El origen de los misteriosos humanos de la isla de Pascua

Si tienes en casa una bola del mundo ¨Cy en caso contrario te recomiendo comprar una cuanto antes¡ª, g¨ªrala hasta la posici¨®n en que no veas casi nada: ni Eurasia ni Am¨¦rica, ni ?frica ni Australia, ni siquiera las grandes islas de Madagascar, Pap¨²a o Nueva Zelanda. Justo all¨ª, en mitad de ninguna parte, en ese desierto oce¨¢nico al que ni siquiera alcanza el enjambre de islas melan¨¦sicas y polin¨¦sicas del Pac¨ªfico sur, hallar¨¢s si tienes suerte la Isla de Pascua, Easter en ingl¨¦s y Rapa Nui en el primitivo lenguaje de los ind¨ªgenas. Casi en la mitad exacta entre las islas m¨¢s orientales de la Polinesia francesa y la costa occidental de Chile, la isla de Pascua y sus misteriosos habitantes antiguos, que construyeron los c¨¦lebres moais a costa de arruinar el propio ecosistema del que depend¨ªan, ha fascinado a los estudiosos y a los aventureros durante siglos. Lee en Materia de qu¨¦ forma el ADN antiguo de cinco pascuenses ha puesto patas arriba la hip¨®tesis dominante sobre el origen de estos enigm¨¢ticos humanos.

Esa hip¨®tesis, en su forma original y m¨¢s c¨¦lebre, sostiene que los polin¨¦sicos en general, y los habitantes de Pascua en particular, llegaron all¨ª desde Suram¨¦rica, y gran parte de su fascinaci¨®n perdurable se debe al antrop¨®logo y aventurero noruego Thor Heyerdahl (1914-2002), que organiz¨® en 1947 la expedici¨®n Kon-Tiki, una balsa artesanal como la que pod¨ªan haber fabricado los indios precolombinos. Con ella recorri¨® los 8.000 kil¨®metros que separan las costas occidentales de Suram¨¦rica del archipi¨¦lago Tuamotu, en la Polinesia francesa. Heyerdahl produjo as¨ª una prueba de principio de que los polin¨¦sicos pod¨ªan haber llegado all¨ª desde las costas suramericanas. Pero una prueba de principio no es una prueba. Las pruebas de verdad llegar¨ªan mucho despu¨¦s con las comparaciones de ADN.

Hace a?os que se considera demostrado que los pueblos del Pac¨ªfico provienen del sureste asi¨¢tico y Pap¨²a-Nueva Guinea. De hecho, estas poblaciones tienen un porcentaje notable de genoma denisovano, la misteriosa poblaci¨®n contempor¨¢nea de los neandertales que se cruz¨® con nuestra especie, el Homo sapiens, en tierras asi¨¢ticas. Quedaban dudas de si, pese a ello, los indios precolombinos hab¨ªan llegado a Rapa Nui y se hab¨ªan cruzado all¨ª con los polin¨¦sicos originales. Los nuevos datos, sin embargo, parecen descartarlo. La Kon-Tiki se quedar¨¢ probablemente en una curiosidad hist¨®rica: solo demuestra lo que puede hacer un aventurero noruego en nuestros d¨ªas. As¨ª es la vida, y as¨ª avanza la ciencia.

Los nuevos datos, en cualquier caso, muestran el poder anal¨ªtico que tienen las comparaciones gen¨®micas para aclarar los acontecimientos hist¨®ricos. M¨¢s vale el ADN de cinco fragmentos ¨®seos que la expedici¨®n m¨¢s espectacular que haya podido concebir nuestro esp¨ªritu aventurero. ?Triste? No: la verdad nunca lo es.