La rep¨²blica como coartada
La pretensi¨®n de una Catalu?a republicana e independiente es contradictoria
El republicanismo es en esencia el gobierno de la pluralidad, sea ideol¨®gica, pol¨ªtica o cultural. En una revisi¨®n hist¨®rica, el republicanismo espa?ol no encuentra momento de compatibilidad con el independentismo. La pretensi¨®n de una Catalu?a republicana e independiente es una formulaci¨®n contradictoria en s¨ª misma.
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El escenario actual es el del decisionismo del refer¨¦ndum ligado a un relato independentista alejado del republicanismo. El 1-O propone una consulta que huye de la legalidad y nada tiene que ver con la noci¨®n republicana que equilibra autogobierno y responsabilidad, necesidad de un marco legal, divisi¨®n de poderes, deliberaci¨®n. El respeto y participaci¨®n de las minor¨ªas quedan enterradas. Estamos ante el refer¨¦ndum de una parte y un enga?oso debate sobre el derecho de autodeterminaci¨®n. Una consulta con garant¨ªas ha de dirigirse al conjunto, proporcionar un amplio espacio de deliberaci¨®n y una soluci¨®n compatible con la pluralidad. La democracia participativa se da en el marco de la representativa, no la suprime.
Hoy, el autoritarismo del PP y el independentismo son dos polos de un populismo autoritario. Durante la Segunda Rep¨²blica, Aza?a se posicion¨® con acierto respecto al debate estatutario, tan opuesto a la conllevanza regionalista y uniformizadora de Ortega como al escapismo del sector independentista del nacionalismo. Hablaba Aza?a de la rep¨²blica como ¨²nica opci¨®n democr¨¢tica para lograr ¡°una uni¨®n libre entre iguales" dentro del marco com¨²n espa?ol. Apostaba por que la raz¨®n orientase a la tradici¨®n. Las experiencias de ambas rep¨²blicas demuestran contradictoria la relaci¨®n entre independentismo y republicanismo en el abordaje y soluci¨®n de la pluralidad. Despu¨¦s lleg¨® Franco y pas¨® lo que pas¨®: ni rep¨²blica, ni autonom¨ªa.
Una consulta con garant¨ªas ha de dirigirse al conjunto, proporcionar un amplio espacio de deliberaci¨®n y una soluci¨®n compatible con la pluralidad
Manifiesta su torpeza el Gobierno del PP cuando se niega al di¨¢logo pol¨ªtico, comete atropellos injustificables cuando limita la libertad de expresi¨®n en un acto p¨²blico, interviene las competencias de la comunidad aut¨®noma o debilita la legitimidad del Estado para oponerse al desaf¨ªo independentista. El relato independentista se nutre y crece gracias a la sobreactuaci¨®n del PP hasta cerrar el c¨ªrculo del derecho de autodeterminaci¨®n del pueblo catal¨¢n frente al estado opresor espa?ol. Nada es lo que parece. La identidad comunitaria del pueblo catal¨¢n y su derecho a votar resumen la posici¨®n independentista, pero el republicanismo contrapone la pluralidad y la deliberaci¨®n. La hoja de ruta seguida al margen de la Constituci¨®n y la exclusi¨®n de la diversidad de identidades espa?olas y catalanas, as¨ª como la falta de respeto a los procedimientos democr¨¢ticos en el Parlament o la ausencia de transparencia y garant¨ªas del refer¨¦ndum son contradictorios con el republicanismo.
Entre ambos extremos estamos quienes anhelamos una propuesta federalista como alternativa republicana de organizaci¨®n territorial, fundamentada en principios como la autonom¨ªa frente a la tiran¨ªa, el pluralismo, la solidaridad, la participaci¨®n y la deliberaci¨®n democr¨¢ticas, la ley como expresi¨®n de la voluntad popular y la virtud c¨ªvica. Un republicanismo con una pulsi¨®n ineludible por la igualdad de origen, m¨¢s all¨¢ de la de oportunidades. Cabe preguntarse si no es hora ya de introducir la codeterminaci¨®n o la consulta frente a t¨¦rminos contrapuestos como la autodeterminaci¨®n o el refer¨¦ndum binario.
No ha lugar el argumento de que la fractura ser¨¢ beneficiosa para los trabajadores ni para las clases populares, ni para las de Espa?a, ni para las de Catalu?a. Al contrario, nos pondr¨ªa ante un escenario de involuci¨®n social y pol¨ªtica. La soluci¨®n es di¨¢logo, codeterminaci¨®n, deliberaci¨®n, consulta y corresponsabilidad.
Solo el momento populista que vivimos explica esta extra?a mezcla del independentismo y el republicanismo y que las ¨²nicas respuestas remitan a maximalismos del orden de la defensa de los derechos civiles o del refer¨¦ndum pactado, todo ello en la l¨®gica del relato independentista. No es mezcla inocente, responde a la t¨¢ctica de oponer el nuevo comienzo de la Rep¨²blica Catalana al r¨¦gimen mon¨¢rquico del 78. Ni nuevo comienzo, ni r¨¦gimen: independencia unilateral frente a transici¨®n pactada.
Distintas versiones del populismo autoritario, nacidas de la pesadilla social del neoliberalismo, est¨¢n haciendo trizas a las izquierdas y a los mismos principios republicanos. Hay pocas cosas m¨¢s contradictorias que la utilizaci¨®n del republicanismo como coartada por parte del independentismo catal¨¢n.
Gaspar Llamazares Trigo es promotor de Act¨²a y portavoz de Izquierda Abierta.
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