Jil Sander revive de la mano de sus dos nuevos dise?adores
Luke y Lucie Meier traen un poco de esperanza a una mon¨®tona semana de la moda de Mil¨¢n
Jil Sander estrenaba ayer nuevos directores creativos, Luke y Lucie Meier. Su debut buscaba recuperar el esp¨ªritu minimalista de la firma sin renunciar a un ambicioso patronaje arquitect¨®nico. Una propuesta que, aunque irregular, confirm¨® que hay motivos para la esperanza en la m¨ªtica firma origen alem¨¢n y en la semana de la moda de Mil¨¢n.
El d¨²o sustituye al italiano Rodolfo Paglialunga que ocup¨® este puesto durante tres a?os. Aunque desconocida para el gran p¨²blico, la pareja atesora una s¨®lida trayectoria en la industria de la moda. Juntos, estuvieron al frente de Dior durante las cuatro colecciones que pasaron entre que Raf Simons dej¨® la casa francesa y Maria Grazia Chiuri fue contratada. Previamente, Lucy trabaj¨® durante cinco a?os a las ¨®rdenes de Marc Jacobs en Louis Vuitton y, m¨¢s tarde, junto a Nicolas Ghesqui¨¨re en Balenciaga. Luke, por su parte, fue dise?ador de la firma de culto Supreme.
Con este fichaje, la marca intenta recuperar cierta estabilidad despu¨¦s de un ¨¦poca convulsa que comenz¨® en 2013, cuando la fundadora de la firma ¨CJil Sander- decidi¨® abandonar su propia ense?a por tercera vez en 13 a?os.
El primer dise?o que el matrimonio subi¨® ayer a la pasarela ¨Cuna camisa blanca- representaba toda una declaraci¨®n de intenciones. No solo simboliza su respeto hacia los or¨ªgenes de la marca ¨Cque puso las bases del minimalismo en los noventa- sino que adelantaba el interesante estudio sobre esta prenda que se ver¨ªa a continuaci¨®n. Como en un trabajo de papiroflexia, los plisados iban recorriendo las pecheras, hombros y laterales de las camisas de hombre y mujer, que evolucionaban desde las estructuras m¨¢s r¨ªgidas de la sastrer¨ªa hasta las t¨²nicas fluidas. Los trajes de chaqueta con afilados hombros y pantalones de tiro bajo demostraban lo vigente que a¨²n resulta el legado de Sander dos d¨¦cadas despu¨¦s. Tras ellos, llegaron los vestidos arquitect¨®nicas que constru¨ªan sus vol¨²menes con drapeados y volantes. Unas piezas lo suficientemente interesantes para merecer un desarrollo mayor. El trabajo de los Meier hubiese ganado profundidad de ahondar en ellas en vez de continuar con sus inexpresivas prendas de punto en degrad¨¦ y sus trajes de paracaidistas.
Salvatore Ferragamo celebr¨® ayer su 90 aniversario en la plaza Affari, donde se encuentra la Bolsa de Mil¨¢n y la estatua de un enorme dedo coraz¨®n extendido hacia el cielo. La firma italiana cubri¨® con c¨¦sped natural todo el suelo y sobre ¨¦l se vieron palabras de honor, cinturas ce?idas y una singular mezcla de tejidos tecnol¨®gicos, rasos y piel de serpiente perforada.
Angela Missoni tambi¨¦n conmemoraba algo ayer: sus 20 a?os al frente de la firma familiar con un desfile que, como no pod¨ªa ser de otra forma, fue una avalancha de estampados coloristas y alegr¨ªa, se?a de identidad de la casa. Sobre la pasarela: todo su cat¨¢logo de tejidos de punto empleado en vestidos de punto de l¨²rex, leggins con lentejuelas, vaporosas faldas plisadas. Para el hombre, pantalones de espiga, shorts y camisas con detalles metalizados y jerseys de patwork de lana. El infierno de un dalt¨®nico. Missoni complementa sus propuestas con min¨²sculos bolsos de ganchillo y cuentas de cristal, en los que, por descontado, no entra un m¨®vil ni casi una tarjeta SIM.
A diferencia de temporadas pasadas, el director creativo de Bottega Veneta Tomas Maier present¨® una colecci¨®n casual donde no hubo vestidos de noche y, como el mismo reconoce, ¡°incluso los largos eran como camisetas¡±. Para el hombre, no contempla ni un solo traje, solo pantalones en colores brillantes y chaquetas deportivas. Algo sorprendente, por no decir arriesgado, trat¨¢ndose de una de las marcas con uno de los precios medios m¨¢s altos del mercado. ¡°Quer¨ªa prendas f¨¢ciles y muy funcionales. Vivimos unos tiempos dif¨ªciles y siento que mi ropa tiene que generar felicidad¡±, explicaba el creador tras mostrar su propuesta en el Palazzo Archinto, una impresionante construcci¨®n de estilo neocl¨¢sico que hoy alberga un colegio.
En unas salas que daban al patio del recreo, la presentaci¨®n comenz¨® con una serie de cazadoras, faldas y abrigos decorados con troquelados, que, seg¨²n iba avanzado el desfile, eran sustituidos por incrustaciones de cristal. ¡°Esta temporada son muy importantes los adornos y bordados. La mayor parte son espejos que buscan reflejar los reflejos. Creo que es un buen momento para ponernos frente a ellos y reflexionar¡±, argumentaba el dise?ador.
El trabajo con tejidos fue, como siempre, uno de los atractivos de la colecci¨®n. ¡°Me gusta experimentar con telares y artesanos italianos y desarrollar los materiales aqu¨ª¡±, explica Maier. De entre el amplio cat¨¢logo desplegado sobre la pasarela, sobresal¨ªan las pieles ex¨®ticas de zapatos y bolsos, y los chubasqueros de viscosa profusamente ornamentados que llegaban hasta el suelo, como si a Cenicienta la hubiese pillado un d¨ªa de lluvia.
Un desfile privilegiado
Existen muchas formas de hacer que un desfile resulte inolvidable y el viernes por la noche Vionnet escogi¨® una que no ten¨ªa nada que ver con la moda y de la que, desgraciadamente, solo pudieron disfrutar quienes estuvieron convocados al evento. La centenaria firma, propiedad desde 2012 de la magnate rusa Goga Ashkenazi, invit¨® a los presentes a contemplar La ¨²ltima cena de Leonardo Da Vinci en un tour privado. Normalmente, es necesario reservar cita con meses de antelaci¨®n para poder visitar el fresco, que se encuentra en el convento de Santa Maria delle Grazie, declarado Patrimonio de Humanidad por la Unesco en 1980 y en cuyo claustro Ashkenazi ¨Cque tambi¨¦n es directora creativa de la marca- present¨® una colecci¨®n para la pr¨®xima primavera-verano protagonizada por vaporosos vestidos de fiesta.
La empresaria y dise?adora se asegur¨® as¨ª una mayor repercusi¨®n medi¨¢tica y confirm¨® su poder, adem¨¢s de una profunda admiraci¨®n por Da Vinci: el desfile anterior de Vionnet tuvo lugar en la Casa degli Atellani, en cuyo jard¨ªn se han replantado unas vides id¨¦nticas a las que el genio florentino utilizaba para elaborar su vino.
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