Regocijo y peligro de los paralelismos del ¡®proc¨¦s¡¯

Desde que declar¨® la guerra (de sobrentendidos, de exageraciones), el independentismo catal¨¢n, el oficial y el oficioso, ha recurrido con frecuencia al regocijante juego de los paralelismos. Le han servido personajes del pasado remoto y se aprovech¨® de todo lo que pudo para hacer una tortilla que ha degustado con corbata y sin ella. Paralelismos para todas las estaciones. El de ayer fue el paralelismo Companys, que fue b¨¢rbaramente tratado por la realidad y por la historia. George Orwell, que sirve tanto en el mundo de los paralelismos, declar¨® que de todo lo que pas¨® destacaron la confusi¨®n y la imprudencia. Pero lo dices hoy, o lo insin¨²as, y aunque no seas Pablo Casado (que meti¨® la pata hasta el corvej¨®n) te cae un chaparr¨®n de truenos.

Pero es un paralelismo, y ah¨ª estuvo el presidente Companys expuesto ayer, como queriendo decir. La cuesti¨®n ahora no es la Guardia de Asalto ni Franco. La cuesti¨®n ahora es ese guarismo, 155. Ese art¨ªculo tan mentado se est¨¢ usando como si fuera un ung¨¹ento preparado por los unionistas, por los fascistas, para este mismo instante de la historia. Imag¨ªnense que se re¨²nen Miquel Roca, Carrillo, Peces-Barba, el vasco Arzalluz, el jurista Herrero de Mi?¨®n, el comunista Jordi Sol¨¦ Tura, que merece un altar laico en la historia, y Fraga Iribarne¡­ Abren la bola de adivinar y dicen: como esto va a pasar en Catalu?a y ah¨ª van a estar Puigdemont, Forcadell, Junqueras, la CUP y tots aquests, hagamos un 155 para que se enteren.

Es muy probable que ninguno de los que hablan m¨¢s, aqu¨ª i enll¨¢, se haya le¨ªdo esas l¨ªneas en que consiste ese art¨ªculo que ahora parece que cae como un paralelismo sobre la cabeza del patricio que tiene que explicar ma?ana a las diez el estupor creado por sus dudas. Pero ah¨ª est¨¢ el 155, haci¨¦ndose presente como un dios maldito enviado por la lengua de fuego de los espa?oles b¨¢rbaros que quieren el mal de los buenos.

En estos D¨ªas Nacionales del Paralelismo quiero contribuir con uno en torno al que hay un silencio que a muchos nos duele mucho: el asesinato de Ernest Lluch, matado por ETA. El asesinato de Lluch, la ausencia de graves personas, como el citado Sol¨¦ Tura, como el senador Barral, tan ingenuo y tan melanc¨®lico. Como aquellos que no son recordados quiz¨¢ porque en la fiesta de las rememoraciones hace rato que no tienen sitio. La patria catalana ahora s¨®lo tiene tiempo para las efem¨¦rides que arden mejor en el fuego de campamento. Ahora se recuerda en contra.

Y termino con algo que acabo de leer y es de hace centurias, y no tiene que ver con el proc¨¦s pero s¨ª con los paralelismos y vale para alertar de lo que pasa teniendo en cuenta lo que ya pas¨®. Es de Montesquieu y est¨¢ citado en el libro Cl¨¢sicos para la vida (El Acantilado), de Nuccio Ordine. Dice as¨ª: ¡°Si supiera alguna cosa que me fuese ¨²til y que resultara perjudicial para mi familia, la expulsar¨ªa de mi mente. Si conociera alguna cosa ¨²til para mi familia pero que no lo fuese para mi patria, tratar¨ªa de olvidarla. Si conociera alguna cosa ¨²til para mi patria pero perjudicial para Europa y da?ina para el g¨¦nero humano, la considerar¨ªa un crimen¡±.

A ver si van a perseguir ahora a Montesquieu por ser tan ¨²til para trazar paralelismos sobre el regocijo y los paralelismos que rodean el proc¨¦s. Pero es dif¨ªcil pensar que Montesquieu tenga una calle, por ejemplo, en Sabadell.