Los sue?os explotados
La explotaci¨®n sexual y laboral afecta a miles de personas en Kenia
Con tan solo 14 a?os, Jahaira dej¨® a su familia en una zona rural de Kenya para ir a vivir con su t¨ªo. ?l se hab¨ªa ofrecido a cuidar de ella y cubrir los costos de su educaci¨®n ¨Cdemasiado elevados para sus padres¨C para que pudiera tener la oportunidad de un futuro mejor. Sin embargo, desde que lleg¨®, la adolescente acab¨® ocup¨¢ndose de todas las tareas dom¨¦sticas, sin tiempo apenas para ir a la escuela, ni salir de casa, ni ir a jugar como cualquier ni?o o ni?a deber¨ªa hacer.
Despu¨¦s de un a?o siendo explotada laboral y sexualmente por su t¨ªo, decidi¨® contarlo a uno de los miembros de la escuela que la ayud¨® a denunciarlo ante un oficial de ni?os en el distrito que se puso en contacto con HAART. Ahora?Jahaira est¨¢ a salvo pero tiene que lidiar con el resultado de tal abuso, que crece en su vientre mientras recibe asistencia y cuidados en el refugio.
La historia de?Jahaira es real aunque su nombre es ficticio. Historias como la suya las experimentamos a diario en HAART Kenya, una organizaci¨®n local keniana que lucha contra el tr¨¢fico de personas asistiendo a v¨ªctimas, abogando por el procesamiento de los perpetradores y las perpetradoras y creando conciencia p¨²blica sobre la tem¨¢tica desde 2010.
Sin embargo, la historia de Jahaira bien podr¨ªan ser las historias de cualquiera de las m¨¢s de 40 millones de v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas que existen a nivel global. De acuerdo con el informe ¡®Estimaciones mundiales de la esclavitud moderna: trabajo forzoso y matrimonio forzado¡¯, presentado por la Alianza 8.7 en 2016. De estos 40 millones de personas, cerca de 25 se encuentran en situaci¨®n de trabajo forzado. De ellas, 71 % son mujeres.
M¨¢s de 40 millones de personas son v¨ªctimas de tr¨¢fico en el mundo
Casi cinco millones son explotadas sexualmente, de los que la pr¨¢ctica totalidad son mujeres y el 20 % son ni?os y ni?as que pasan de media m¨¢s de 23 meses en esta situaci¨®n. Diecis¨¦is millones son v¨ªctimas de trabajo forzado en el sector privado, incluyendo trabajo dom¨¦stico, construcci¨®n, manufacturas, agricultura, pesca o miner¨ªa, entre otras.
Mientras tanto en Kenya, el Acta sobre Tr¨¢fico de Personas aprobada en 2010 a¨²n se encuentra lejos de ser implementada en su totalidad, dejando numerosos vac¨ªos entre los cuales se esfuma el respeto por los derechos de las v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas y se dificulta el trabajo de organizaciones de la sociedad civil como HAART Kenya.
La falta de oportunidades a nivel local, la pobre regulaci¨®n de las distintas agencias de reclutamiento, la falta de capacitaci¨®n de las autoridades judiciales, migratorias y policiales ¨Cen muchos casos, agentes clave en el reconocimiento de un caso de tr¨¢fico de personas¨C, las tensiones sociales internas y un sistema que criminaliza a la v¨ªctima como inmigrante ilegal, son solo algunas de las razones por las que el tr¨¢fico de personas contin¨²a siendo la segunda actividad criminal m¨¢s lucrativa en el mundo despu¨¦s del narcotr¨¢fico, con una producci¨®n anual de 150.000 millones de d¨®lares, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo.
Cerca de 25 millones de personas son explotadas laboralmente y el 71 % son mujeres
En esta situaci¨®n, la cooperaci¨®n de las distintas instituciones gubernamentales, junto a una sociedad civil involucrada y organizada y una poblaci¨®n consciente de las consecuencias de sus actos en el d¨ªa a d¨ªa, resultan m¨¢s que necesarias para paliar las consecuencias de una actividad criminal de este tipo. La implementaci¨®n de pol¨ªticas de turismo responsable, la regulaci¨®n de agencias de reclutamiento, el involucramiento del sector privado en la puesta en marcha de pol¨ªticas de contrataci¨®n responsable y la capacitaci¨®n del personal judicial y de seguridad son solo algunas de las medidas necesarias para provocar un impacto positivo.
De cualquier modo, la principal necesidad es que cada una y uno de quienes formamos parte de esta sociedad globalizada, tomemos consciencia de nuestros actos. Empleadores de servicio dom¨¦stico, consumidores de trabajo sexual, administradores de compa?¨ªas del sector tur¨ªstico, turistas, todas, todos, tenemos un papel que cumplir en contra del tr¨¢fico de personas.
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