La atenci¨®n de los superdotados
Quejas por las afirmaciones que se hac¨ªan en un reportaje sobre los falsos diagn¨®sticos a ni?os con altas capacidades intelectuales
Los ni?os superdotados pueden enfrentarse a un verdadero calvario en la escuela y en el proceso de inserci¨®n en una sociedad que, obviamente, no est¨¢ a su altura. Uno de los problemas m¨¢s frecuentes es el de recibir, adem¨¢s, un diagn¨®stico err¨®neo. De todo esto trataba el reportaje?Los falsos diagn¨®sticos publicado el pasado domingo en la edici¨®n digital, y al d¨ªa siguiente en la edici¨®n impresa (¡°Un falso diagn¨®stico¡±).
El reportaje part¨ªa del relato de la madre de un joven superdotado (Enol), tratado err¨®neamente por un trastorno de d¨¦ficit de atenci¨®n (TDAH) y medicado de acuerdo con ese diagn¨®stico. Ateni¨¦ndose al testimonio de la madre, en el texto se dec¨ªa que la muerte del joven se hab¨ªa producido en un accidente de tr¨¢fico "cuando conduc¨ªa medicado¡±. En el reportaje se afirmaba, adem¨¢s: 'El medicamento que se administra en el caso de los pacientes con d¨¦ficit de atenci¨®n es el metilfenidato, un derivado de la metanfetamina que puede generar, seg¨²n los especialistas, adicci¨®n adem¨¢s de otros efectos secundarios como alteraciones en el sue?o, en el peso y en el crecimiento'.
El mismo lunes me escribi¨® un lector, Luis Morr¨¢s, para quejarse del art¨ªculo que, ¡°como ocurre con frecuencia¡± al abordar el TDAH, contiene en su opini¨®n ¡°inexactitudes, t¨®picos y generalizaciones¡±. ¡°En este caso, el articulista aprovecha el tema principal para inducir valoraciones negativas sobre la medicaci¨®n con metilfenidato. Este medicamento no causa adicci¨®n, aunque s¨ª puede producir alteraciones en el sue?o (insomnio) o p¨¦rdida de apetito. Lo que es inaceptable es que insin¨²en que un joven muri¨® porque conduc¨ªa medicado, cuando lo que produce el medicamento es un incremento de la concentraci¨®n y mejora del control de la impulsividad entre otras cosas. Es decir, que en realidad reduce la probabilidad de accidente¡±. El mismo lector critica las declaraciones que se recogen en el texto de una psic¨®loga, y concluye: ¡°Lo peor del caso es que mucha gente que lee su peri¨®dico da por buenas las inexactitudes tendenciosas que se vierten en este art¨ªculo¡±.
Al d¨ªa siguiente lleg¨® a mis manos la carta de Mariano Trillo Garrigues, m¨¦dico psiquiatra infanto-juvenil en la que hace constar su ¡°malestar¡±, ¡°compartido por muchos compa?eros de la Asociaci¨®n de Psiquiatr¨ªa del Ni?o y del Adolescente¡±. En la que se?ala: ¡°En primer lugar, las altas capacidades y el TDAH no son mutuamente excluyentes, y ambos pueden causar dificultades tanto en el rendimiento acad¨¦mico como en el ajuste social. Las medicaciones de primera indicaci¨®n para el TDAH son estimulantes del cerebro, y existe rotunda evidencia cient¨ªfica de que ayudan a estos pacientes a reducir su propensi¨®n a accidentes de tr¨¢fico, ya que mejoran la concentraci¨®n y disminuyen las conductas impulsivas. Por a?adidura, no son sedantes, aunque ayudan a pacientes de excesiva actividad f¨ªsica a controlarse mejor, y est¨¢ cient¨ªficamente demostrado que no solamente no producen adicci¨®n sino que ayudan a prevenir otras adicciones. La propensi¨®n a accidentes est¨¢ asociada al propio TDAH por la b¨²squeda de sensaciones intensas que presentan muchos de estos pacientes, que se reducen con el tratamiento. Y en cualquier caso muchos j¨®venes tienen accidentes de tr¨¢fico por su inexperiencia o por mala suerte¡±.
He remitido estas quejas a la secci¨®n de Noticias, donde se realiz¨® y public¨® el reportaje y he recibido la siguiente respuesta:
¡°Los efectos secundarios de la medicaci¨®n que se se?alan en el texto fueron apuntados por el psiquiatra Jos¨¦ Luis Pedreira, exjefe de psiquiatr¨ªa del Hospital Ni?o Jes¨²s y por Arturo Vilorio, ponente en el congreso El Mundo Del Superdotado, con quien se contact¨® para la elaboraci¨®n del reportaje aunque no se mencionan en ¨¦l. Como en otros muchos casos, se ha recurrido a una fuente que nos sirve para contextualizar pero que no destacamos en el texto. En cualquier caso, se se?ala que ese medicamento ¡°puede¡± generar adicci¨®n¡±.
¡°En el texto se habla de la muerte de Enol, ¡°cuando estaba medicado¡±, seg¨²n nos relat¨® su madre, quien insisti¨® en que se hab¨ªa enganchado a la medicaci¨®n. No decimos que sea consecuencia de ello¡±.
Ante estas explicaciones, que envi¨¦ inicialmente al se?or Morr¨¢s, este respondi¨® poniendo en duda que el profesor Pedreiras hubiera podido hablar de que los medicamentos en cuesti¨®n puedan generar adicci¨®n, cuando esto no consta entre los efectos secundarios de los mismos. Y a?ade respecto a la explicaci¨®n que por qu¨¦ se se?al¨® en el texto que Enol conduc¨ªa medicado cuando sufri¨® un accidente mortal: ¡°Aunque es cierto que no pone "tuvo un accidente porque estaba medicado", s¨ª insin¨²a que hay una relaci¨®n por el hecho de mencionarlo (y no si ten¨ªa sue?o, hambre, hab¨ªa comido demasiado, ten¨ªa prisa, etc¨¦tera). No puedo dejar de destacar que en el prospecto de [el medicamento]?concerta no hay recomendaciones en contra de conducir, como sucede -por ejemplo- con los medicamentos contra el catarro¡±.
Entiendo que las objeciones fundamentales al reportaje son dos, a tenor de lo que denuncian ambas cartas:
En primer lugar, se discute que el metilfenidato que se administra a los pacientes con TDAH, pueda llegar a causar adicci¨®n. Ante las dudas planteadas he hablado por tel¨¦fono con el profesor Jos¨¦ Luis Pedreira, exjefe de psiquiatr¨ªa del Hospital Ni?o Jes¨²s de Madrid, quien reitera: ¡°Algunos medicamentos que se administran a los pacientes con TDAH podr¨ªan causar adicci¨®n. Son derivados de las anfetaminas y siempre que se utilizan las anfetaminas hay adicci¨®n, al menos psicol¨®gica¡±.
Respecto a las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento en accidente del joven Enol, creo que los lectores tienen raz¨®n. Aunque no se acuse directamente a la medicaci¨®n del accidente, es indudable que al aportar ese ¨²nico dato a las circunstancias en que se produjo, se hace recaer en ¨¦l, indirectamente, la responsabilidad del suceso.
Hubiera sido importante tambi¨¦n se?alar en el texto que el falso diagn¨®stico de TDAH que reciben a veces los superdotados, no siempre es falso, dado que dicho trastorno no es incompatible con un alto coeficiente intelectual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.