Los relojes que cautivaron en la gran pantalla: ?qui¨¦n lo tiene m¨¢s grande?

La alianza entre los agentes secretos y los relojes que visten en sus mu?ecas supera la de un mero besito conyugal. Es amor en toda regla. Incluso, en ocasiones se salvan la vida (mutuamente). Algo as¨ª sucede en la pel¨ªcula Kingsman: El C¨ªrculo de Oro, segunda entrega de la saga de esp¨ªas en la que un par de modelos de la firma TAG Heuer act¨²an con la misma, seria y arriesgada, soflama brit¨¢nica de Colin Firth.

Pero ¨¦l no es el ¨²nico que est¨¢ orgulloso de su reloj. De hecho, muchas firmas han explotado ese flirteo hasta la extenuaci¨®n. ?A qui¨¦n se le recuerda m¨¢s, a Steve McQueen o al Monaco que llevaba en ¡®Le Mans¡¯? O los distintos ejemplares de Omega que han ali?ado los trajes (uhmmm, no siempre iban vestidos¡­) de los diferentes actores que han interpretado a James Bond ¨Cqui¨¦n no recuerda ese Omega Seamaster Planet Ocean de Daniel Craig en Casino Royale¨C. El Rolex de Christian Bale en American Psycho. O el Hamilton Ventura (s¨ª, con esas l¨ªneas triangulares-redondeadas tan cautivadoras) que portaba Elvis Presley en Blue Hawai. O el Pilot de Iwc que aguantaba de todo en la mu?eca de Jason Bourne (cuarta entrega). La lista de relojes protagonistas es infinita, as¨ª que una perla para terminarla: el Grande Reverso Ultra Thin Tribute to 1931, de Jaeger-LeCoultre, que, de nuevo Christian Bale, ense?aba con orgullo de murci¨¦lago en Batman Begins.

Siempre hay que tirar a lo m¨¢s grande, y ah¨ª gana Silvester Stallone, que ha lucido, orgulloso, en muchas ocasiones el brutal Panerai Egiziano de nada menos que 60 mil¨ªmetros de di¨¢metro. Tan grande como sus m¨²sculos. ?l fue adem¨¢s el que le inocul¨® el gusto por piezas descomunales de Panerai a su amigo y tambi¨¦n actor Arnold Schwarzenegger. Vigorosos m¨²sculos necesitan relojes poderosos.

Y s¨ª, el reloj que porta Colin Firth en la nueva entrega de Kingsman es el calentito calentito TAG Heuer Connected Modular 45, que el presidente de la divisi¨®n de relojer¨ªa de LVMH, Jean-Claude Biver, present¨® a nivel mundial en junio en un lugar id¨ªlico de Suiza, entre valles, monta?as, lagos (y por supuesto ali?ado con tacos de queso que elabora en su propia queser¨ªa). La otra organizaci¨®n secreta que aparece por la pel¨ªcula viste el cl¨¢sico Monaco Calibre 11, todo un homenaje a Steve McQueen.

Lo del Connected Modular 45 entronca directamente con la ¡®batalla¡¯ que en los dos ¨²ltimos a?os est¨¢ subvirtiendo los cimientos de la relojer¨ªa tradicional, cl¨¢sica. Todo empez¨® con los smarwatches, esos cacharros inteligentes que le controlan a uno hasta las pulsaciones, pasos, temperatura, mensajes entrantes, salientes, etc¨¦tera. Fue entonces cuando la industria tradicional relojera entr¨® en cierto colapso ante el nivel de ventas de esos artilugios a mitad de camino entre un guardatiempos y una m¨¢quina que lo sabe casi todo de ti. Ya sean conectados o h¨ªbridos, la panacea sea seguramente conseguir que el reloj no dependa en absoluto de un smartphone y que tenga vida propia¡­ y en eso andan, desarrollando aplicaciones cada vez m¨¢s sofisticadas y aut¨®nomas. Pero mientras los millennials (el p¨²blico consumidor del presente y el futuro) sigan viendo las series y las pel¨ªculas en su tel¨¦fono m¨®vil, dif¨ªcil tiene un reloj competir con ese tama?o de pantalla¡­ Aunque todo se andar¨¢.