El sapo psicod¨¦lico del Condado Calaveras
La alucinante historia detr¨¢s del Pr¨ªncipe Azul de los cuentos
En algunos lugares de Estados Unidos existe la bonita costumbre de lamer los sapos. Por all¨ª lo llaman doing Kermit (mont¨¢rselo con Kermit, por la rana verde de Los Tele?ecos) o frenching the Prince (algo as¨ª como dar un beso con lengua al pr¨ªncipe), por el sapo que se convierte en Pr¨ªncipe Azul en los cuentos: sabida es la capacidad que tienen las exudaciones de algunos batracios de inducir estados alterados de la mente y hacer que las princesas se queden encantadas despu¨¦s de flirtear con un ser viscoso y con acn¨¦ (no hablo de tu primo).
Bas¨¢ndose en pruebas emp¨ªricas, el etnobot¨¢nico Wade Davis, autor de Shadows in the Sun: Travels to Landscapes of Spirit and Desire (Sombras en el sol. Viajeros por los paisajes del esp¨ªritu y el deseo) y La serpiente y el arco iris, afirma que andar por ah¨ª chupando sapos para ver chiribitas de colores es un disparate: hay que fum¨¢rselos (los sapos no, sus secreciones). El sapo del r¨ªo Colorado (Bufo alvarius), un anuro de gran tama?o end¨¦mico del desierto de Sonora (EE UU), segrega una sustancia llamada bufotenina cuyo principal componente es la 5-metoxy-N, N-dimetiltriptamina o DMT, conocida entre los New Agers como ¡®mol¨¦cula de dios¡¯, un potente psicotr¨®pico tambi¨¦n presente en sustancias como la ayahuasca (un brebaje alucin¨®geno empleado por los chamanes de algunas tribus de Sudam¨¦rica en sus rituales), que desde 2009 figura en la lista de la DEA (Drug Enforcement Agency) entre las sustancias prohibidas que te pueden llevar a la c¨¢rcel.
Sapito bonito?
Le ocurri¨® a Bob Shepard, un maestro de 41 a?os de Calaveras County (California). ?l y su esposa Connie, de 37 a?os, fueron detenidos en 1994 por posesi¨®n de DMT. En la redada tambi¨¦n cayeron Hans, Franz, Peter y Brian, los cuatro sapos alucin¨®genos (Bufo alvarius) que se hab¨ªan tra¨ªdo de un viaje por Arizona y empleaban como dealers para colocarse. Shepard les extra¨ªa el veneno frot¨¢ndoles las par¨®tidas, lo secaba y luego se lo fumaba. Seg¨²n le cont¨® al agente de narc¨®ticos Greg Elam, la diferencia entre el LSD y la bufotenina es como la que existe entre la leche y el whisky: ¡°Pod¨ªa o¨ªr c¨®mo los electrones saltaban de sus ¨®rbitas dentro de los ¨¢tomos¡±, declar¨® a un peri¨®dico local.
Los Shepard fueron los primeros procesados por posesi¨®n de anuros con fines il¨ªcitos desde el 28 de febrero de 1579, cuando una mujer conocida como Madre Dutton, de la parroquia de Cleworthe, en Inglaterra, fue acusada de confraternizar con un sapo en su jard¨ªn de flores. A diferencia de la Dutton, que fue quemada en la hoguera por brujer¨ªa, Bob y Connie solo fueron castigados a realizar un v¨ªdeo educativo para el Calaveras Narcotics Enforcement Team. ¡°Qued¨® guay, como en Discovery Channel¡±, explic¨® uno de los agentes tras ver la pel¨ªcula. A su favor cont¨® la falta de jurisprudencia sobre el tema; las autoridades no sab¨ªan c¨®mo proceder con los sospechosos y sus sapos psicoactivos: ¡°Por el amor de Dios, aqu¨ª solo tenemos a un tipo que achucha sapos¡±, coment¨® John Schlim, un veterano agente de narc¨®ticos.
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