Cambios en la direcci¨®n de Dior

Soplan vientos de cambio en la jerarqu¨ªa del conglomerado del lujo LVMH. El actual presidente ejecutivo de Dior, Sidney Toledano, abandonar¨¢ el cargo en el que permanec¨ªa desde hace 20 a?os para sustituir a Pierre-Yves Roussel al frente de toda la divisi¨®n de moda del grupo. Este ¨²ltimo pasar¨¢ a convertirse en asesor del presidente de LVMH, Bernard Arnault, seg¨²n han anunciado este mi¨¦rcoles publicaciones especializadas como WWD o Business of Fashion. Por su parte, Pietro Beccari, que llevaba las riendas de Fendi desde hace cinco a?os, dirigir¨¢ Dior en sustituci¨®n de Toledano.

Este dirigente de 66 a?os, nacido en el Marruecos espa?ol y descendiente de jud¨ªos sefard¨ªes, pasar¨¢ a coordinar, a partir de ahora, la estrategia de firmas como C¨¦line, Givenchy, Loewe, Kenzo o Marc Jacobs. Toledano llevaba desde 1994 en las filas de Dior, primero como responsable de los accesorios de piel y, desde 1998, como presidente ejecutivo. Deja la firma en un buen estado de salud. En 2016, Dior gener¨® ventas de 1.900 millones de euros, en ascenso del 5% respecto al ejercicio anterior. ¡°Toledano es la fuerza detr¨¢s del gran ¨¦xito de Dior en el mundo. Durante los ¨²ltimos 25 a?os, ha conducido un trabajo sobresaliente en el desarrollo [¡­] y la promoci¨®n de su elegancia y modernidad¡±, expres¨® Arnault en un comunicado.

Su reinado no ha sido precisamente pl¨¢cido. Desde principios de esta d¨¦cada, Toledano ha tenido que lidiar con el escandaloso despido de John Galliano en 2011, entre acusaciones de antisemitismo, y se ha marcado tantos como el fichaje de Raf Simons, que result¨® en un reinado breve pero fruct¨ªfero, y el de Maria Grazia Chiuri, primera mujer al frente de la marca, a la que confi¨® la dif¨ªcil misi¨®n de rejuvenecer a su audiencia. ¡°A m¨ª se me juzga por los resultados, y estos son muy buenos¡±, explicaba Toledano en el backstage del ¨²ltimo desfile de Dior en Par¨ªs, a finales de septiembre. ¡°Hemos desarrollado la clientela que nos interesaba y, a la vez, observamos un crecimiento en la que ya ten¨ªamos. Existe un riesgo, pero en este oficio hay que saber tomarlos. Si no, es mejor dedicarse a otra cosa¡±.

La trayectoria de Roussel, uno de los hombres m¨¢s poderosos de la moda actual, queda en suspenso tras este recambio. Este ejecutivo de 52 a?os ha tenido, desde su fichaje por LVMH en 2004, ¡°un papel instrumental en la selecci¨®n del mejor talento creativo¡± y en ¡°la introducci¨®n de estrategias innovadoras¡±, seg¨²n ha declarado Arnault. Hace diez a?os, el l¨ªder de LVMH le confi¨® la misi¨®n de desarrollar el potencial de las marcas m¨¢s secundarias del grupo, excesivamente dependiente de sus dos caballos de batalla, Dior y Louis Vuitton. Desde entonces, Roussel ha pilotado la reinvenci¨®n de Givenchy, con el fichaje de Riccardo Tisci; la de C¨¦line, que confi¨® a Phoebe Philo; y la de la madrile?a Loewe, dando las riendas a Jonathan Anderson en 2013. Su papel de asesor de Arnault parece solo una pausa en su trayectoria, a la espera de que le conf¨ªen ¡°nuevas responsabilidades operacionales¡±, seg¨²n Business of Fashion.

Un Dior italiano

Por ¨²ltimo, Beccari parece ver recompensada su misi¨®n al frente de Fendi, donde, desde su nombramiento en 2012, este italiano ha desarrollado acciones innovadoras que explican su actual relevancia, como las operaciones de mecenazgo para restaurar la Fontana di Trevi o la mudanza de su cuartel general a un imponente edificio hist¨®rico en el centro de Roma. Antes, Beccari pas¨® por Louis Vuitton, donde ide¨® las exitosas campa?as protagonizadas por famosos como Bono, Sean Connery, Buzz Aldrin, Mija¨ªl Gorbachov o Maradona. A partir de ahora y por primera vez en su historia, Dior queda en manos de dos italianos, Beccari y Chiuri, que antes fue dise?adora de Valentino. Ser¨¢ ¡°una nueva era¡±, como promete Arnault. De hecho, la eventual sucesi¨®n del patriarca del lujo podr¨ªa pesar sobre esta infrecuente serie de movimientos en lo m¨¢s alto de la jerarqu¨ªa del grupo, por mucho que sus dos m¨¢ximos aspirantes, su hija Delphine y su hijo Antoine, suelan decir que su padre todav¨ªa es demasiado joven para empezar a plantearse la jubilaci¨®n. En marzo, Arnault cumplir¨¢ 69 a?os.