Intoxicaciones rusas

No es una guerra cruenta, pero s¨ª insidiosa, tramposa y, a la postre, arriesgada. Actuando desde Rusia, un pa¨ªs cuyas relaciones con el mundo occidental atraviesan dif¨ªciles momentos por la anexi¨®n de Crimea y el apoyo a la guerrilla separatista en Ucrania, una serie de hackers han decidido sumarse a la causa independentista y as¨ª buscar la desestabilizaci¨®n de Espa?a y de Europa. Su propaganda encubierta en las elecciones de Estados Unidos y Francia ha generado protestas diplom¨¢ticas que Mosc¨² encaja negando su participaci¨®n directa y lanzando nuevas campa?as. La ¨²ltima se ha centrado en Catalu?a, como ha publicado este peri¨®dico. Es un asunto que, como sabe Mosc¨², debilita a Espa?a, cuarta potencia econ¨®mica de la eurozona, y que guarda paralelismos con el refer¨¦ndum promovido en Crimea por Rusia para intentar legitimar la invasi¨®n de la pen¨ªnsula ucrania.

La estrategia de medios rusos ¡ªalgunos de ellos directamente relacionados con el Kremlin¡ª para debilitar a Europa a y Estados Unidos es ya conocida. Con fondos y ej¨¦rcitos de bots (perfiles rob¨®ticos que rebotan autom¨¢ticamente los mensajes deseados), estos medios difunden en la Red los agresivos esl¨®ganes de formaciones populistas o personajes como el activista Julian Assange. Muchas veces ponen en circulaci¨®n en la Red noticias falsas o, cuando menos, tergiversadas. Tratan en general de criticar la represi¨®n violenta de la justicia espa?ola, alertar del despliegue de paramilitares en Catalu?a y hasta atemorizar con el estallido de una nueva guerra civil.

La crisis generada por el proc¨¦s se ajusta de maravilla a los m¨¦todos de esta maquinaria tan bien engrasada. Hasta ahora en Espa?a solo se hab¨ªa interesado para apoyar al movimiento hom¨®fobo Hazte O¨ªr. Su actual injerencia es intolerable y peligrosa. El independentismo ha encontrado un inc¨®modo e inesperado aliado. Un motivo m¨¢s para la reflexi¨®n sobre las consecuencias de su desaf¨ªo.