Recuperemos el sector p¨²blico en la investigaci¨®n
Los autores critican que el Plan Estatal de I+D+i premia en exceso al sector privado
Como investigadores cient¨ªficos nos gustar¨ªa poder celebrar la Semana de la Ciencia en Madrid afirmando que la investigaci¨®n p¨²blica espa?ola, una de las 10 primeras del mundo en cuanto a producci¨®n cient¨ªfica, seguir¨¢ manteni¨¦ndose ah¨ª en el futuro gracias al apoyo del Gobierno. Pero lamentablemente no es as¨ª. Lejos de mejorar los recursos, el Gobierno apuesta por futuros recortes en un sector que ha sido ya bastante castigado, dificultando todav¨ªa m¨¢s la sostenibilidad de la investigaci¨®n p¨²blica.
Estamos hablando del Plan Estatal de I+D+i 2017-2020, el documento que marcar¨¢ la Estrategia Espa?ola en Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n de los pr¨®ximos ocho a?os, destinada a impulsar la investigaci¨®n cient¨ªfica. Las primeras noticias del nuevo Plan nos llegaban este verano, cuando en el mes de julio el Ministerio de Econom¨ªa, Industria y Competitividad (MINECO) abri¨®, sin avisar, un proceso de consulta p¨²blica para poder presentar alegaciones al borrador del citado Plan. Abierto el plazo durante 20 d¨ªas veraniegos, desde la Asociaci¨®n Espa?ola de Ecolog¨ªa Terrestre (AEET) y SEO/BirdLife Internacional decidimos movilizamos para llegar a tiempo a la presentaci¨®n de nuestras l¨ªneas cr¨ªticas a la norma propuesta por el Gobierno, que, lamentablemente, no son pocas.
Aunque algunos de nuestros centros est¨¢n entre los mejores del mundo, su rendimiento palidece ante sus hom¨®logos extranjeros por falta de pol¨ªticas estables de financiaci¨®n y captaci¨®n del talento
Entre las carencias que hemos detectado, y que calificamos como muy graves, se encuentran dos puntos clave: primero, el desequilibrio no justificado de la financiaci¨®n, que favorece al sector privado en detrimento del p¨²blico, y la rebaja del peso de la Investigaci¨®n y Desarrollo en favor de la Innovaci¨®n; y, segundo, la ausencia de rigor y base cuantitativa en la evaluaci¨®n del Plan anterior (2013-2016), as¨ª como la falta de un presupuesto para concretar las medidas de la nueva etapa.
M¨¢s ayudas al sector privado
En cuanto al primer punto, nos preocupa seriamente, como investigadores y ciudadanos, las medidas que implican importantes beneficios a empresas privadas y, a la vez, restringen la financiaci¨®n de Universidades y Organismos P¨²blicos de Investigaci¨®n (OPIs). Esta tendencia ya se incorpor¨® en la Estrategia Espa?ola de I+D+i aprobada en 2013 con el objetivo de estimular la participaci¨®n del sector privado espa?ol en actividades de investigaci¨®n y desarrollo, de manera que el 57% del presupuesto del Plan anterior (alrededor de 11.000 millones de euros) se dedicaron a cr¨¦ditos financieros, mientras que el 43% restante, se destin¨® a subvenciones a organismos p¨²blicos. En ese momento, era l¨®gico y lo aceptamos; sin embargo, en todos estos a?os, el sector p¨²blico ha rendido mucho mejor con menos recursos, hasta el punto de ocupar el noveno puesto mundial en producci¨®n cient¨ªfica, mientras que, de la mano del sector privado, Espa?a se sit¨²a en el puesto n¨²mero 28 del mundo.
En esta l¨ªnea, la Estrategia en curso apuesta por transferir el liderazgo en I+D+i al sector privado a fin de corregir su baja participaci¨®n mediante la producci¨®n de patentes, la i del sistema. Sin embargo, esta estrategia, que no est¨¢ funcionando a la vista de los resultados, va en detrimento de un sector p¨²blico que empezaba a alcanzar niveles de excelencia en el panorama internacional de I+D, que es, en ¨²ltima instancia, la base de una innovaci¨®n aut¨®noma, y que necesitamos de cara al futuro.
Sin presupuesto
En cuanto al segundo punto cr¨ªtico, encontramos la falta de un presupuesto y de una evaluaci¨®n del plan anterior. Es dif¨ªcil aceptar que un Plan de I+D+i a cuatro a?os vista, que adem¨¢s desarrolla una Estrategia nacional para los pr¨®ximos ocho a?os, no incluya un presupuesto, siquiera aproximado, ni realice un an¨¢lisis de la ejecuci¨®n presupuestaria del Plan anterior, que de hecho se public¨® y critic¨®, en la prensa hace apenas unas semanas. Esto impide que se puedan desarrollar alegaciones concretas sencillamente porque no se conocen los recursos que se van a dedicar a ellos. Por ejemplo, sin presupuesto no se puede establecer la dimensi¨®n del sistema (cu¨¢ntos investigadores, centros, empresas de I+D+i, o solo de i, Universidades, y de qu¨¦ tama?o) al que se pretende llegar. Sin una idea clara de esa dimensi¨®n final, m¨¢s o menos estable, no se puede evaluar si los numerosos tipos de contratos, ayudas temporales y su duraci¨®n servir¨¢n realmente para estabilizar el sistema y su componente fundamental: el talento mediante una carrera investigadora exigente pero realista.
Nuestras empresas de nivel mundial ni siquiera ejecutan completamente los cuantiosos fondos p¨²blicos que destinamos a ellas para estimular su actividad de I+D+i
Adem¨¢s, es inquietante que en detrimento de la Investigaci¨®n y el Desarrollo se incorpore la posibilidad de financiar con fondos p¨²blicos de I+D+i aspectos tales como las inversiones en fondos de capital riesgo o la adquisici¨®n de productos ya existentes en el mercado a trav¨¦s de la ¡°compra p¨²blica innovadora¡±, sin establecer siquiera criterios de evaluaci¨®n sobre los resultados obtenidos en las investigaciones realizadas con dichos fondos.
Primar el papel del sector p¨²blico
Hoy por hoy, seguimos sin tener muchas opciones para mejorar nuestra triste, por escasa, cosecha de premios Nobel. Aunque algunas de nuestras Universidades y centros de investigaci¨®n est¨¢n entre los mejores del mundo, su rendimiento palidece ante sus hom¨®logos extranjeros por falta de pol¨ªticas estables de financiaci¨®n y captaci¨®n del talento, mientras que nuestras empresas supuestamente tecnol¨®gicas de nivel mundial ni siquiera ejecutan completamente los cuantiosos fondos p¨²blicos que destinamos a ellas para estimular su actividad de I+D+i (solo se ejecuta, en promedio, el 60% del presupuesto, sobre todo, el destinado a cr¨¦ditos al sector privado).
Tenemos que recuperar el papel del sector p¨²blico en el sistema, incorporando las reformas necesarias en su gobernanza y sistemas de promoci¨®n y estabilizaci¨®n para corregir sus ya bien conocidos defectos. Recuperemos una Plan de I+D+i, sin caer en visiones a corto plazo y abandonando la estrategia del ¡°que inventen ellos¡±.
Los firmantes de este art¨ªculo, investigadores cient¨ªficos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Ecolog¨ªa Terrestre (AEET) y SEO/BirdLife International, son Mario D¨ªaz, Mario Garrido, Francisco Lloret, Fernando Valladares, Eduardo Vel¨¢zquez y David Vieites.
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