Puigdemont hace trampa a las cartas

El president Carles Puigdemont hace trampas a las cartas. Escribiendo al presidente Mariano Rajoy desliza inexactitudes, enga?os y alguna fantas¨ªa:

¡°El pueblo de Catalu?a, el d¨ªa 1 de octubre, decidi¨® la independencia en un refer¨¦ndum con el aval de un elevado porcentaje de electores¡±. No es as¨ª. El pueblo de Catalu?a no decidi¨® nada, pues no fue convocado legalmente ya que la ley del refer¨¦ndum del Parlament del 6 de septiembre estaba suspendida por el Tribunal Constitucional (TC). Y porque incluso, seg¨²n los datos de la Generalitat, ni fiables, ni controlados por nadie, ni respetuosos de los garantismos de la propia ley, ni avalados por los observadores internacionales progubernamentales, el 57% de los catalanes no particip¨®. Los independentistas, s¨ª: un 90% del 43% de un censo gaseoso. Eso est¨¢ lejos de ser un pueblo hablando con una sola voz. Por tanto, carece de mandato popular para decidir ninguna secesi¨®n.

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Independencia de Catalu?a, ¨²ltimas noticias

¡°Un porcentaje superior al que ha permitido al Reino Unido iniciar el proceso del Brexit¡±. Al fin se reconoce que el disparate del proc¨¦s debe compararse con el Brexit. Por irracional, y porque excluir¨ªa a Catalu?a de la Uni¨®n Europea (UE). Pero el dato es falso: el Brexit, adem¨¢s de ser legal, registr¨® una participaci¨®n del 73% (y los partidarios de salir, el 53%) lo que legitim¨® el resultado. Lo contrario de Catalu?a.

¡°Un n¨²mero mayor que el que vot¨® el Estatut de Autonom¨ªa¡±. Falso. El Estatut de 1979 lo votaron 2.327.038 catalanes (el 88,62%) con una participaci¨®n del 59,7%; el de 2006, 2.570.846 catalanes (y la Constituci¨®n espa?ola, 2,7 millones de ciudadanos de Catalu?a: la participaci¨®n fue del 67,91%, dos puntos superior a la media, y los votos favorables, del 90,46%). En los tres casos, un n¨²mero superior a los 2.044.038 que se dice votaron el 1-O.

¡°Lo hice [la suspensi¨®n de la declaraci¨®n de independencia] para propiciar el di¨¢logo que de manera reiterada nos han hecho llegar instituciones y dirigentes pol¨ªticos de todo el mundo¡±. Ning¨²n dirigente, y menos de la UE, ha pedido a Rajoy que negocie la independencia de Catalu?a con Puigdemont. S¨ª que respete la Constituci¨®n y dialogue dentro de ella. Al contrario, le han avisado de que esa declaraci¨®n de independencia atenta contra el orden constitucional y de que una Catalu?a que quisiera desgajarse unilateralmente de Espa?a no tendr¨ªa cabida en Europa. Y lo han hecho tanto para evitar el efecto domin¨® como por una raz¨®n jur¨ªdica muy sencilla. El art¨ªculo 2 de la (anulada) ley de refer¨¦ndum declara que: ¡°El pueblo de Catalu?a es un sujeto pol¨ªtico soberano y como tal ejerce el derecho a decidir libre y democr¨¢ticamente su condici¨®n pol¨ªtica¡±.

Pero resulta que el art¨ªculo 4.2 del Tratado de la UE proclama: ¡°La Uni¨®n respetar¨¢ la igualdad de los Estados miembros ante los Tratados, as¨ª como su identidad nacional, inherente a las estructuras fundamentales pol¨ªticas y constitucionales de estos, tambi¨¦n en lo referente a la autonom¨ªa local y regional. Respetar¨¢ las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden p¨²blico y salvaguardar la seguridad nacional. En particular, la seguridad nacional seguir¨¢ siendo responsabilidad exclusiva de cada Estado miembro¡±. Por tanto, los Estados miembros de la UE se mantendr¨¢n sin duda del lado de la Constituci¨®n y de la integridad territorial de Espa?a, aunque puedan criticar en sordina alguna actuaci¨®n gubernamental.

Adem¨¢s, si Puigdemont cree de verdad en el di¨¢logo, ?por qu¨¦ su partido anuncia que no acudir¨¢ a la comisi¨®n del Congreso que el PSOE ha propuesto para iniciar la reforma de la Constituci¨®n? Un di¨¢logo condicionado a que trate de la secesi¨®n ?es viable? ?es capaz de ser fruct¨ªfero?

¡°El 10 de octubre, el Parlament celebr¨® una sesi¨®n con el objeto de valorar el resultado del refer¨¦ndum¡±. Inexacto. Esa era la convocatoria del 9 de octubre, anulada por el TC. Ante ello, el president pidi¨® comparecer para informar ¡°sobre la situaci¨®n pol¨ªtica¡±. Se trata de un detalle no banal, pues el art¨ªculo 4.4 de la ley del refer¨¦ndum especifica que la sesi¨®n para ¡°efectuar la declaraci¨®n formal de independencia¡± debe valorar ¡°la proclamaci¨®n de los resultados oficiales¡± de la votaci¨®n por la sindicatura electoral, que fue destituida antes por el Govern. Y a los dos d¨ªas de hacerlo: ahora ya no podr¨ªa, han pasado m¨¢s.

¡°Tampoco ha sido atendida la petici¨®n de revertir la represi¨®n¡±. Frase enga?osa. Se refiere a las medidas cautelares de prisi¨®n dictadas por la Audiencia Nacional contra los dos Jordis. Aunque la Fiscal¨ªa influyese, la decisi¨®n fue aut¨®noma de la juez. No la adopt¨® el Gobierno.

¡°La decisi¨®n de aplicar el art. 155 (...), que la ¨²nica respuesta sea la suspensi¨®n de la autonom¨ªa, indica que no se es consciente del problema¡±. Quiz¨¢ Puigdemont no es consciente de que el 155 no implica ¡°la suspensi¨®n de la autonom¨ªa¡±: solo permite al Gobierno tomar medidas para ¡°obligar¡± a la comunidad vulneradora de la legalidad a su ¡°cumplimiento forzoso¡±. De momento, el ¨²nico que ha desplumado la autonom¨ªa ha sido el bloque secesionista, al aprobar el 6 y 8 de septiembre sendas leyes que derogan parcialmente el Estatut (y la Constituci¨®n).

El Parlament ¡°podr¨¢ proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaraci¨®n formal de la independencia que no vot¨® el 10 de octubre¡±. Solo podr¨ªa si la ley del refer¨¦ndum fuese legal y rigiese, pero el TC la anul¨® el martes. Carece pues de base para ello, por lo que supondr¨ªa duplicar el golpe parlamentario del 6 y el 8 de septiembre.

Conclusi¨®n. El independentismo es leg¨ªtimo. Defenderlo con falsedades, no.

* Fe de erratas: Los votos afirmativos en el refer¨¦ndum de 2006 sobre el Estatut fueron 1.899.897 y no 2.570.846.