Dolores Promesas, una idea que vale nueve millones de euros
DOLORES PROMESAS empez¨® su casa por el tejado. No en vano dos de las fundadoras de esta firma de moda eran ya propietarias de una exitosa agencia de comunicaci¨®n ¡ªThe Gallery Room¡ª y su tercer socio hab¨ªa recorrido mucha calle con otras marcas cuando este proyecto empez¨® a cobrar forma y silueta. La experiencia de Alicia Hern¨¢ndez, Miryam Pintado ¡ªsus directoras creativas¡ª y Javier Lape?a posicionando empresas en el mercado les hizo ver que hab¨ªa espacio para una marca que hundiera sus cimientos en el storytelling (algo que contar m¨¢s all¨¢ del producto en s¨ª).
La imaginaci¨®n forj¨® el emblema de la firma: una morena racial de pelo corto y caracol sobre la frente, lunar bajo el ojo derecho, labios rojos y flor en el pelo, Dolores, hija de madre francesa y padre malague?o afincado en un pueblo de C¨¢diz que regentaba una peque?a mercer¨ªa familiar.
¡°Inventar la historia que hay detr¨¢s del icono de Dolores Promesas fue muy divertido¡±, recuerdan Hern¨¢ndez y Pintado. ¡°Durante un a?o todo consisti¨® en imaginar: los nombres, el relato, sus compa?eros de vida, las mascotas. La empresa vino despu¨¦s¡±. La estrategia sali¨® tan bien que la historia de Dolores despert¨® el inter¨¦s por una marca que los potenciales clientes creyeron basada en un personaje real.
Dolores, sus amigos Pepa y Mat¨ªas, sus mascotas Tula y Trini y las frases positivas que supuestamente sal¨ªan de la boca de una mujer que, como la mayor¨ªa, hab¨ªa sufrido y apostado por ser feliz, se estamparon en camisetas y conectaron con el p¨²blico. ¡°Culpable de quererte¡±, ¡°Hoy voy a ser la mujer m¨¢s feliz del mundo¡± o ¡°El mundo a mis pies¡± eran mensajes que no pod¨ªan fallar.
Cuando naci¨® en 2006 factur¨® poco m¨¢s de 200. 000 euros, pero siguiendo su m¨¢xima de confeccionar en Espa?a y crear prendas para mujeres reales.
¡°Empezamos con camisetas porque era fundamental dar a conocer la filosof¨ªa de la marca. Fue un boom¡±, explica Alicia Hern¨¢ndez. ¡°Hab¨ªamos hecho el trabajo previo. Nuestros comerciales salieron a vender con un book repleto de fotos con los impactos de la casa, con muchas famosas llevando nuestras creaciones. Era hacer con nuestra firma lo que tantas veces hab¨ªamos recomendado a nuestros clientes¡±.
¡°Crear ilusi¨®n para inspirar sentimientos¡±. Esta frase encierra el ADN que forja los mimbres de Dolores Promesas. Cuando naci¨® en 2006 factur¨® poco m¨¢s de 200.000 euros, pero siguiendo su m¨¢xima de confeccionar en Espa?a y crear prendas para mujeres reales, cerr¨® 2016 con nueve millones de euros de ventas y tres colecciones: Hell, Earth y Heaven. Las dos primeras, m¨¢s informales, y la tercera, para ocasiones especiales y que ha encontrado en las celebrities un efectivo altavoz.
Miryam Pintado y Alicia Hern¨¢ndez coinciden en se?alar que los estampados exclusivos y el mimo en el corte son claves en esta carrera de fondo que emprendieron en 2005. ¡°Se trata de ofrecer ese toque exclusivo que se complementa con patrones muy pensados, que persiguen sentar bien tanto a una mujer de la talla 36 como a otra que usa la 44¡±, explican.
Lunares, cuadros vich¨ª, puntillas, lazos, estampados geom¨¦tricos¡ son elementos que rescataron para dar ese toque naif, intemporal, rom¨¢ntico y cien por cien espa?ol que ofrecen sus colecciones y que invocan a la historia sobre la que gira la marca. ¡°B¨¢sicamente queremos que la mujer que se ponga una prenda de Dolores Promesas se vea guapa independientemente de las tendencias. Y que cuando entre a comprar en una de nuestras tiendas encuentre detalles de hogar que la hagan sentir como en su casa¡±, explica Alicia Hern¨¢ndez.
Consolidarse en Espa?a sigue siendo su principal objetivo. Pero Dolores, la morena del rizo en la frente, empieza a querer ver mundo. Por eso ya ha abierto tienda en el centro de Par¨ªs y los productos se diversifican: acaban de lanzar una l¨ªnea de perfumer¨ªa y cosm¨¦tica. Pero nadie sabe seguro qu¨¦ ser¨¢ lo siguiente, porque, como afirma Javier Lape?a, ¡°esta mujer / personaje / marca tiene mucho car¨¢cter e igual puede inspirar un hotel que cualquier otra cosa que transmita emoci¨®n¡±.
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