Esto s¨ª es un refer¨¦ndum¡­ probablemente

El refer¨¦ndum est¨¢ operando con la ruptura l¨®gica del cuadro de la pipa de Ren¨¦ Magritte, titulado Ceci n'est pas une pipe (Esto no es una pipa): el ojo ve una cosa y el mensaje dice lo contrario. La consigna de la Generalitat proclama "Esto s¨ª es un refer¨¦ndum" aunque se vea la ficci¨®n desde minutos antes de la apertura de las urnas opacas ¨Cnunca mejor dicho¨C para aceptar votos en cualquier lugar, sin papeletas oficiales o sobres, sin Sindicatura Electoral, con la treta del censo universal y observadores internacionales que ni Maduro. No cumple ning¨²n requisito para serlo, pero el portavoz Jordi Turull ha anunciado, ¡°con garant¨ªas tal como nos comprometimos¡±, que "Esto s¨ª es un refer¨¦ndum".

El independentismo ha buscado la l¨®gica del Test del Pato de Riley: "Si anda como un pato, nada como un pato y vuela como un pato, entonces probablemente sea un pato". En definitiva, si hay urnas como en un refer¨¦ndum, si hay colegios electorales como en un refer¨¦ndum y hay votantes como en un refer¨¦ndum, entonces es un refer¨¦ndum. El propio Magritte, al explicar su cuadro, mencionaba que, en efecto, aquello no es realmente una pipa sino una representaci¨®n; puesto que esa pipa del cuadro no se puede llenar de tabaco y fum¨¢rsela. Eso es exactamente lo que sucede con el 1-O, al margen de la ley y las garant¨ªas elementales: no se trata de un refer¨¦ndum sino de una representaci¨®n.

Nada hace pensar que vayan a rectificar y a plantear otra hoja de ruta desde la pol¨ªtica. Probablemente los l¨ªderes independentistas incluso consideren un ¨¦xito su estrategia. Tras lograr la mundializaci¨®n del conflicto, han obtenido el bot¨ªn de las fotograf¨ªas anheladas. Como advert¨ªa S¨¹ddeutsche Zeitung, los independentistas han actuado ¡°buscando una foto para el mundo¡±. En las primeras horas, desde The Guardian a Clar¨ªn, muchos diarios abr¨ªan con im¨¢genes de violencia policial; y desde Frankfurter Allgemeine o Le Monde al Dagens Nyheter sueco, con las fuerzas de seguridad reprimiendo el voto. Objetivo cumplido. En definitiva, el cuadro de la pipa de Magritte pertenece a la serie La traici¨®n de las im¨¢genes.

La batalla que ellos tratan de dar en este momento nada tiene que ver con el resultado. Eso est¨¢ descontado desde mucho tiempo antes. Su pelea es con el principio de realidad, para lograr la aceptaci¨®n de que all¨ª est¨¢ sucediendo un refer¨¦ndum real que ha sido reprimido violentamente por un Estado antidemocr¨¢tico. No importa lo que sea realmente. Como dec¨ªa Groucho: ¡°?A quien va usted a creer usted, a m¨ª o a sus propios ojos?¡±. Los l¨ªderes independentistas han confiado en que los catalanes no crean a sus ojos, sino a ellos.