C¨®mo Chiquito de la Calzada consigui¨® poner de acuerdo a toda Espa?a
En un pa¨ªs continuamente polarizado, el c¨®mico malague?o logr¨® ser querido y respetado por p¨²blicos de todas las edades, condiciones e ideales
El fen¨®meno Chiquito estuvo a punto de no suceder nunca. Cont¨® en una ocasi¨®n el director, guionista y productor Tom¨¢s Summers, creador del programa Genio y figura (emitido en Antena 3 entre 1994 y 1995), que tras la primera emisi¨®n un jefe de la cadena le llam¨® para decirle que el programa estaba muy bien, pero que "hab¨ªa que quitar a ese se?or mayor".
Summers le convenci¨®, argumentando que aquel hombre, Gregorio S¨¢nchez, alias Chiquito de la Calzada (que naci¨® en M¨¢laga en 1932 y ha muerto el 11 de noviembre de 2017) pod¨ªa hacer el programa m¨¢s atractivo para todos los p¨²blicos y fidelizar a los espectadores de m¨¢s edad. Pero lo que no se esperaban es que ese se?or iba a ser la mayor estrella del programa, uno de los m¨¢s grandes fen¨®menos de la televisi¨®n y terminar¨ªa enriqueciendo la forma de hablar de los espa?oles.
Es comprensible el desconcierto de aquel jefe. Chiquito lleg¨® a un programa de chistes, en el que un mont¨®n de humoristas se turnaban para contar el suyo, y dinamit¨® las reglas. En un g¨¦nero que valora la s¨ªntesis, la brevedad, el contenido social y el final sorpresa, Gregorio S¨¢nchez se explayaba durante minutos y minutos, escenificaba la acci¨®n con unos movimientos mec¨¢nicos que parec¨ªan los de un robot educado en una escuela de se?oritas, alargaba el relato con detalles que no eran importantes y siempre terminaba de forma abrupta y con unos finales que no eran particularmente graciosos. Si la representaci¨®n gr¨¢fica de un chiste ten¨ªa que ser un pico, un camino increscendo hasta el jaja final, Chiquito invent¨® el chiste meseta, ese en el que la risa duraba desde el comienzo hasta el fin. Y a todos nos entusiasm¨® la idea de quedarnos una temporada a vivir sobre ella.
Chiquito invent¨® el chiste meseta, ese en el que la risa duraba desde el comienzo hasta el fin. Y a todos nos entusiasm¨® la idea de quedarnos una temporada a vivir sobre ella
Esto explica parte de su poder de seducci¨®n. Incluso aquellos que no encuentran graciosos los chistes cl¨¢sicos de frase demoledora y chimp¨²n final no pod¨ªan dejar de prestar atenci¨®n a ese hombre que contaba sus historias gritando, deteni¨¦ndose en las particularidades anat¨®micas de sus protagonistas e intercalando chillidos agudos capaces de agrietar un cristal. Y como todas las estrellas que son estrellas de verdad, ten¨ªa una forma de vestir ¨²nica, un peinado reconocible y una silueta inconfundible: su escaso cabello engominado, camisas de estampados llamativos, pantalones de campana.
Era imposible, adem¨¢s, no quedarse fascinado ante la obsesi¨®n de Chiquito por nuestra densidad humana, por lo rid¨ªculo y fr¨¢gil de nuestros propios cuerpos: salpicaba sus relatos con referencias al duodeno, el hematoma, las muelas, el cerito sexual, el fistro de abajo... En los chistes de Chiquito hab¨ªa un discurso sobre el cuerpo humano que era como un ballet de circo: todos sus personajes eran orejudos, feos, contrahechos o chepudos. Unos fistros, vaya.
Cr¨¦ditos de la pel¨ªcula 'Aqu¨ª llega Condemor'
Chiquito, claro, se convirti¨® en un gran negocio. Al a?o de comenzar Genio y figura ya era rico. Antena 3 pronto se dio cuenta de que ten¨ªa una bomba entre manos. Su propio merchandising se hizo habitual en tiendas de regalos, su cara ocupando las bolsas de snacks ¨CMatutano comercializ¨® los Fistros, aperitivos fritos que sab¨ªan a carne y recordaban a los Boca Bits¨C o viviendo dentro de ellas ¨Csu cara adornaba los chiquitazos, juego infantil incluido dentro de los Fistros consistente en el intercambio de unas figuras circulares con frases del c¨®mico¨C. Y extendi¨® todav¨ªa m¨¢s su popularidad tras saltar al cine en una serie de pel¨ªculas dirigidas por ?lvaro Saenz de Heredia. Los cr¨¦ditos de Aqu¨ª llega Condemor (1995), en los que canta con un ingl¨¦s macarr¨®nico e inventado, son dignos de ser revisitados.
Hubo un momento en el que la imagen de Chiquito se lleg¨® a quemar. En dos a?os protagoniz¨® tres pel¨ªculas y no hab¨ªa espect¨¢culo de variedades, desde los de Jos¨¦ Luis Moreno en la televisi¨®n p¨²blica, los vespertinos de Telecinco o los concursos de Antena 3, en el que no apareciese para contar sus chistes. Y en ese momento ocurri¨® otra cosa in¨¦dita en la televisi¨®n: otro humorista, Florentino Fern¨¢ndez, fan de Chiquito, tom¨® lo mejor de su repertorio, algunas de sus frases m¨¢s conocidas, se apropi¨® de su estilo y cre¨® a dos personajes nuevos para el programa Esta noche cruzamos el Mississippi, de Pepe Navarro: Lucas Grijander y Crisp¨ªn Klander, curios¨ªsimo sosia de Chiquito pasado a trav¨¦s del filtro de la pluma, casi del travestismo.
Como todas las estrellas que son estrellas de verdad, ten¨ªa una forma de vestir ¨²nica, un peinado reconocible y una silueta inconfundible: su escaso cabello engominado, camisas de estampados llamativos, pantalones de campana
En 1996 Chiquito reconoci¨® estar molesto con esta apropiaci¨®n. Desde las p¨¢ginas de El Pa¨ªs, Fern¨¢ndez declar¨® que su intenci¨®n no era "molestar a nadie, y mucho menos a Chiquito, que es mi ¨ªdolo y le tengo much¨ªsimo respeto". El asunto lleg¨® a juicio: Chiquito denunci¨® a Florentino y Pepe Navarro. Seg¨²n este cont¨® posteriormente, el juicio acab¨® convertido en un sketch en s¨ª mismo: el juez tuvo que preguntar cosas como: "?Es cierto que ha venido usted utilizando regularmente expresiones como '?jarl!', '?por la gloria de mi madre!', o 'pecadooor de la pradera?". Frases, por cierto, que deb¨ªa repetir Florentino como testigo y que llevaron a que, juez, fiscal y oficiales acabasen hundiendo la cabeza para que nadie se diese cuenta de que estaban estallando en carcajadas.
El caso acab¨® con el juez dictando el sobreseimiento de la causa, aduciendo que Lucas Grijander o Crist¨ªn Klander eran parodias de Chiquito. Y dej¨® claro, de forma casi oficial, que Chiquito y su humor ya pertenec¨ªan a Espa?a entera. Lejos de afectar a Chiquito, esto le benefici¨®: su humor hab¨ªa llegado a un nuevo p¨²blico, el adulto, el que ve¨ªa los programas nocturnos. No le quedaba ninguna franja por conquistar.
Podr¨ªa parecer que su fama se empez¨® a apagar durante el siglo XXI, o al menos se mantuvo en una c¨®moda l¨ªnea recta en la que segu¨ªa siendo reclamado para espect¨¢culos de humor y programas de variedades. Una serie de humoristas empezaron a reivindicarlo cuando estaba llegando la segunda d¨¦cada del siglo XXI. Webs sat¨ªricas como El Mundo Today han tirado de sus giros hasta en 18 ocasiones y el director Javier Ruiz Caldera lo reclut¨® para que se midiera con otro genio del humor (este a nivel mundial, el fallecido Leslie Nielsen) en la par¨®dica Spanish Movie.?
El trailer de 'Spanish Movie' en el que Chiquito particip¨® junto a Leslie Nielsen en 2009.
Su condici¨®n de meme antes de que existiese el meme hizo, precisamente, que las redes sociales estuviesen esper¨¢ndole con los brazos abiertos llegados los 2010. Cuando Chiquito manten¨ªa un perfil bajo (pero volv¨ªa cada Navidad como una de las estrellas de los anuncios de la empresa de embutidos Campofr¨ªo) sus frases tomaron vida en forma de aplicaciones para los smartphones, en una web para desarrolladores y dise?adores que creaba texto falso en el idioma de Chiquito o en una cuenta de Twitter y otra de Facebook llamadas Chiquitogif en la que el humorista se colaba en las escenas de pel¨ªculas y videoclips m¨¢s famosos. Chiquito es el humorista que hoy m¨¢s ha calado en una generaci¨®n que ni siquiera hab¨ªa nacido cuando ¨¦l conoci¨® la fama y uno cuyo humor ha soportado el paso del tiempo mejor incluso que el de una instituci¨®n como Martes y 13.
Su muerte deja un hueco enorme en el panorama del humor espa?ol y hace imposible una tarea habitual en cualquier obituario: la de relacionarlo con un momento social o escarbar en sus chistes para hallar un comentario social que lo una a una idea, a un lugar o a una corriente.
El truco maestro de este se?or que naci¨® en M¨¢laga, vivi¨® en Jap¨®n y se inventaba palabras en ingl¨¦s fue crear chistes que nac¨ªan y mor¨ªan en s¨ª mismos, sin ir a ninguna parte. As¨ª fue como lleg¨® a todos.
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