Pulso al Estado, simplemente

En enero de 2013, el Parlamento de Catalu?a declar¨® solemnemente, por mayor¨ªa, que la soberan¨ªa resid¨ªa en el pueblo de Catalu?a. Ah¨ª empez¨® la fase del catalanismo separatista. Hasta entonces los nacionalistas se hab¨ªan contenido, fue en aquel momento que hicieron expl¨ªcita su aspiraci¨®n ¨²ltima: constituirse en un Estado independiente y soberano.

Ahora bien, ?es eso lo que realmente pretenden?, ?los nacionalistas m¨¢s l¨²cidos, con m¨¢s sentido de la realidad, creen que es posible? No lo creo. Si son m¨ªnimamente cultos e inteligentes, si tienen alguna idea de econom¨ªa y derecho, saben que la independencia es imposible por razones jur¨ªdicas y es catastr¨®fica por razones econ¨®micas. Lo estamos viendo: las empresas huyen y ning¨²n Estado del mundo occidental est¨¢ dispuesto a reconocer a Catalu?a como Estado.

Entonces, ?qu¨¦ pretenden? A mi modo de ver, pretenden echar un pulso al Estado, chantajearlo, para ver si llegan a un pacto en el que obtengan determinadas ventajas que aumenten su poder en Catalu?a y puedan vender a los suyos, a los que han cre¨ªdo en ellos, el resultado de este pacto como una gran victoria en una batalla en la que era muy dif¨ªcil ganarlo todo: ya llegar¨¢ el momento en que eso ser¨¢ posible.

En este momento, con que dieran a Catalu?a el estatus de naci¨®n, con un trato privilegiado especial; un sistema de financiaci¨®n con las mismas ventajas del Concierto vasco y navarro, y m¨¢s competencias, sobre todo en los aspectos econ¨®micos e internacionales; si les dieran todo eso, lo considerar¨ªan una salida digna. ¡°No es la victoria final, seguiremos luchando por la independencia, pero es un gran paso adelante¡±, les dir¨ªan a los suyos. Por eso solicitan una mediaci¨®n, clara se?al de que est¨¢n a la defensiva, se han comprometido a algo que no pueden cumplir.

Existe un cierto des¨¢nimo entre los contrarios a la independencia de Catalu?a. Comprensible pero injustificado. Son los independentistas los que no saben ya c¨®mo seguir adelante. Ahora se invoca que Espa?a es un pa¨ªs donde los derechos humanos est¨¢n sistem¨¢ticamente vulnerados, para que se nos considere como Kosovo. Algo que da risa. Y pena. Pero es un ¨²ltimo recurso.

Salirse del l¨ªo en que estamos ser¨¢ complicado, pero nos saldremos si el Gobierno tiene clara una cuesti¨®n fundamental: que lo previo es restablecer el orden constitucional en Catalu?a sin ceder en nada, que en esta labor se tienen que utilizar todos los medios legales necesarios, y que una vez cubierta esa fase, si algo hay que reformar, no debe ser para satisfacer a los nacionalistas catalanes sino porque as¨ª lo necesitan y acuerdan todos los espa?oles. Si esto lo tiene claro el Gobierno, la soluci¨®n no ser¨¢ f¨¢cil pero est¨¢ ya al alcance de la mano.