La vida no es un chiste para Chiquito de la Calzada
El humorista, de 85 a?os, lucha por recuperarse en un hospital aunque su mayor dolencia es la soledad
La vida no ha vuelto a ser la misma para Chiquito de la Calzada desde que su mujer, Josefa Garc¨ªa G¨®mez, Pepita, muri¨® de forma inesperada en marzo de 2012. Se fue su compa?era de vida, 50 a?os juntos e inseparables. El matrimonio no tuvo hijos y Chiquito se qued¨® muy solo. Gregorio S¨¢nchez Fern¨¢ndez (M¨¢laga, 1932), nombre del gran humorista, se recupera ahora en un hospital de una angina de pecho que sufri¨® la semana pasada y que se le ha complicado con una infecci¨®n.
El humorista vive junto al mar, en el paseo mar¨ªtimo de la zona oeste de la capital malague?a, pero hace su vida en el centro. No a diario, pero muy a menudo, coge un taxi y se planta para almorzar en el conocid¨ªsimo restaurante Chinitas, propiedad de su amigo Jos¨¦ S¨¢nchez Rosso. ¡°El Chinitas es su casa¡±, cuenta el empresario.
A Chiquito le gusta hablar de flamenco, de su carrera y de su ¨¦xito. Los chistes se suceden en su conversaci¨®n uno tras otro. ¡°Pero eso ha sido as¨ª toda la vida, no solo desde que se hizo conocido¡±, explica S¨¢nchez Rosso. A Gregorio le sorprendi¨® la fama con 62 a?os, en el programa Genio y figura, despu¨¦s de ganarse la vida como cantaor de flamenco desde que era un ni?o. Se subi¨® por primera vez a un escenario con ocho a?os. Hijo de electricista y segundo de tres hermanos, inici¨® sus giras con la compa?¨ªa Capullitos malague?os y su buena voz con los fandangos y las malague?as le llevaron por teatros de todo el pa¨ªs. En la d¨¦cada de los setenta del siglo pasado pas¨® dos a?os en Jap¨®n gan¨¢ndose la vida con este arte. A su regreso a Espa?a era muy solicitado en fiestas privadas de gente de post¨ªn.
Verdad o no, hay una an¨¦cdota que cuenta Chiquito (le gusta que le llamen as¨ª) para ilustrar sobre su origen humilde. Un d¨ªa en el colegio el maestro le dijo: ¡°Ni?o, lleva esta hogaza de pan a mi casa¡±. El peque?o Gregorio se la comi¨® por el camino y ya no volvi¨® m¨¢s a la escuela. Desde entonces no par¨® de trabajar. Las cosas cambiaron completamente para ¨¦l en 1994 cuando el director y productor Tom¨¢s Summers lo fich¨® para el programa de chistes de Antena 3. Su particular humor y sus caracter¨ªsticos movimientos sedujeron al p¨²blico y Chiquito alcanz¨® la fama. Se convirti¨® en una referencia para los c¨®micos. Su listado de palabras inventadas e imposibles es m¨ªtico. En una entrevista con EL PA?S en 2008, respondi¨® as¨ª al invitarle a definir el t¨¦rmino fistro: ¡°Es una palabra planetaria, y como yo soy g¨¦menis [sic], procede de una galaxia de 1801. Pon eso¡±.
Ha participado en una decena de pel¨ªculas, la m¨¢s conocida, Aqu¨ª llega Condemor, el pecador de la pradera (1996). Hombre muy correcto y de buenos modales, formado en la escuela de la vida, es un personaje muy querido por el p¨²blico. ¡°No hay d¨ªa que no venga y no se haga 20 ¨® 30 fotos con la gente¡±, a?ade su amigo, que lo pone a la altura de ¡°Charlot y Cantinflas¡±.
Desde que enviud¨®, Gregorio lleva una vida muy tranquila y pr¨¢cticamente solo sale de casa para visitar el Chinitas. ¡°Su mujer era su ¨ªdolo. Estaba muy enamorado y se llevaban muy bien. No se le va, la nombra much¨ªsimo¡±, a?ade S¨¢nchez.
Chiquito tiene un hermano y varios sobrinos. Una sobrina que vive cerca de ¨¦l es la que est¨¢ m¨¢s pendiente de su t¨ªo. Fueron sus familiares quienes el pasado 14 de octubre tuvieron que llamar a los Bomberos porque no localizaban a Gregorio y no pod¨ªan abrir la puerta de su casa, al parecer, porque la llave estaba puesta en la cerradura por dentro. Se hab¨ªa ca¨ªdo y fue trasladado al hospital, donde permaneci¨® tres d¨ªas. Fue hospitalizado de nuevo el martes de la semana pasada tras sufrir una angina de pecho y se ha sometido a un cateterismo.
Entre los dos ingresos en el hospital, regres¨® a su restaurante. All¨ª se sienta en alguna de las dos mesas que hay junto a una gran foto suya colgada en la pared, nada m¨¢s entrar a la izquierda. Come a la carta y charla con los amigos y con los curiosos que quieren saludarlo. ¡°Malague?o que ha hecho re¨ªr al mundo¡±, dice una placa bajo su imagen enmarcada. All¨ª, en su casa, lo est¨¢n esperando.
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