡±) para imprimir el motor de un cohete.

¡°Paralelamente a la adaptaci¨®n de la impresi¨®n 3D se trabaja mucho en la legislaci¨®n, ya que estos m¨¦todos actualmente suponen un problema con el suministrador o el fabricante original de los dispositivos¡±, advierte uno de los observadores del SOPT que sigue esta cuesti¨®n. Esos dise?os tienen derechos de propiedad. Se pretende dibujar un nuevo marco que permita la impresi¨®n en ciertas situaciones, o para determinados tipos de pieza o dispositivo, o hasta una cierta cantidad.

Una escayola en el frente de combate

Tanto DARPA como el Ministerio de Defensa espa?ol investigan adem¨¢s en los usos de la impresi¨®n 3D para tratar heridos, algo que tambi¨¦n se desarrolla en el entorno civil. El objetivo es poder crear pr¨®tesis o f¨¦rulas en muy poco tiempo, sobre el terreno y hechas a medida de cualquier soldado. ¡°Se trabaja con el Hospital Central de la Defensa [el G¨®mez Ulla] en este sentido y tambi¨¦n hay proyectos de impresi¨®n de material quir¨²rgico, que evitar¨ªa tener que ir cargando esos objetos hasta la zona de acci¨®n¡±, valora otro responsable del SOPT.

En el marco del programa Coincidente se han cofinanciado tambi¨¦n proyectos como la adaptaci¨®n de tecnolog¨ªas civiles para la absorci¨®n de gases o de sustancias t¨®xicas: ¡°Sobre todo en el ¨¢mbito textil. Hay varios trabajos con tejidos inteligentes que atrapen y destruyan agentes qu¨ªmicos nocivos. Tambi¨¦n se estudia la eficacia del CO2 supercr¨ªtico para descontaminar material contaminado con armas biol¨®gicas¡±.

Sin piloto por tierra y mar

El desarrollo de coches aut¨®nomos es actualmente una de las grandes esperanzas tecnol¨®gicas para el futuro, un objetivo para el que fabricantes de autom¨®viles y gigantes de Silicon Valley como Google trabajan desde hace a?os. Su traslaci¨®n al entorno militar es tremendamente compleja: no es lo mismo que un veh¨ªculo aprenda a desplazarse por calles y autopistas que por una zona irregular y llena de amenazas. Pero por ejemplo en el marco del programa Coincidente (proyecto Remote-DRIVE) se trabaja en conseguir que un veh¨ªculo de blindaje ligero (3.000 kilos) pueda ser guiado desde fuera de sus asientos, como un coche teledirigido. ¡°Est¨¢ bastante avanzado. La idea es que se pueda manejar m¨¢s all¨¢ de la distancia visual, lo cual puede ser clave por ejemplo en zonas contaminadas, con minas o en estado catastr¨®fico. El objetivo es lograr un sistema aplicable a cualquier veh¨ªculo, que se pueda activar y desactivar. Y que en una situaci¨®n que pueda suponer un peligro para los conductores, les permita bajar y continuar la misi¨®n por teleoperaci¨®n¡±, explica uno de los miembros del SOPT.

En el ¨¢mbito naval tambi¨¦n se han desarrollado iniciativas para lograr veh¨ªculos aut¨®nomos de superficie y submarinos que puedan realizar labores de exploraci¨®n. El proyecto NVSNTENE pretende dotar a peque?os submarinos de capacidad para desplazarse en entornos marinos no estructurados (naturales) para que puedan cartografiar zonas costeras, vigilar el cumplimiento de normativa medioambiental, encontrar minas u otros objetivos, buscar barcos hundidos o vigilar las rutas de acceso a puertos.

Coronel IA

El desarrollo de la inteligencia artificial, campo cient¨ªfico surgido entre la investigaci¨®n civil y la militar, ha supuesto que en la actualidad haya m¨¢quinas que simulen los sentidos y sean capaz de procesar lo que les dice una persona y resolverlo con una respuesta, hablada o escrita, como lo har¨ªa un humano. ¡°Combinado con otras disciplinas como la ciencia de datos o el Internet de las cosas [sensores, sat¨¦lites, GPS¡­], por ejemplo se puede crear un sistema que determine si un convoy que se aproxima es aliado o enemigo por el ruido que realiza el veh¨ªculo, por la marca que deja en la tierra o por su peso estimado¡±, comenta un experto del SOPT. La capacidad para procesar informaci¨®n y predecir resultados hace de la IA un valioso consejero en la toma de decisiones que la hace estar presente en los sistemas de mando y control: ¡°La inteligencia artificial en Defensa puede establecer modelos predictivos, como patrones de ataque del enemigo, que permitan que adelantemos sus movimientos, aumenten la consciencia situacional y se est¨¦ prevenido. Gracias a ella se establecen sistemas de alarma ponderados basados en los movimientos del adversario. Al llegar a cierto umbral, se puede determinar una acci¨®n a realizar¡±, cuenta.

DARPA tiene un programa que trata de aplicar la inteligencia artificial en veh¨ªculos, combinada con realidad aumentada. Su GXV-T es una concepto de boogie con realidad aumentada en el cristal frontal que permite entre otras cosas saber qu¨¦ ruta debe seguir el conductor o identificar otros autom¨®viles o tropas y determinar si son enemigas o aliadas, y a partir de ah¨ª ofrece alternativas de acciones para llevar a cabo. Hace un a?o fue adjudicada a ocho empresas la primera fase de su desarrollo.

La red: el quinto dominio de combate

El programa Coincidente desarrolla adem¨¢s una iniciativa que trata de aplicar esos modelos predictivos a un nuevo campo de acci¨®n: Internet. ¡°La ciberdefensa es un caso de tecnolog¨ªa que no se sabe muy bien d¨®nde empieza y d¨®nde acaba porque nos afecta a todos¡±, manifiesta el experto del ramo del grupo de observaci¨®n. La red, explican estos analistas, es ya el quinto frente de batalla tras el terrestre, el mar¨ªtimo, el a¨¦reo y el espacial. ¡°Cualquier cosa que se hace para uso militar necesita estar totalmente protegido y encriptado para evitar ser atacado¡±, confirman. Los sistemas de codificado, surgidos hace siglos en el ¨¢mbito castrense, son ahora habituales en aplicaciones tan utilizadas como Whatsapp o Telegram. La ciberseguridad es la confirmaci¨®n de que las fronteras son cada vez m¨¢s d¨¦biles: instituciones, gobiernos y empresas se mueven entre la luz y la sombra en un terreno pr¨¢cticamente paramilitar.