Aciertos y riesgos del art¨ªculo 155
Adem¨¢s de limitar los efectos negativos de imagen a apenas 55 d¨ªas, frena la tentaci¨®n del ala m¨¢s conservadora del PP
Mariano Rajoy dio el viernes un golpe de autoridad y eficacia con las medidas desplegadas para aplicar el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. El cese de todo el Gobierno de la Generalitat y, sobre todo, la convocatoria de elecciones auton¨®micas el 21 de diciembre, no solo arrebataron los titulares de las portadas de la prensa de todo el mundo, sino que mostraron la voluntad del Estado de actuar de forma quir¨²rgica y no como un castigo o una venganza frente al independentismo.
El 155 expr¨¦s y de corta duraci¨®n es un acierto completo, porque adem¨¢s de limitar los efectos negativos de imagen a apenas 55 d¨ªas, frena en seco la tentaci¨®n del ala m¨¢s conservadora del PP de intervenir sobre la educaci¨®n en Catalu?a o incluso ilegalizar los partidos secesionistas. Ambas actuaciones hubieran sido aut¨¦ntica gasolina para avivar el fuego del secesionismo.
La mejor prueba del acierto de la interpretaci¨®n (firme pero proporcionada) del 155 es la respuesta positiva y sin fisuras de los grupos pol¨ªticos constitucionalistas, tanto en Espa?a como en Catalu?a. Tan solo mantienen la cr¨ªtica los independentistas y los l¨ªderes de Podemos, que han vuelto a quedar en el limbo pol¨ªtico, situ¨¢ndose en la inquisici¨®n virtual a trav¨¦s de sus cuentas en redes sociales. ?C¨®mo se puede condenar a la vez la declaraci¨®n de independencia y las medidas para restaurar la legalidad, como hizo Pablo Iglesias?
El camino que inicia ahora el bloque constitucionalista en Catalu?a no est¨¢, sin embargo, exento de riesgos. El primero de ellos est¨¢ en la calle y en el grado de desobediencia con que respondan los insurrectos. La amenaza de activar la asamblea de cargos electos (una especie de asamblea bolivariana que mostr¨® su fuerza en la escalinata del Parlamento tras la declaraci¨®n de independencia con los alcaldes blandiendo sus bastones de mando) puede incitar a tomar las calles y provocar nuevas im¨¢genes de violencia que volver¨ªan a desacreditar la fuerza leg¨ªtima de un Estado democr¨¢tico para hacer cumplir la ley.
Adem¨¢s, el papel de la televisi¨®n y la radio p¨²blica catalana puede ser un obst¨¢culo claro para recuperar la normalidad en Catalu?a. Ayer mismo, TV3 envi¨® las c¨¢maras para grabar el discurso de desobediencia del cesado Carles Puigdemont, que se emiti¨® con el r¨®tulo de president de la Generalitat. Algo habr¨¢ que hacer, porque lo pr¨®ximo ser¨¢ hablar de fuerzas de ocupaci¨®n frente a la rep¨²blica catalana o seguir convocando a la resistencia en defensa de un Estado ficticiamente independiente.
El desaf¨ªo independentista catal¨¢n
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