Lo que Zainab calla
Un laboratorio barcelon¨¦s inventa la m¨¢quina de tiempo hacia la infancia
Como la memoria es fr¨¢gil, me hubiera gustado guardar m¨¢s informaci¨®n sobre mi infancia. Pero no me refiero a tener m¨¢s fotos, videos o todos los dibujos que hice con los plastidecor. Ahora querr¨ªa saber cu¨¢ntas veces le dije a mi padre que le quer¨ªa, cu¨¢ntas horas invert¨ª en limpiar la casa para que mi madre no lo hiciera, cu¨¢ntas p¨¢ginas de cuentos me leyeron, a cu¨¢ntas mu?ecas descabec¨¦, cu¨¢ntas veces dije me aburro, cu¨¢ntos... bueno, creo que ya lo hab¨¦is entendido.
Cuando decimos que no escuchamos a los ni?os y a las ni?as es verdad y es mentira. Las madres y los padres diremos que no hacemos otra cosa que pasar el d¨ªa hablando con ellos. Pero esa informaci¨®n que los ni?os y las ni?as depositan en nosotros no traspasa el ¨¢mbito privado en el que les criamos y adem¨¢s se diluye en nuestra desmemoria senil. Por otro lado, los cerebros de esos ni?os y ni?as, esos otros discos duros que podr¨ªan almacenar la memoria autobiogr¨¢fica, no est¨¢n fabricados para registrar datos a largo plazo durante los primeros siete a?os de vida.
Por eso, cuando digo que es verdad en parte que no escuchamos a la infancia, lo hago desde la comunidad, que igual que habla con una voz colectiva, escucha con una oreja colectiva. Y guarda, salva, graba, una historia colectiva: nuestro relato como sociedad, en el cual los ni?os y las ni?as son personajes secundarios con poca l¨ªnea en el guion.
"A menudo, los ni?os y las ni?as no son escuchados porque hay una falta de 'data' que les d¨¦ voz". Eso dice el laboratorio de comunicaci¨®n social y art¨ªstica, basada en datos, Domestica Data Streamers. Por encargo de Unicef pensaron sobre ello y fabricaron una m¨¢quina del tiempo. Porque, si lamentaras no haber registrado toda aquella informaci¨®n sobre tu infancia, ?no volver¨ªas atr¨¢s para recolectarla y utilizarla hoy en d¨ªa? Yo lo har¨ªa.
La M¨¢quina del Tiempo de los barceloneses Domestic Data Streamers se instal¨® en el vest¨ªbulo del edificio de la ONU durante la Asamblea General de septiembre de 2016. El propio Ban Ki-Moon se meti¨® en ella y viaj¨® a su infancia. Contra todo pron¨®stico, la tecnolog¨ªa que necesit¨¢bamos para viajar en el tiempo no era tan sofisticada como imagin¨¢bamos en el pasado. La cabina de Domestic Data Streamers no ten¨ªa detr¨¢s un DeLorean ni un reactor nuclear. Lo que ten¨ªa era un programa inform¨¢tico que recog¨ªa datos como el ritmo cardiaco, el tiempo de reacci¨®n a una pregunta, la opci¨®n de respuesta a otra, etc.
Vale. ?Pero c¨®mo vuelvo yo a 1982, cuando mi padre quer¨ªa ver los partidos de f¨²tbol mientras yo insist¨ªa en jugar a las conferencias (s¨ª, yo jugaba a eso) ante un p¨²blico irremediablemente imaginario?
Domestic Data Streamers dio con una gasolina m¨¢s poderosa que el plutonio que hac¨ªa viajar al DeLorean: la m¨²sica. Los latidos del coraz¨®n se convierten en la base r¨ªtmica de la canci¨®n. Cada capa instrumental es la visualizaci¨®n de un registro de informaci¨®n de esa base de datos sobre nuestros recuerdos de infancia. Cada canci¨®n es diferente porque cada infancia lo es. ?Y qu¨¦ hace la M¨¢quina del Tiempo cuando no guardo en mi memoria informaci¨®n para responder a alguna de esas preguntas? Pues inserta silencio en la canci¨®n.
El silencio es la mejor met¨¢fora para la falta de informaci¨®n. Y aquellos mandatarios que pasaron por esta extraordinaria cabina se dieron cuenta de que, como suger¨ªa Unicef, no escuchamos, colectivamente, a la infancia. Y, por supuesto, no se trata de escuchar por escuchar. Luego algo hay que hacer con esos datos. Algo responsable. Algo diferente.
Pau y Paul de Domestic Data Streamers hablaron de esta instalaci¨®n, Making visible the invisible, durante Visualizar, el taller de visualizaci¨®n de datos sobre migraciones que organiza Medialab-Prado en Madrid. Uno de los proyectos que se est¨¢n trabajando en este taller de periodismo de datos ha decidido fijarse tambi¨¦n en la infancia, prestando atenci¨®n a los menores refugiados de la guerra de Siria. ?Por qu¨¦? Para tratar a los n¨²meros como personas y no a las personas como cantidades. Porque escuchar a los datos no es o¨ªr el n¨²mero de miles de menores con vidas migradas sino entender la historia de Zainab, la ni?a protagonista de este proyecto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.