Fraternidad para la ruptura

Desde hace unos a?os, los l¨ªderes de Podemos utilizan la palabra fraternidad cuando quieren aparentar una imagen beat¨ªfica, aunque lo que realmente hacen es parapetarse tras ella para convocar movilizaciones o atacar al contrincante pol¨ªtico (interno o externo). En esta ocasi¨®n, los compa?eros fraternos con los que se han unido para desafiar el cumplimiento de la legalidad en Espa?a no son otros que la Candidatura de Uni¨®n Popular (CUP), Bildu, ERC y PDeCAT, adem¨¢s de sus aliados regionales.

En pol¨ªtica no suelen existir las casualidades. Detr¨¢s de los hechos casi siempre existe una estrategia o una t¨¢ctica; un porqu¨¦ de cada acci¨®n. En este caso, hay que retrotraerse a una cena que se celebr¨® hace un mes en casa de Jaume Roures (empresario, productor cinematogr¨¢fico y ¡°reventa¡± de f¨²tbol al m¨¢s alto nivel) en Barcelona, a la que asistieron Oriol Junqueras y Pablo Iglesias. El camino hacia el refer¨¦ndum empezaba a encontrar dificultades y la posici¨®n de Podemos y sus socios catalanes no gustaba a los independentistas.

Ni ERC ni Podemos han querido explicar a qu¨¦ conclusiones llegaron sus l¨ªderes en la cena. Pero la hoja de ruta de ambas formaciones demuestra que la intermediaci¨®n de Roures sirvi¨® para crear una uni¨®n fraterna entre el independentismo catal¨¢n y la izquierda radical espa?ola, a la que se unieron otras fuerzas como Bildu y a la que quieren arrastrar al PNV y al PSOE.

El objetivo p¨²blico es echar a Mariano Rajoy, aunque lo que realmente pretenden es vehicular la ruptura de Catalu?a con Espa?a, a trav¨¦s de una ruptura del propio Estado. Y los pasos se est¨¢n confirmando: primero, saltarse la legalidad constitucional en nombre de una supuesta legitimidad democr¨¢tica catalana; segundo, provocar insistentemente la acci¨®n de la Justicia; tercero, movilizar a los ciudadanos contra un presunto estado de excepci¨®n por la actuaci¨®n de jueces, fiscales y fuerzas de seguridad; cuarto, representar la imposibilidad de celebrar el refer¨¦ndum ante la represi¨®n de Espa?a; y quinto¡­ consumar la rebeli¨®n con una declaraci¨®n de independencia en Catalu?a, acompa?ada de estallidos sociales en toda Espa?a.

Hasta el momento, el Gobierno de la naci¨®n, el PSOE y Ciudadanos est¨¢n manteniendo el tipo frente a esta ofensiva de la fraternidad rupturista. Aunque ya se empiezan a vislumbrar algunas grietas dentro de la bancada socialista. Es comprensible que S¨¢nchez se sienta inc¨®modo apoyando a un pol¨ªtico t¨®xico, como Rajoy. Pero es el momento de la unidad en defensa del Estado de derecho y los socialistas deben priorizar la legalidad frente al partidismo.

En Catalu?a, los antisistema de la CUP han llevado del ronzal a ERC y al PDeCAT, imponiendo su estrategia y acelerando un proceso que se ha llevado por delante las legalidades catalana y espa?ola. Y en Espa?a, Podemos pretende hacer lo mismo con el PSOE, con cantos de sirena de una posible moci¨®n de censura fraterna que incluya a los independentistas y sit¨²e a S¨¢nchez en La Moncloa.

El papel que juegue el PSOE en los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢ esencial para el futuro de Catalu?a, del conjunto de Espa?a y del r¨¦gimen democr¨¢tico fijado en la Constituci¨®n. La estrategia actual es la razonable: apoyar sin fisuras la defensa del Estado de derecho y promover en cuanto sea posible una v¨ªa de di¨¢logo para reconstruir el marco de convivencia entre los catalanes y el resto de los espa?oles. Ya habr¨¢ tiempo de hacer campa?a electoral.