La fuerza de los iconos
Versace homenajea a su creador en el 20? aniversario de su muerte con la presencia de sus 'top models' en la pasarela de Mil¨¢n
Suena Freedom de George Michael y se abre una cortina: Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Carla Bruni, Helena Christensen y Cindy Crawford posan desafiantes vestidas de Gianni Versace. No estamos en 1991, sino en 2017. Y la prueba es que en el desfile tambi¨¦n participa Kaia Gerber, hija de Crawford. Se trata de un impresionante homenaje al creador en el 20? aniversario de su muerte. Y, por una vez, justifica m¨¢s que de sobra la revisi¨®n que la firma italiana ha hecho de sus grandes hitos. El de este viernes en Mil¨¢n ha sido un espect¨¢culo emocionante y contundente, pero que inevitable evocaba cierta nostalgia. Sobre la pasarela, su cl¨¢sico estampado barroco ha sido revisitado en piezas fluidas, leggins o faldas corola, suntuosas chaquetas rematadas en tachuelas, ajustados vestidos de cuero, toreras en denim, afiladas piezas de sastrer¨ªa, cinturones de cadenas y una energ¨ªa que buscaba emular la de la era en la que Versace encumbr¨® a las top models y defini¨® un nuevo concepto de sensualidad y poder femenino. Un momento dif¨ªcil, por no decir, imposible de superar.
En una industria como la del lujo que afronta, m¨¢s que una crisis, un profundo cambio estructural, apostar por los best sellers ¡ªo iconos, como prefieren denominarlos las marcas en cuanto cumplen una d¨¦cada¡ª resulta la forma m¨¢s segura de mantener el negocio a flote mientras se repiensa la estrategia a medio plazo. Esa, y no una nueva silueta, ha sido la tendencia que ha certificado la tercera jornada de la Semana de la Moda de Mil¨¢n. Empezando por Etro y su exquisita oda al estampado paisley, se?a de identidad indiscutible de la casa. Y terminando por la siempre sexual aproximaci¨®n al armario femenino de Roberto Cavalli incluso bajo la direcci¨®n creativa de un nuevo dise?ador, Paul Surridge. Regodearse en los propios ¨¦xitos resulta tentador y econ¨®micamente rentable, aunque conlleva un peligroso efecto secundario: el estancamiento.
Esta falta de riesgo no es gratuita. Acostumbrado a crecer m¨¢s de un 10% al a?o, el sector afronta con preocupaci¨®n la perspectiva de que, en 2017 y en el mejor de los casos, lo har¨¢ un 4%, seg¨²n augura el ¨²ltimo informe de Bain&Company. Los expertos de The Boston Consulting Group prev¨¦n que no se volver¨¢n a alcanzar las cifras de ventas del pasado una vez conquistada China y con nuevos mercados emergentes, como el indio, a¨²n poco maduros.
Ante esta perspectiva, la respuesta de Giorgio Armani, pionero en el mercado asi¨¢tico, ha sido una colecci¨®n que enfatiza las siluetas limpias con chaquetas cortas y faldas con volumen por encima de la rodilla, vestidos con cortes asim¨¦tricos y una paleta del color que va del rosa al violeta en estampados geom¨¦tricos. Los trajes masculinos, con chaqueta amplia y pantal¨®n capri, evocaron por un momento la gloriosa ¨¦poca de los noventa. Pero pronto volvieron los vestidos con incrustaciones y pijamas de lentejuelas.
En Sportmax, su directora creativa Grazia Malagoli ha querido empezar a preparar el camino para el 50? aniversario de la firma italiana, que se celebra el a?o que viene. La f¨®rmula que ha escogido para hacerlo ha sido, obviamente, ¡°reivindicar el origen deportivo de la marca¡±. En este caso con un trabajo que busca ser ¡°fresco, sofisticado y m¨¢s juvenil¡±, seg¨²n explicaba en el backstage. Sobre la pasarela jug¨® con vestidos realizados ¡°en materiales y colores muy femeninos¡± pero cuya silueta estaba construida mediante tiras el¨¢sticas. Malagoli ha utilizado este elemento para vertebrar una colecci¨®n donde tambi¨¦n experimenta con tejidos t¨¦cnicos, ¡°como la maya de Nylon¡±. Merecen menci¨®n especial sus arquitect¨®nicos abrigos y faldas rematadas por cinchas que les confieren un efecto drapeado. Piezas donde la italiana consigue, una vez m¨¢s, acercar lo comercial a lo conceptual.
De nuevo entre aires bohemios y folcl¨®ricos, Etro, que ha presentado sus l¨ªneas masculina y femenina juntas, combinando sus cl¨¢sicos estampados de medusas con cuadros escoceses y rayas.
El desfile de Tod¡¯s fue el segundo en el que la marca ha presentado una colecci¨®n firmada por su equipo de dise?o, que lleva sin director creativo desde que Alessandra Fachinetti se fuese hace un a?o. En comparaci¨®n con la presentaci¨®n anterior ¡ªque sorprendi¨® a la cr¨ªtica por su fuerza¡ª, la vista este viernes resultaba poco memorable aunque de perfecta factura y potencial comercial. No en vano, Tod¡¯s ha decidido subrayar sus puntos fuertes. A saber: los mocasines (reinterpretados con flecos indios y tejido guateado), sus bolsos Wave en todas las pieles ex¨®ticas y tama?os imaginables y, sobre todo, el trabajo artesanal con napa, con el que da forma a faldas pareo, sudaderas con capucha y cazadoras deportivas sobredimensionadas. Tod¡¯s confirma, adem¨¢s, una tendencia que ya apuntaban el jueves Prada y Max Mara: la de llevar el bolso o la bandolera cruzada a la espalda. Una alternativa solo recomendable en ciudades donde el gremio de los carteristas y tironeros no est¨¦ tan profesionalizado como en Madrid y Barcelona.
Moschino y la primavera recurrente
Mantener el inter¨¦s temporada tras temporada es el reto de cualquier marca, pero el desfile de este viernes de Moschino ha demostrado que resulta a¨²n m¨¢s dif¨ªcil cuando se apuesta por una f¨®rmula efectista, aunque con poco recorrido. El dise?ador Jeremy Scott consigui¨® que el mundo ¡ªy no solo el de la moda¡ª volviera a fijarse en la olvidada pero m¨ªtica firma italiana vistiendo a sus modelos de empleadas del McDonalds. Despu¨¦s vendr¨ªa la oda a las barbies, la prendas-pastillero, los vestidos-trampantojo que emulaban los de las mu?ecas recortables: shows rebosantes de sentido del humor, fantas¨ªa y fuerza. Siempre controvertidos pero sugerentes.
Sin embargo, su homenaje a las bailarinas y las flores, con una infinita declinaci¨®n de chaquetas perfecto transformadas en bodies, tops y bolsos y combinadas con tut¨²s; seguidas de una serie de vestidos-ramo, vestidos-flor, vestidos-capullo y vestidos-polinizaci¨®n (con mariposas alrededor de una suerte de bola de pelo), ha transmitido una sensaci¨®n forzada y de cierto d¨¦j¨¤ vu.
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