Los estereotipos de g¨¦nero se arraigan en los ni?os y ni?as a los 10 a?os
Un estudio demuestra que tanto en pa¨ªses ricos como pobres educar en desigualdad a edad temprana puede ser da?ino
A los ni?os, les gustan los coches. A las ni?as, las princesas. Los ni?os pueden estudiar, las ni?as hacen las tareas dom¨¦sticas. Son estereotipos de g¨¦nero que se establecen en la infancia por parte de padres, profesores, compa?eros y la sociedad en general y que se pueden volver da?inos cuando el individuo comienza la adolescencia -sobre los 10 a?os-. Esta es la principal conclusi¨®n del estudio Global Early Adolescent Study, elaborado en 15 pa¨ªses por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y la Universidad de John Hopkins (Baltimore, Estados Unidos). El debate sobre c¨®mo los estereotipos tienen consecuencias negativas en los ni?os lleva a?os en la palestra. Padres y educadores que defienden, cada vez m¨¢s, una educaci¨®n basada en la igualdad con muchos actores interviniendo para conseguirlo, como son, por ejemplo, las empresas de ropa; las asociaciones por la igualdad, las intervenciones educativas igualitaria o los muchos padres actuales cuya mentalidad difiere de generaciones anteriores. Los expertos aconsejan trabajar en igualdad de g¨¦nero en la infancia y no esperar a la adolescencia.
¡°Da igual que tu hijo sea de Baltimore, Pek¨ªn o Nairobi¡±, explican los autores de la investigaci¨®n en la que llevan trabajando seis a?os, ¡°el inicio de la adolescencia desencadena un conjunto com¨²n de expectativas de g¨¦nero rigurosamente impuestas que est¨¢n vinculadas a un mayor riesgo a lo largo de la vida del individuo, desde padecer VIH o depresi¨®n hasta recurrir a la violencia o al suicidio¡±.
¡°Hemos hallado que los ni?os y ni?as a muy corta edad -desde en las sociedades m¨¢s liberales hasta en las conservadoras- interiorizan muy pronto el mito de que las ni?as son vulnerables y los chicos son fuertes e independientes¡±, asegura en un comunicado Robert Blum, director del estudio y asentado en la Universidad Johns Hopkins. ¡°Este es el mensaje que se ha ido reforzando por cada persona, compa?ero, profesor, cuidador (...) que vive en el entorno del peque?o o peque?a¡±. Los investigadores observaron que sus conclusiones coincid¨ªan con las de trabajos anteriores, que expresan que "durante la adolescencia, el mundo se expande para los ni?os y se contrae para las ni?as".
El an¨¢lisis denominado It Begins at Ten: How Gender Expectations Shape Early Adolescence Around the World es el primero que explica c¨®mo se construyen las expectativas de g¨¦nero en la adolescencia temprana, de 10 a 14 a?os, y c¨®mo los menores llegan a la adolescencia, teniendo claro si son ni?os o ni?as en distintos pa¨ªses del mundo, tanto en los m¨¢s ricos como en los m¨¢s pobres. Los expertos tambi¨¦n verificaron su riesgo en la salud mental y f¨ªsica.
Las conclusiones surgen de entrevistas realizadas en los ¨²ltimos cuatro a?os a 450 adolescentes y a sus padres y cuidadores en Bolivia, B¨¦lgica, Burkina Faso, China, La rep¨²blica democr¨¢tica del Congo, Ecuador, Egipto, India, Kenya, Malawi, Nigeria, Escocia, Sud¨¢frica, Estados Unidos y Vietnam.
Consecuencias negativas de los estereotipos de g¨¦nero
Las entrevistas determinaron que, alrededor del mundo, tanto ni?as como ni?os est¨¢n atados a restricciones de g¨¦nero a muy temprana edad que pueden tener graves consecuencias en su vida, siendo peores en las ni?as. ¡°Los estereotipos femeninos basados en ¡°protegerlas¡± las hacen m¨¢s vulnerables, enfatizando el af¨¢n de vigilarlas y sancion¨¢ndolas f¨ªsicamente cuando rompen las normas¡±, contin¨²an los expertos. Lo que les lleva a padecer m¨¢s abandono escolar, casarse de ni?as, embarazos tempranos, infectarse por VIH u otras enfermedades de transmisi¨®n sexual. Los ni?os, en ciudades como Shangh¨¢i y Nueva Delhi, por ejemplo, se les ¡°anima a salir de casa sin supervisi¨®n, mientras que a las chicas deben quedarse en el hogar y hacer tareas dom¨¦sticas¡±. Las chicas y los chicos de ambas ciudades informaron de la verg¨¹enza que sufr¨ªan y las palizas que les daban a quienes buscaban cruzar la l¨ªnea.
En todas las ciudades menos una, Edimburgo (Escocia), tanto los ni?os como las ni?as ten¨ªan claro de que era el ni?o el que deb¨ªa tomar la iniciativa en cualquier relaci¨®n. En todos los escenarios, las j¨®venes se?alaron de forma constante que la apariencia f¨ªsica y sus cuerpos eran su activo clave.
¡°Es necesario repensar las intervenciones sanitarias y sociales, que t¨ªpicamente se hacen cuando los menores tienen 15 a?os o m¨¢s, y empezar hacerlas m¨¢s pronto¡±, contin¨²a Blum. ¡°Los riesgos en la salud de los adolescentes est¨¢n influidos muchas veces por roles de g¨¦nero establecidos ya a los 11 a?os¡±, agrega Kristin Mmari, profesora asociada y autor principal de la investigaci¨®n. ¡°Vemos como muchos pa¨ªses gastan millones de d¨®lares en programas de salud que no comienzan hasta los 15 a?os, y creemos que probablemente sea muy tarde para poder marcar en ellos una gran diferencia¡±, a?ade la experta en el mismo texto.
¡°Sabemos gracias a varios estudios, y por nuestra propia experiencia, que las normas sobre las diferencias de g¨¦nero se pueden cambiar, pero esto exige planes de intervenci¨®n que se ocupen de los j¨®venes y de su entorno¡±, aseguran los autores. Blum niega el argumento de que en varias partes del mundo los estereotipos de g¨¦nero son parte de la cultura y por ello, inamovibles. ¡°Seguimos sumergidos en estereotipos de g¨¦nero muy r¨ªgidos, por ejemplo, en sitios de Estados Unidos y partes de Europa, las cosas solo han empezado a cambiar mucho en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Los cambios se pueden dar, pero requiere voluntad pol¨ªtica y una variedad de intervenciones¡±, agrega. ¡°Y saber que inculcar mitos sobre las diferencias de g¨¦nero a una edad temprana puede llevarles a padecer problemas da?inos en el futuro¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.