Desastres sobrenaturales
Para los fervientes creyentes en el cambio clim¨¢tico, los humanos somos responsables de los desastres naturales.
¡°Y el Se?or vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra¡Y sucedi¨® que a los siete d¨ªas vinieron sobre la tierra las lluvias del diluvio¡±. (G¨¦nesis)
Los desastres naturales del verano ¡ªlos huracanes que han azotado el Caribe o la sequ¨ªa que ha lamido la meseta ib¨¦rica¡ª han vuelto a desatar narraciones con aspiraciones b¨ªblicas. Para los negacionistas del cambio clim¨¢tico, los humanos no podemos controlar los cielos. Los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos son inescrutables. Obedecen a una concatenaci¨®n tan accidental de factores naturales que su comprensi¨®n exigir¨ªa poderes sobrenaturales. Un hurac¨¢n puede ser el resultado del batir de alas de una mariposa. O de un ¨¢ngel. Qui¨¦n sabe.
Para los fervientes creyentes en el cambio clim¨¢tico, los humanos somos responsables de los desastres naturales. Como en el Antiguo Testamento, hay una conexi¨®n directa entre la maldad humana ¡ªen este caso, nuestra adicci¨®n a los combustibles f¨®siles¡ª y la ira de los cielos.
Ambos grupos deben ser m¨¢s esc¨¦pticos. Si sacan la cabeza de su confortable agujero, los negacionistas se dar¨¢n cuenta de que, aunque la probabilidad de que el cambio clim¨¢tico se deba a la acci¨®n humana fuera peque?a, los costes del mismo son tan elevados que vale la pena poner en marcha iniciativas para frenar el calentamiento global.
Y los creyentes en el cambio clim¨¢tico deben girar el ¨¦nfasis de sus demandas pol¨ªticas. Reducir la emisi¨®n de gases contaminantes requerir¨¢ d¨¦cadas de tit¨¢nicos esfuerzos globales. Sin embargo, minimizar los da?os de los desastres meteorol¨®gicos depende de sencillas acciones locales, como construir diques de contenci¨®n o evitar la urbanizaci¨®n en zonas inundables.
Eso s¨ª, estas medidas preventivas son impopulares. Un alcalde, que espera gobernar durante cuatro a?os, no quiere invertir recursos para proteger a su poblaci¨®n de desastres que ocurren cada 40 a?os. La racionalidad del pol¨ªtico local se convierte en irracionalidad pol¨ªtica nacional. Es en ese problema donde debemos focalizar la presi¨®n ciudadana.
No dirijamos nuestras plegarias a evitar diluvios, sino a construir arcas de No¨¦. @Victorlapuente
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