El tr¨¢gico final de los dos hombres que cambiaron la forma de ligar del mundo
Henry Badenhorst, uno de los creadores de Gaydar, ha muerto al caerse de un edificio. Su expareja Gay Frisch falleci¨® del mismo modo hace diez a?os. As¨ª es como los dos construyeron una plataforma que cambi¨® para siempre las redes de contactos
Henry Badenhorst, uno de los dos creadores de la red de contactos entre hombres Gaydar, ha fallecido tras caerse de una altura de 23 pisos de la torre de apartamentos Michelangelo en Johanesburgo, Sud¨¢frica. La polic¨ªa baraja la tesis de un suicidio, pues seg¨²n muchos amigos del fallecido estaba atravesando una depresi¨®n.
El que hab¨ªa sido pareja de Badenhorst durante 15 a?os, Gary Frisch, el otro creador de la plataforma, falleci¨® de la misma manera hace exactamente diez a?os. Frisch se arroj¨® de la terraza de un octavo piso de un edificio en el sur de Londres en febrero de 2007 cuando se encontraba bajo los efectos de la ketamina, sedante que es tambi¨¦n utilizado como droga recreativa.
Los dos se han suicidado el mismo d¨ªa (un s¨¢bado) y de la misma manera (tir¨¢ndose desde una torre). Les separa una d¨¦cada
Frisch y Badenhorst, ambos originarios de Sud¨¢frica, se hicieron pareja en 1991, se mudaron a Londres en 1997 y se volvieron millonarios alg¨²n tiempo despu¨¦s de fundar Gaydar en 1999. Sus nombres aparecieron en las listas de los hombres homosexuales m¨¢s influyentes junto a presencias como Ian McKellen o Elton John. Pero la historia se torci¨® hasta terminar en tragedia. As¨ª fue c¨®mo.
En 1999 un amigo com¨²n de la pareja, un holand¨¦s llamado Frank, les coment¨® que le apetec¨ªa conocer a un hombre, pero no ten¨ªa tiempo para visitar bares de los barrios gays. Una web llamada Excite, hoy ya desactivada, ten¨ªa una secci¨®n de contactos en la que el usuario pod¨ªa subir una foto. Henry y Gary subieron la de su amigo y tuvieron que esperar dos semanas a que alguien respondiese.
La idea para crear una web exclusiva de contactos para hombres gays y bisexuales naci¨® en ese momento. En noviembre de ese a?o, la lanzaron. Lo que la diferenciaba de otras webs de contactos ¨Cya sea para heterosexuales como match.com o para gays, como la entonces ya existente gay.com¨C, era la presencia de "perfiles": cada usuario registrado ten¨ªa su propia p¨¢gina, con sus fotos y detalladas descripciones. Hab¨ªa nacido la madre de todas las webs y aplicaciones de contactos que el mundo ha conocido desde entonces.
Gaydar permit¨ªa, adem¨¢s, hacer hincapi¨¦ en las caracter¨ªsticas m¨¢s elevadas de uno mismo (los gustos culturales, sus aficiones en la vida) y las m¨¢s bajas (detalles anat¨®micos y preferencias sexuales). All¨ª se pod¨ªa encontrar el amor o, sencillamente, un desahogo r¨¢pido y efectivo. La influencia de Gaydar no solo se extendi¨® sobre las aplicaciones de ligoteo tanto homosexuales como heterosexuales, sino que lleg¨® a cambiar las normas y los modales del ocio nocturno: ensayos como The end of gay culture (El fin de la cultura gay, de Andrew Sullivan) lo han se?alado como responsable de c¨®mo los bares gays cambiaron de usos y costumbres una vez que la caza se traslad¨® de la pista de baile a lo virtual.
La fama de Gaydar subi¨® gracias a los esc¨¢ndalos: el pol¨ªtico liberal ingl¨¦s Mark Oaten dimiti¨® despu¨¦s de que el peri¨®dico 'News of the world' airease sus aventuras con prostitutos que hab¨ªa contactado a trav¨¦s de Gaydar
Seg¨²n Badenhorst cont¨® al diario ingl¨¦s The Guardian, el dinero tard¨® a?os en llegar. Las marcas ten¨ªan pavor por una plataforma dedicada a los encuentros sexuales entre hombres (un miedo que las revistas impresas para homosexuales ya hab¨ªan sufrido durante los noventa). Pero su suerte cambi¨® en 2004 y de una manera que tiene mucho de justicia po¨¦tica: si muchos ejecutivos se dieron cuenta de las posibilidades que ofrec¨ªa una plataforma en la que much¨ªsimos socios pod¨ªan llegar a estar hasta una hora conectados fue porque ellos mismos eran usuarios de Gaydar.
Los autom¨®viles Ford fueron los primeros en anunciarse y a ellos los siguieron American Express, BMW y Virgin. Una estrategia que sirvi¨® de ensayo para que m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s marcas como Diesel se atreviesen a anunciarse en plataformas de pornograf¨ªa (Pornhub) y, en lo que supone una bonita devoluci¨®n de la jugada, Pornhub se anunciase con un cartel gigantesco en la plaza Times Square de Nueva York (que fue retirado a las 48 horas, pero esa historia merece ser contada otro d¨ªa).
La fama de Gaydar subi¨® tambi¨¦n gracias a los esc¨¢ndalos p¨²blicos en los que la plataforma se ve¨ªa envuelta. Ya fuese por la presencia de pol¨ªticos en sus perfiles (el liberal Mark Oaten dimiti¨® despu¨¦s de que el peri¨®dico News of the world airease sus aventuras con prostitutos que hab¨ªa contactado a trav¨¦s de Gaydar) o de estrellas de la m¨²sica (Gaydar tambi¨¦n fue la red que us¨® Boy George para conocer al prostituto al que mantuvo prisionero en su casa y que le llev¨® a cumplir cuatro meses de c¨¢rcel).
En 2006 se adelant¨® a las modernas aplicaciones de geolocalizaci¨®n al crear GPS (Gaydar Positioning System), que permit¨ªa al usuario buscar hombres disponibles en un radio de una milla. La plataforma tambi¨¦n disfrut¨® de su propia emisora de radio (GaydarRadio), su versi¨®n femenina para mujeres lesbianas y bisexuales (GaydarGirls, que nunca alcanz¨® el ¨¦xito de su versi¨®n masculina), su web de entretenimiento (GaydarNation) o su propio local nocturno (muy tentadoramente llamado Profile ¨C"Perfil" en ingl¨¦s¨C, en el Soho londinense, que cerr¨® en 2013).
To Henry. The man who revolutionised gay dating. Our founder and our friend. Thank you for dreaming. You will be forever in our hearts. Gaydar xxx pic.twitter.com/16nhdpHW1v
— Gaydar (@Gaydar) November 12, 2017
Algunas de esas aventuras tuvieron ¨¦xito, otras no, pero Badenhorst y Frisch ya eran ricos: la plataforma lleg¨® a tener hasta cinco millones de usuarios en sus mejores tiempos y muchos de ellos pagaban una cuota mensual para disfrutar de ventajas.
En 2006 la relaci¨®n de pareja se termin¨®. Frisch, seg¨²n Badenhorst cont¨® a The Guardian, se cans¨® de las horas y horas de trabajo y dedicaci¨®n al proyecto y quiso vivir la vida. Estaba en la treintena, quer¨ªa viajar, quer¨ªa revivir su juventud, quer¨ªa vivir la noche. Entonces, el 10 de febrero de 2007, a las seis de la tarde, Badenhorst recibi¨® la llamada que cambi¨® su vida. Frisch, bajo los efectos de la ketamina, se hab¨ªa tirado por la ventana de su apartamento en Londres. En la entrevista de The Guardian queda patente que hay algo de culpabilidad en ¨¦l. "Lo que m¨¢s me hizo sufrir fue preguntarme: si no hubi¨¦ramos roto, ?habr¨ªan sido diferentes las cosas?".
Los amigos de Badenhorst, seg¨²n Buzzfeed News, aseguran que nunca super¨® la muerte de Frisch. Tras su muerte el s¨¢bado (el mismo d¨ªa, de la misma manera y justo una d¨¦cada despu¨¦s que la de su expareja), la plataforma Gaydar lo homenajeaba desde sus redes sociales. "Para Henry, el hombre que revolucion¨® las citas entre gays. Nuestro fundador y nuestro amigo. Gracias por so?ar. Estar¨¢s siempre en nuestros corazones".
La plataforma, que para muchos era simplemente otro m¨¦todo para que algunos hombres satisficiesen sus instintos m¨¢s bajos, supuso para otros un paso de gigante en las posibilidades para conocer gente, abrir horizontes vitales y ejercer su libertad sexual sin miedo. Si hoy los lectores ¨Cde cualquier tendencia sexual¨C utilizan Tinder, Grindr, Happn y otras aplicaciones para tener citas y encontrar posibles parejas, deben agradec¨¦rselo en parte a estos dos hombres que cuando intentaban ayudar a su amigo Frank acabaron no solo ayudando a millones de personas, sino cambiando las reglas de la publicidad y la forma que tenemos de relacionarnos. Con una excepci¨®n: no cambi¨® esto ¨²ltimo en el caso de Badenhorst. Tras la muerte de Frisch, borr¨® su propio perfil de su propia plataforma y jam¨¢s lo volvi¨® a usar.
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