Yo, yo misma y mi perin¨¦
El embarazo y el parto han supuesto un cambio brutal para nuestro cuerpo, tenemos que mirarnos y cuidarnos
La vor¨¢gine de la maternidad suele dejar muy poco espacio, sobre todo a la madre, para su cuidado personal. Cuando llega un beb¨¦ a la familia, comienza el bucle de diario de cuidados, paseos, ba?os y tomas nocturnas. Despu¨¦s llegan las vacunas, las visitas al pediatra y la b¨²squeda de guarder¨ªa y, sin darnos cuenta, ya han pasado 5 o 6 meses desde que dimos a luz.
Como ya he comentado en otros de mis posts, como cuando habl¨¦ de los hipopresivos, prestarse atenci¨®n y tener tiempo para una misma tambi¨¦n es cuidar de tu familia.
Toca escuchar a tu cuerpo, parar y observarse.
El embarazo y el parto han supuesto un cambio brutal para nuestro cuerpo. Lo hemos colocado en situaciones m¨¢ximas y esfuerzos m¨²ltiples y, es l¨®gico, que eso haya provocado cambios en nuestra anatom¨ªa.
Una de las zonas que se est¨¢ verdaderamente expuesta a estos cambios, y a la que es necesario prestar mucha atenci¨®n si queremos recuperar su condici¨®n previa al parto, es el suelo p¨¦lvico y la zona del perin¨¦.
El suelo p¨¦lvico es un conjunto de m¨²sculos que constituyen la base de la pelvis, es decir, el suelo de la misma, acogiendo a sus ¨®rganos como son la vejiga, el ¨²tero y el recto.
Este suelo tiene una firmeza, a m¨ª me gusta explicar que es como un paraguas, es decir tiene una tensi¨®n, como cuando el paraguas est¨¢ abierto.
?Qu¨¦ puede ocurrir? Que durante el parto estos m¨²sculos se vean afectados y pierdan esa firmeza y se debilite, por lo que no sujetar¨¢ bien el resto de los ¨®rganos.
Esto conlleva problemas de prolapsos uterinos, incontinencia urinaria, trastornos en el tr¨¢nsito intestinal, dolores en el coxis, sacro, lumbares¡
?A cu¨¢ntas de vosotras os ha ocurrido que al estornudar o toser ten¨¦is la sensaci¨®n de que hab¨¦is tenido un peque?o escape de orina? ?O cu¨¢ntas not¨¢is que al orinar no pod¨¦is controlaros igual que antes de dar a luz?
Seguro que m¨¢s de una est¨¢ asintiendo mientras lee esto. Es un tema que puede dar cierto pudor tratar, pero que es necesario abordar lo antes posible con un especialista, ya sea un ginec¨®logo o un fisioterapeuta uro-ginecol¨®gico, porque que no hay que conformarse con ponerse compresas, hay otras soluciones, y os animo a buscar en vuestra ciudad un profesional que os ayude a mejorar vuestra calidad de vida.
Cada caso tendr¨¢ sus particularidades, pero me gustar¨ªa compartir algunos ejercicios que pod¨¦is ir haciendo en casa para trabajar y fortalecer la zona.
Existen varios tipos e incontinencia:
- ?La incontinenta de estr¨¦s o de esfuerzo que se produce cuando aumentamos la presi¨®n dentro del abdomen. Esto ocurre cuando tosemos, estornudamos¡
- ?La incontinencia de urgencia, que es la incontinencia que se acompa?a de un fuert¨ªsimo deseo de orinar tan r¨¢pido e intenso que no da tiempo a llegar al ba?o.
- ?La incontinencia mixta, que ocurre cuando se alternan las dos anteriores.
?Qu¨¦ ejercicios podemos realizar para empezar a ponerle remedio?
El primer paso consiste en localizar el m¨²sculo que queremos trabajar, ese m¨²sculo que ahora est¨¢ debilitado y que queremos volver a fortalecer.
Para localizarlo ser¨¢ necesario el diagn¨®stico de un fisioterapeuta ya que depender¨¢ por ejemplo de si te han realizado una episiotom¨ªa, si fueron necesarios f¨®rceps durante el parto... y entonces se encuentre m¨¢s debilitado.
Despu¨¦s llega el momento de ejercitarlo. Para ello contraes el suelo p¨¦lvico porque es precisamente ese m¨²sculo el que vamos a entrenar.
Esta sensaci¨®n de contracci¨®n es f¨¢cilmente reconocible. Para que lo entiendas mejor imagina que mientras est¨¢s orinando, quieres cortar el pis. Ese movimiento de contracci¨®n es el que necesitamos hacer para fortalecer el m¨²sculo.
Mantenemos la contracci¨®n 5 segundos y descansamos.
Siempre digo que lo mejor es comenzar por 5 segundos, pero hay que llegar a conseguir 10 segundos de contracci¨®n. Emplearemos el mismo tiempo de contracci¨®n que de reposo o relajaci¨®n del m¨²sculo.
Es bueno tambi¨¦n usar elementos de contracci¨®n externos como conos, de distinto tama?o, incluso bolas chinas para trabajarlo. Se introducen en la vagina y a trav¨¦s del movimiento de contracci¨®n intentamos retener el elemento dentro; si se cayera significar¨ªa que nuestro suelo p¨¦lvico est¨¢ bastante debilitado.
El objetivo de estos ejercicios es contraer y relajar el m¨²sculo para que, a base de entrenamiento, consigamos tonificarlo.
Esta meta no se logra en un d¨ªa o dos, sino que requiere de tiempo y paciencia, pero si persever¨¢is, conseguir¨¦is resultados.
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