El contraataque feminista de Maria Grazia Chiuri
La dise?adora de Dior presenta en Par¨ªs su nueva colecci¨®n, inspirada por la artista Niki de Saint Phalle y la historiadora Linda Nochlin
Cuando Maria Grazia Chiuri present¨® su nueva colecci¨®n como directora art¨ªstica de Dior, hace exactamente un a?o, invit¨® a la escritora Chimamanda Ngozi Adichie a sentarse en primera fila y se apropi¨® del t¨ªtulo de uno de sus ensayos, Todos deber¨ªamos ser feministas, que Beyonc¨¦ ya hab¨ªa utilizado en una de sus canciones. La camiseta de algod¨®n que reproduc¨ªa ese eslogan se convirti¨®, pese a venderse a precio de oro, en un rotundo superventas. Pero Chiuri tambi¨¦n se llev¨® alguna cr¨ªtica. Por ejemplo, la de utilizar el feminismo como un producto comercial, listo para ser desechado cuando llegase el cambio de estaci¨®n. La dise?adora italiana demuestra ahora que los ataques no estaban fundamentados. Chiuri aspira a convertir su reflexi¨®n sobre el feminismo en verdadero leit motiv de su trabajo al frente de Dior, como volvi¨® a demostrar ayer en la presentaci¨®n de su colecci¨®n para la temporada primavera-verano 2018 en Par¨ªs.
Su nuevo trabajo cuenta con dos fuentes de inspiraci¨®n. La primera es el trabajo de la artista francesa Niki de Saint Phalle, a quien Chiuri descubri¨® en una foto en los archivos de Dior, en la que posaba para uno de sus m¨¢s c¨¦lebres predecesores en el cargo, Marc Bohan, que rein¨® en la maison entre 1960 y 1988. No es sorprendente que la historia de esta antigua modelo reconvertida en artista pl¨¢stica conmoviera a Chiuri. Sus esculturas gigantes y coloristas, a las que bautiz¨® como Nanas (traducible por ¡°chavalas¡±), fueron consideradas, en su tiempo, simples objetos inofensivos, de esp¨ªritu superficial y trazo infantil. Nada m¨¢s lejos de su voluntad: Saint Phalle ve¨ªa su trabajo como una obra plenamente pol¨ªtica que aspiraba a transformar la sociedad despoj¨¢ndola de las normas patriarcales. Chiuri reivindic¨® ayer ese mismo esp¨ªritu, en una colecci¨®n en la que aplic¨® sus dibujos falsamente na¨ªf a camisetas y su trencad¨ªs formado por espejos rotos a la superficie de faldas y zapatos. Una cita de la artista presid¨ªa tambi¨¦n la entrada del desfile, en su tradicional escenario del Museo Rodin.
La segunda fuente de inspiraci¨®n es algo menos conocida. Responde al nombre de Linda Nochlin, la universitaria que, en 1971, abri¨® una brecha al publicar el ensayo ?Por qu¨¦ no ha habido grandes mujeres artistas?, una obra pionera que aplic¨® el feminismo a la historia del arte. Su tesis era que las mujeres artistas siempre hab¨ªan existido, en todas las ¨¦pocas de la historia, como demuestran pintoras como Artemisia o Berthe Morisot. El problema era que nadie les hab¨ªa prestado la suficiente atenci¨®n, porque el genio era considerado un patrimonio exclusivamente masculino. Chiuri volvi¨® a aplicar ayer el mismo procedimiento que en su primera colecci¨®n para Dior estampando la frase que da t¨ªtulo a ese libro. Lo hizo sobre camisetas marineras que las modelos vistieron con tejanos, dos prendas unisex que predominan en el vocabulario de la dise?adora. Chiuri sigue trabajando sobre la cl¨¢sica silueta del New Look de Christian Dior en una versi¨®n menos r¨ªgida, aunque su discurso feminista no vaya mucho m¨¢s all¨¢ de la utilizaci¨®n de la frase de Nochlin. En su colecci¨®n aparecen prendas cl¨¢sicamente femeninas como boinas y faldas de tul, que ya us¨® en su etapa en Valentino, y reinterpreta otras m¨¢s inesperadas, como monos de cuero y minivestidos psicod¨¦licos, que recuerdan a los tiempos de Bohan.
En su colecci¨®n hay aciertos y una creatividad poli¨¦drica, pero Chiuri parece seguir caminando entre dos aguas. Entre presente y pasado, entre lo que exige la identidad de la marca para la que trabaja y el futuro al que le gustar¨ªa dirigirse a partir de ahora. A diferencia de aquellas mu?ecas obesas que Saint Phalle convirti¨® en su manifiesto y envi¨® a ocupar el espacio p¨²blico de ciudades de medio mundo, las siluetas de Chiuri no parecen representar ninguna amenaza respecto al modelo imperante. Aunque puede que la dise?adora comparta la peculiar definici¨®n que la propia artista dio del feminismo durante los sesenta: ¡°Quiero los privilegios del hombre sin perder los de la mujer. Y a la vez poder seguir poni¨¦ndome bonitos sombreros¡±.
¡°La moda no se puede separar de su contexto hist¨®rico¡±
Pese a haber utilizado un ensayo seminal en la teor¨ªa feminista del arte y el trabajo de una artista como Saint Phalle, cuya obra encerraba una acerada cr¨ªtica del orden patriarcal,?Maria Grazia Chiuri no tiene claro que su trabajo sea pol¨ªtico. "No creo que lo sea. Si a usted se lo ha parecido, tal vez el pol¨ªtico sea usted", responde la dise?adora tras el desfile con una risotada a la italiana. "Aunque, bien pensado, cuando tienes un punto de vista, eres pol¨ªtico. As¨ª que supongo que yo tambi¨¦n lo soy", termina por concluir. Para encontrar la inspiraci¨®n, Chiuri volvi¨® a encerrarse en los archivos de la maison, como ya tiene costumbre. "Para avanzar hacia el futuro hay que entender el pasado. All¨ª es donde se encuentran las referencias para construir un porvenir positivo y recordar lo que antes tal vez era menos bueno", responde Chiuri, sin precisar si habla de la ¨¦poca o de su propia marca.
Su misi¨®n consiste en actualizar los c¨®digos de Dior adapt¨¢ndolos a los tiempos que corren. ¡°Creo en la memoria, pero no en la nostalgia¡±, se?ala. ¡°A veces creemos que la moda se sit¨²a fuera de su contexto hist¨®rico. Si Dior vest¨ªa a las mujeres en tonos oscuros en 1947, es porque Europa sal¨ªa de la Segunda Guerra Mundial¡±, explica. Aunque no queda claro qu¨¦ dice su moda sobre nuestra ¨¦poca. Tal vez solo que el feminismo ha pasado de ser coto reservado para sesudas estudiosas como Nochlin psts convertirse en una celebraci¨®n m¨¢s democr¨¢tica, pero tambi¨¦n algo m¨¢s demag¨®gica.
"La moda es superficie", admit¨ªa, solo unos minutos antes, el presidente ejecutivo de Dior, Sidney Toledano. "Pero, a veces, se aprende m¨¢s observando la superficie que yendo a lo m¨¢s profundo. Por ejemplo, en la oceanograf¨ªa se suele considerar m¨¢s interesante la espuma de las olas que ir a buscar a 300 metros de profundidad. En eso consiste la moda". Toledano hace un balance positivo del primer a?o de Chiuri como directora art¨ªstica. "A m¨ª se me juzga por los resultados, y estos son muy buenos", afirma respecto a los resultados del pasado ejercicio, que registran una mejora del 17% en el ¨²ltimo a?o. "Hemos desarrollado la clientela que nos interesaba y, a la vez, observamos un crecimiento en la que ya ten¨ªamos. Existe un riesgo, pero en este oficio hay que saber tomarlos. Si no, es mejor dedicarse a otra cosa", a?ade.
Su estrategia consiste en acercar la marca al pujante comprador millennial, pero sin alienar a su base tradicional. En realidad, Toledano no ve una ruptura en may¨²sculas en el trabajo de su elegida. "Existe una continuidad en cuanto a c¨®digos y siluetas. Y el discurso de Maria Grazia tambi¨¦n corresponde a los valores de Dior", sostiene Toledano, pese a que su m¨ªtico new look no resulte, al observarlo hoy, especialmente feminista. "No nombramos a Maria Grazia por ser mujer, sino por su trayectoria y por su visi¨®n sobre la feminidad actual", concluye el director general.
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