De Air Madrid a Monarch Airlines, ?qu¨¦ est¨¢ pasando en los cielos?
La locura de precios impuesta por el modelo low cost est¨¢ reventando el mercado a¨¦reo. Los viajeros, ?ganamos o perdemos en esta guerra?
El 15 de diciembre de 2006 cerraba la l¨ªnea a¨¦rea Air Madrid tras una larga serie de cancelaciones y retrasos. Dej¨® 7,5 millones de euros sin devolver en billetes emitidos hasta esa fecha y miles de pasajeros en tierra. Air Comet se qued¨® con sus rutas. Pero Air Comet cerr¨® tambi¨¦n de la noche a la ma?ana el 21 de diciembre de 2009 dejando tirados a otros miles de viajeros a ambos lados del Atl¨¢ntico.
El 29 de octubre de 2008 cerr¨® Sterling Airways, una compa?¨ªa a¨¦rea de bajo coste con sede en Dinamarca. Y en diciembre de 2009 dej¨® de operar Olimpic Airlines, la compa?¨ªa bandera de Grecia. En 2012 le toc¨® a la espa?ola Spanair, tras entrar en concurso de acreedores. Dos compa?¨ªas m¨ªticas, Japan Airlines y American Airlines quebraron en 2010 y 2012, respectivamente, aunque no suspendieron sus actividades porque la legislaci¨®n de Jap¨®n y de EE. UU. permite seguir volando a una compa?¨ªa que se ha declarado en quiebra, al contrario que la espa?ola.
Air Berl¨ªn est¨¢ en bancarrota. Tambi¨¦n Alitalia. Y acaba de cerrar Monarch Airlines, compa?¨ªa especializada en traer turistas brit¨¢nicos a ponerse como una gamba bajo el de Espa?a, dejando a m¨¢s de 110.000 pasajeros en tierra.
?Qu¨¦ diablos est¨¢ pasando all¨¢ arriba?
"Aunque hay muchos factores, el gran problema es la guerra de precios que ha impuesto el modelo low cost", confiesa un ejecutivo de una gran aerol¨ªnea del medio Oriente que prefiere quedar en el anonimato. "Todos quieren ser los m¨¢s baratos, pero ese modelo no siempre es viable. Hay que pagar fuel, mantenimiento de aviones, personal. Y el low cost deja muy pocos beneficios".
La irrupci¨®n de las low cost alter¨® para siempre el modelo de compa?¨ªas de corto y medio radio. El problema es que ahora llegan las low cost de largo radio. Empez¨® Norwegian ofreciendo vuelos a Am¨¦rica por menos de 300 euros. Iberia respondi¨® creando Level, para competir en el mismo segmento. Air France ya tiene su propia low cost de largo radio con vuelos a Brasil por una tarifa parecida. Y otras cinco grandes compa?¨ªas tradicionales europeas han creado -o est¨¢n en ello- sus filiales de bajo precio para vuelos transcontinentales.
La irrupci¨®n de las low cost alter¨® para siempre el modelo de compa?¨ªas de corto y medio radio. El problema es que ahora llegan las low cost de largo radio.
?Ganamos o perdemos los consumidores en este juego? A primera vista parece que ganamos: la competencia redunda en mejores precios, y siempre habr¨¢ un segmento de cleintes para vuelos baratos aunque sean inc¨®modos. Pero visto lo visto, la probabilidad de que te toque la loter¨ªa siendo uno de esos miles de pasajeros que se quedan en tierra porque cierra una aerol¨ªnea es cada vez m¨¢s alta. Incluso sin necesidad de cerrar: los miles de vuelos cancelados por Ryanair con la peregrina excusa de que se liaron con las vacaciones de los pilotos (Mr O'Leary da titulares dignos del El Mundo Today) han hecho saltar todas las alarmas.
"Este es un negocio muy complejo", asegura Eduardo Cadenas, director de Relaciones Internacionales del SEPLA, el sindicato espa?ol de pilotos, "con grandes fluctuaciones de beneficios de un ejercicio a otro. Desde el punto de vista de seguridad el consumidor puede estar tranquilo porque todas las low cost que operan en Europa cumplen los est¨¢ndar de calidad. Otra cosa es el confort y c¨®mo responden en caso de alg¨²n inconveniente. Si compras un billete a Nueva York por 99 euros y piensas que un avi¨®n de largo radio consume 90 kilos de combustible por minuto, y que ese combustible cuesta entre 0,70 y 0,90 euros por litro, pues no salen las cuentas. En un vuelo de dos horas puedes estar en un asiento no reclinable, sin comer y sin beber, y llevar poco equipaje. Pero, ?est¨¢s dispuesto a hacerlo en uno de 10 horas en el que te cobran hasta por respirar?"
"Las diferencias de precio en el low cost de largo radio no ser¨¢n nunca tan grandes como el de corto y medio", a?ade el ejecutivo de la compa?¨ªa de Oriente Medio. "Norwegian por ejemplo ofrece vuelos a EE. UU. por 149 euros/trayecto: 300 euros ida y vuelta. Suena excitante. Pero si le a?ades la maleta, comida y alg¨²n extra m¨¢s, la diferencia con las tarifas m¨¢s baratas de compa?¨ªas convencionales -que las tienen por unos 450 euros- no es tan significativa.
"De momento la influencia del bajo coste en vuelos transcontinentales es poca", reconoce Cadenas, portavoz del SEPLA. "Es m¨¢s el ruido medi¨¢tico y publicitario. Acabar¨¢ siendo importante, pero de momento es m¨¢s el jaleo en medios que el impacto real".
M¨¢s competencia, precios m¨¢s baratos. Eso es bueno para el consumidor. Pero a menor beneficio, peor servicio y m¨¢s riesgo de quiebra. Y visto el caos que genera cada cierre de aerol¨ªnea -con miles de viajeros tirados por aeropuertos de medio mundo sin poder regresar ni recuperar su dinero-... ?es realmente bueno para el consumidor?
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