Volver a la estabilidad

Uno de los indicadores m¨¢s fiables de los da?os causados en la sociedad catalana por el secesionismo es el cambio masivo de sede de las empresas. Hasta el momento, m¨¢s de 1.800 compa?¨ªas han abandonado la comunidad aut¨®noma, empujadas por una atm¨®sfera irrespirable de inseguridad jur¨ªdica, por las expectativas de que la situaci¨®n pod¨ªa llegar a ser violenta y por el temor a perder el paraguas de la estabilidad econ¨®mica europea. Desde el viernes pasado, hay razones para suponer que con la recuperaci¨®n de la estabilidad pol¨ªtica se restaurar¨¢ la seguridad jur¨ªdica, un intangible que para los inversores condiciona en primera instancia la rentabilidad futura del capital.

Todas las instituciones econ¨®micas internacionales y tambi¨¦n el Gobierno espa?ol est¨¢n de acuerdo en que el da?o causado por el fallido intento independentista est¨¢ en relaci¨®n directa al tiempo que tarde en restablecerse la seguridad pol¨ªtica y jur¨ªdica en Catalu?a. Cuanto m¨¢s se demore la normalidad, mayor ser¨¢ el deterioro econ¨®mico, desde la contracci¨®n de las inversiones hasta la ca¨ªda del turismo; y cuanto m¨¢s se demore la liquidaci¨®n de este proc¨¦s m¨¢s riesgo existe de que la inestabilidad econ¨®mica en Catalu?a se propague a la econom¨ªa espa?ola y, por cierto, tambi¨¦n a la europea.

Por tales razones es imprescindible estabilizar la pol¨ªtica y la econom¨ªa catalanas con cierta premura. Hay motivos para suponer que las decisiones del Gobierno (aplicaci¨®n del art¨ªculo 155, convocatoria de elecciones auton¨®micas el 21 de diciembre) contribuir¨¢n a llegar a esa normalidad, salvo que medien convulsiones sociales o pol¨ªticas. De hecho, las empresas catalanas han empezado a recuperar parte de la capitalizaci¨®n burs¨¢til perdida durante la crisis del proc¨¦s. Los signos de normalizaci¨®n que proceden de los mercados son las medicinas m¨¢s eficaces para recuperar la confianza empresarial.

No basta con la intervenci¨®n pol¨ªtica del Estado para recuperar la estabilidad. Una de las condiciones indispensables para recuperar el pulso econ¨®mico es que no se produzca un rechazo inmotivado de los productos catalanes en el resto de Espa?a. Las campa?as organizadas en contra de productos catalanes no s¨®lo son pueriles y dif¨ªciles de argumentar sino que adem¨¢s, como cualquier ciudadano sabe, son injustas y ca¨®ticas. Pero hay una raz¨®n todav¨ªa m¨¢s poderosa para rechazar tales campa?as. En una econom¨ªa global y altamente interrelacionada, cuando se castiga un producto regional con toda seguridad se est¨¢n penalizando manufacturas intermedias y suministros procedentes de otras regiones. Lo m¨¢s probable es que un boicot a productos catalanes implique p¨¦rdidas de producci¨®n de empleo en Andaluc¨ªa o Extremadura.

Ser¨ªa conveniente que el Gobierno hiciera un llamamiento p¨²blico en favor de la normalidad del consumo y de rechazo absoluto de las campa?as anticatalanas. Los gestos importan mucho, para la estabilidad econ¨®mica y para los ¨¢nimos pol¨ªticos. Hay que volver a una integraci¨®n normalizada de la econom¨ªa espa?ola de forma inmediata.