Argumentos de los expertos para quitarnos el complejo espa?ol

¡°Estoy convencido de que Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a s¨ª mismo y todav¨ªa no lo ha conseguido¡±. El estadista y pol¨ªtico alem¨¢n Otto von Bismark nos ten¨ªa bien calados. Quien fuera art¨ªfice de la unificaci¨®n alemana y una de las figuras clave de las relaciones internacionales del siglo XIX supo identificar uno de los mayores males de Espa?a y de sus gentes: aqu¨ª, el que no critica lo suyo y pone por delante lo de los dem¨¢s es un necio, un inconsciente. O algo peor. Porque el espa?ol es, casi por definici¨®n, un p¨ªcaro y un vago. Y se proclama as¨ª, camuflando un end¨¦mico complejo de inferioridad con una p¨¢tina de indiferencia. Con un "peor para ellos, nuestros bares tienen terraza hasta en invierno".

Y as¨ª, nosotros, que alumbramos una de las obras cumbre de la literatura universal, seguimos creando fantasmas ficticios. Seguimos peleando contra gigantes, como hizo Don Quijote, contra complejos que nos alejan de la raz¨®n. Pero, ?realmente somos tan malos? ?De verdad no existe nada que nosotros hagamos mejor que los dem¨¢s? ?Cu¨¢l es el origen de esta verg¨¹enza hispana? A lo ¨²ltimo responden los libros de Historia. Y a las dos primeras preguntas, la antropolog¨ªa y el empirismo. Todos preparados: aqu¨ª va un chute ¡ªargumentado¡ª de autoestima.

"Nuestro concepto de la felicidad y del disfrute de la vida nos hace ser mucho m¨¢s flexibles, nos ayuda a no ser m¨¢quinas", explica Sergio L¨®pez, doctor en Antropolog¨ªa y presidente de la Asociaci¨®n de Antrop¨®logos Iberoamericanos en Red. Y a?ade: "Por sus condicionantes hist¨®ricos, el espa?ol es m¨¢s adaptativo, imaginativo y creativo que el ciudadano de cualquier otra latitud", y eso se nota en el respeto que se tiene por ingenieros, m¨¦dicos y otros profesionales en el extranjero. El experto en marketing Jos¨¦ Mar¨ªa Moya va incluso m¨¢s all¨¢: "Espa?a es m¨¢s que un pa¨ªs. Es un estilo de vida". Ese es el lema con el que presenta el proyecto 1.785 motivos por el que hasta un noruego querr¨ªa ser espa?ol, en el que alej¨¢ndose de cualquier connotaci¨®n ideol¨®gica ha condensado otros tantos argumentos, logros y triunfos de 22 disciplinas del conocimiento, en un libro del mismo nombre.

Una trampa mental

El antrop¨®logo L¨®pez define a la espa?ola como una sociedad colectiva, m¨¢s alejada del individualismo que otros grupos. Y no quiere enga?ar: el espa?ol peca de lo que ¨¦l llama asivalismo: "A diferencia de lo que ocurre en otros lugares, aqu¨ª impera el 'as¨ª vale'". Y ello, sumado a que seguimos mir¨¢ndonos demasiado hacia dentro, provoca que nos comparemos con los dem¨¢s con cierto complejo de inferioridad", constata.

El complejo es una trampa mental poderosa. El psic¨®logo Ra¨²l Padilla lo relaciona con el miedo a hacer el rid¨ªculo y a ser rechazados: "Son mecanismos que bloquean la conducta, haciendo crecer la presi¨®n sobre nosotros mismos y convirti¨¦ndose, al final, en una profec¨ªa autocumplida". Uno se convence de que es inferior, que tiene menos capacidades, y asume ese rol frente al otro. "Buen ejemplo es el de hablar otros idiomas: podemos conocerlos y dominarlos pero, si tenemos temor a no hacerlo correctamente, nos exigiremos tanto que terminaremos por hablarlos mal", explica Padilla.

Y al rev¨¦s: los complejos otorgan al otro el papel dominante, por lo que "siempre, cualquier extranjero, estar¨¢ imbuido de un halo de superioridad que nos conducir¨¢ a pensar que no somos capaces de ponernos a su altura", afirma el psic¨®logo.

Lo que piensan fuera

Pero es todo una cuesti¨®n mental. Sergio L¨®pez, que vive y trabaja en Estados Unidos, afirma que desde fuera se nos percibe como una sociedad "merecedora de un gran respeto, incluso idealizada". Y Moya lo confirma; ¨¦l, que tambi¨¦n ha recorrido con sus trabajos varios rincones del mundo, explica que "nuestra opini¨®n interna, lo que nosotros consideramos que somos, es mucho peor de lo que piensan desde fuera".

As¨ª queda claro en encuestas de opini¨®n internacionales, como la elaborada por el Real Instituto Elcano. Alemanes, franceses, chilenos, japoneses, turcos, chinos¡­ respondiendo sobre c¨®mo ven a los espa?oles, y catalogando al pa¨ªs como honesto, confiable y tolerante; con alto potencial tur¨ªstico, buena gastronom¨ªa y grandes deportistas; con envidiables infraestructuras y con una riqu¨ªsima tradici¨®n y puntu¨¢ndolo con un 7,1 sobre 10. Notable. No est¨¢ mal.

Ingenios que nos corresponden

"Nuestro problema sigue siendo, a la vista de estos resultados, eminentemente interno", confirma Moya. Porque no todo es Goya, Vel¨¢zquez y Picasso, Cervantes, Lorca y Pardo Baz¨¢n, Ruscalleda, Berasategui y Arzak, Nadal, Gasol y Mengual. Que tambi¨¦n. Pero hay muchos otros nombres propios m¨¢s desconocidos, como el del inventor Torres Quevedo ¡ªpadre del telef¨¦rico, del mando a distancia y del primer juego de ordenador¡ª que no gozan de la misma importancia.

La campa?a de desprestigio: los italianos comenzaron a utilizar el t¨¦rmino 'marrani' como sin¨®nimo de espa?ol, haciendo referencia a los jud¨ªos conversos y a la 'impureza' de la sangre hispana.

Y otros ingenios cuya autor¨ªa nos corresponde, como el aire acondicionado, la epidural, el submarino o el autogiro, precursor del helic¨®ptero. "Tampoco se sabe, por ejemplo, que durante siglos el real de a 8 espa?ol fue la ¨²nica moneda aceptada en el comercio internacional. Rebautizado como el 'spanish dollar', inspir¨® despu¨¦s la creaci¨®n del d¨®lar americano", explica Moya, que aporta otro dato curioso: "Casi nadie sabe tampoco que las dos franjas verticales del cl¨¢sico s¨ªmbolo del d¨®lar son las columnas de H¨¦rcules todav¨ªa presentes en nuestro escudo". Ah¨ª es nada.

Pero eso es historia. ?Qu¨¦ hay de la actualidad? "Conocido es el ejemplo en materia de trasplantes, pero igual no es tan sabido que Espa?a es potencia en investigaci¨®n oncol¨®gica y sanitaria, en biolog¨ªa molecular o que, por ejemplo, ocupamos el quinto puesto europeo en trabajos aeron¨¢uticos", detalla el experto en marketing. Y m¨¢s: "Tambi¨¦n somos potencia mundial en el sector ferroviario, somos el territorio con m¨¢s reservas de la biosfera del mundo y el segundo con m¨¢s Patrimonio de la Humanidad, s¨®lo por detr¨¢s de Italia".

Entonces, ?a qu¨¦ vienen esas verg¨¹enzas?

Al devenir de la Historia universal. Para encontrar el germen de los complejos hisp¨¢nicos hay que remontarse hasta el siglo XV. As¨ª lo aseguran los estudiosos, que hablan de una campa?a de difamaci¨®n orquestada por italianos, ingleses, alemanes y holandeses, temerosos del poder¨ªo militar del floreciente Imperio espa?ol en tiempos de los Reyes Cat¨®licos y de Carlos V. La historiadora Mar¨ªa Elvira Roca se ha zambullido en cientos de legajos y documentos para explicar en su libro Imperiofobia, la Leyenda Negra, en qu¨¦ consisti¨® esa estrategia de propaganda antiespa?ola: "Ante el cada vez m¨¢s impresionante poder de Espa?a, Europa acudi¨® al antisemitismo, primero, y al ataque a la Iglesia Cat¨®lica, despu¨¦s, para desprestigiar al Imperio y para crear una imagen de barbarie y miseria intelectual", explica.

As¨ª, los italianos comenzaron a usar el t¨¦rmino 'marrani' como sin¨®nimo de espa?ol, haciendo referencia a los jud¨ªos conversos y a la impureza de la sangre hispana. Despu¨¦s, los pr¨ªncipes alemanes y dem¨¢s se?ores feudales europeos, para nada dispuestos a ponerse a las ¨®rdenes de Carlos V, y la maquinaria protestante iniciada por Lutero, continuaron difamando a la sociedad de las Espa?as con grabados, dibujos y canciones populares que terminaron por calar en el imaginario colectivo. Y es l¨®gico, seg¨²n la autora: "Resulta normal que cada uno barra para su casa y quiera hacer ver que es mejor que el que tiene al lado", pero completa: "Lo que no se entiende es que nosotros lo di¨¦ramos tambi¨¦n por bueno, en un fen¨®meno de credulidad sin precedentes". Ah¨ª est¨¢ el germen, confirma, del "si lo dicen los de fuera, ser¨¢ verdad".

As¨ª, durante siglos, se ha dado por bueno que la Inquisici¨®n Espa?ola conden¨® a 200.000 herejes. "Falso: la primera investigaci¨®n seria elaborada al respecto, en 1976, constat¨® que las condenas no superaron las 1.300. ?Un horror? Por supuesto. Pero no mayor que otros procesos abominables como la caza de brujas realizada en esos pa¨ªses que nos tachaban de b¨¢rbaros", recuerda Roca.

Y la historia avanz¨® sobre la base de esa leyenda. "El proceso de asimilaci¨®n se produjo durante siglos, calando en todos los estratos de la sociedad: cualquier intelectual que quisiera triunfar en la corte borb¨®nica, por ejemplo, era consciente de que deb¨ªa asumir lo establecido por la Leyenda Negra¡±, explica la investigadora, que repasa m¨¢s cap¨ªtulos posteriores: "La independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, por ejemplo, no se asumi¨® en su contexto, un tiempo marcado por la descolonizaci¨®n. M¨¢s bien, sirvi¨® para reavivar los fantasmas de la Leyenda; los intelectuales volvieron a encontrar en el presunto encasillamiento y fanatismo espa?ol el motivo de la p¨¦rdida de esos territorios", explica.

Y as¨ª, hasta hoy

"Parece que no importa que fuera se nos vea, porque lo somos, m¨¢s creativos y adaptativos", reflexiona Roca. Igual que Moya, que considera que "seguimos pasando por alto todo lo que nos pone en valor como sociedad". Entonces, ?soluci¨®n? Para el antrop¨®logo L¨®pez, viajar: "El mecanismo de dejar de mirarnos hacia dentro es la clave; solo as¨ª comprobaremos c¨®mo se nos ve fuera y, lo m¨¢s importante, c¨®mo somos en realidad". Urge hacerlo, seg¨²n la investigadora Roca, "porque nos va la vida en ello; porque, cuanto m¨¢s poder cedamos al norte por temor o por complejo, m¨¢s cerca estaremos de terminar siendo un simple protectorado de alg¨²n pa¨ªs europeo".

Y, s¨ª, todo esto no quita para que haya docenas de argumentos con los que atacar a la idiosincrasia espa?ola. Que cuando el r¨ªo suena, agua lleva, y que hay cien mil asuntos que mejorar. ?Qui¨¦n lo niega? Pero el objetivo no era ese sino, simplemente, mirar ¡ªmirarnos¡ª desde otro punto de vista. Una forma de comprobar que, oiga, despu¨¦s de todo, tampoco estamos tan mal. ?No?