Intervenida, no suspendida, la autonom¨ªa

El Gobierno de Mariano Rajoy dio ayer el paso esperado ante la rebeli¨®n catalana, dando una muestra clara de que el Estado tiene una capacidad coercitiva fort¨ªsima para restaurar el orden constitucional roto por el Govern y el Parlament catalanes. Esa fuerza no es solo judicial, sino sobre todo, pol¨ªtica. Los espa?oles hemos vuelto a comprobar la capacidad motora de un acuerdo PP-PSOE (apoyado esta vez por Ciudadanos). Entre los tres grupos pol¨ªticos representan una mayor¨ªa de 252 diputados en el Congreso de los Diputados.

La activaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n se ha hecho como hab¨ªa que hacerla: sin complejos y sin dejar resquicios para que el independentismo siguiera haciendo trampas y violentando la legalidad que los espa?oles (incluida una mayor¨ªa muy amplia de los catalanes) votamos en 1978.

El Consejo de Ministros decidi¨® intervenir la autonom¨ªa con cuatro objetivos: volver a la legalidad, recuperar la normalidad y la convivencia en Catalu?a, continuar con la recuperaci¨®n econ¨®mica que pon¨ªa el peligro el secesionismo y celebrar elecciones auton¨®micas lo antes posible. Adem¨¢s, por primera vez en mucho tiempo, Rajoy sali¨® a dar la cara y a explicar las medidas adoptadas. Se echaba de menos una pol¨ªtica de comunicaci¨®n proactiva, que hab¨ªa permitido que el discurso catal¨¢n creciera con falacias y mentiras.

Inmediatamente, las fuerzas del independentismo, sus socios (declarados o emboscados, como Podemos) y los medios de comunicaci¨®n y periodistas secesionistas se lanzaron a intentar modificar el relato de los hechos. Frente a la intervenci¨®n propuesta por el Ejecutivo al Senado de la naci¨®n, las fuerzas que ondean la estelada afirmaron, sin pudor, primero que se hab¨ªa suspendido el autogobierno y posteriormente, que se hab¨ªa declarado el estado de excepci¨®n o incluso que se hab¨ªa dado un golpe de Estado.

Curiosa lectura de quienes han suspendido la Constituci¨®n y el Estatuto en dos votaciones los d¨ªas 6 y 8 de septiembre pasados, y han declarado la independencia tras un refer¨¦ndum fraudulento, dando, ellos s¨ª, un golpe al Estado democr¨¢tico. Es un paso m¨¢s en la escalada de victimismo que cada vez tiene menos credibilidad, a medida que se descubre que sus promesas y sus mensajes est¨¢n plagados de enga?os y, lo que es m¨¢s peligroso, de ideas xen¨®fobas y supremacistas.

Una vez activado el 155, la pelota est¨¢ ahora en el tejado del Senado, cuya mesa inici¨® ayer los tr¨¢mites para su aprobaci¨®n, que podr¨ªa producirse el pr¨®ximo viernes, 27 de octubre. Entonces, se proceder¨¢ al cese del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, su vicepresidente, Oriol Junqueras, y todos los consejeros, adem¨¢s de ejercer un control riguroso sobre el Parlament. Y antes de seis meses se convocar¨¢n elecciones auton¨®micas en Catalu?a.

Se pondr¨¢n en marcha entonces las acciones enumeradas en el documento de 19 p¨¢ginas enviado por el Gobierno al Senado. Un camino que no va a ser nada f¨¢cil. En primer lugar, porque el independentismo seguir¨¢ llenando la calles de personas y banderas y, desgraciadamente, no se pueden descartar enfrentamientos en una Catalu?a tan fracturada como la actual.

Hay adem¨¢s otro problema a?adido que ayer mismo empez¨® a asomar. ?Aguantar¨¢ el tir¨®n el PSOE? Algunos alcaldes del PSC se mostraron ayer contrarios a la aplicaci¨®n del 155, a pesar de que el secretario de Organizaci¨®n socialista, Jos¨¦ Luis ?balos, apoyara expl¨ªcitamente las medidas del Gobierno. Pedro S¨¢nchez ha negociado con Mariano Rajoy las actuaciones ante la rebeli¨®n catalana, obteniendo el compromiso del PP de iniciar inmediatamente las conversaciones para reformar la Constituci¨®n de 1978.

Es muy importante que a S¨¢nchez no le tiemble el pulso cuando en los pr¨®ximos d¨ªas los independentistas y los antisistema de Podemos criminalicen la acci¨®n del Estado poniendo a los socialistas en el disparadero. El secretario general del PSOE ha optado por una pol¨ªtica de Estado (¡°la mejor forma de defender la Constituci¨®n es poner freno a cualquier quiebra unilateral¡±, dijo ayer), en l¨ªnea con la historia de su partido, y es imprescindible que la mantenga, como ¨¦l mismo ha declarado una y otra vez en las ¨²ltimas semanas.

Las autoridades catalanas tienen todav¨ªa una oportunidad para frenar el 155: aprovechar la semana que viene para disolver el Parlament y convocar anticipadamente las elecciones auton¨®micas. PP, PSOE y Ciudadanos aceptar¨ªan esa decisi¨®n como una vuelta a la legalidad y paralizar¨ªan la ejecuci¨®n del 155. Algo que, sin embargo, no parece que vaya a pasar a la vista de la respuesta que dieron ayer desde la Generalitat, el Parlament y los principales l¨ªderes independentistas.

Por el contrario, en Madrid no se descarta que Puigdemont se deje llevar por las presiones de ERC y la CUP y proclame la rep¨²blica catalana alg¨²n d¨ªa de la pr¨®xima semana, tal y como amenaz¨® en la carta de respuesta a Rajoy el jueves pasado. El conflicto no ha acabado. Ni mucho menos. Nos quedan algunas semanas ¨¢lgidas, meses complicados y a?os para que se pueda recuperar la concordia y la convivencia en Catalu?a.