Una reforma necesaria

La comisi¨®n que va a estudiar en el Congreso la actualizaci¨®n del modelo auton¨®mico inicia hoy sus pasos en un clima cargado de tensi¨®n por la situaci¨®n propiciada en Catalu?a por los sectores independentistas. Ser¨ªa un error que el trabajo de sus se?or¨ªas estuviera mediatizado por el af¨¢n de arreglar de cualquier manera, y cuanto antes, el encaje de Catalu?a en un nuevo modelo. Sortear esa tentaci¨®n es uno de sus primeros desaf¨ªos para poder concentrarse, as¨ª, en lo que importa: la necesidad de auscultar con finura la Constituci¨®n de 1978 para conocer con precisi¨®n qu¨¦ reformas necesita para garantizar en los a?os venideros la estabilidad del pa¨ªs y su mejor acomodo en un mundo globalizado y atravesado por una serie de cuestiones que eran impensables cuando se elabor¨® hacia casi cuarenta a?os.

El marco normativo que una Constituci¨®n contiene es lo que no est¨¢ sujeto a mudanza, y la que se aprob¨® por refer¨¦ndum en 1978 ha servido de manera indiscutible para impulsar la modernizaci¨®n de Espa?a. Una modernizaci¨®n que corri¨® pareja con una amplia descentralizaci¨®n que permiti¨® a las comunidades aut¨®nomas pilotar de cerca los ejes vertebradores de una econom¨ªa con vocaci¨®n social, como son la sanidad y la educaci¨®n.

Una de las claves del ¨¦xito de la Constituci¨®n de 1978 es que se construy¨® con la voluntad de generar un amplio consenso y que fue aprobada por la inmensa mayor¨ªa de parlamentarios. Dos elementos a los que no se puede renunciar si se quieren hacer hoy las cosas bien. A la comisi¨®n no han querido sumarse, tras la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155, ni Unidos Podemos ni Esquerra ni el PDeCAT ni el PNV, con lo que arranca con un enorme agujero. La idea de aparcarla, sin embargo, carec¨ªa de sentido. Desde hace tiempo los ciudadanos reclaman una mayor implicaci¨®n del Congreso en los problemas de nuestro tiempo, y est¨¢ de sobra claro que el actual modelo auton¨®mico exige una revisi¨®n. Era imprescindible poner en marcha los engranajes de una tarea que reviste una extrema complejidad; tiempo habr¨¢ para que vayan sum¨¢ndose todas las fuerzas que necesariamente deben participar en la reforma.

La elecci¨®n para presidir la comisi¨®n del socialista Jos¨¦ Enrique Serrano, que conoce bien todos los palos de la funci¨®n p¨²blica, es una buena se?al de que el trabajo pretende encauzarse sobre pilares firmes: amplia experiencia, rigor profesional, esp¨ªritu de di¨¢logo. Que la primera tarea vaya a ser, por lo que ha trascendido, hacer un balance del funcionamiento del actual modelo auton¨®mico, es otro buen augurio. Sin un prolijo, detallado y contrastado an¨¢lisis de lo que tenemos no hay reforma que tenga sentido. Y conocer a fondo los problemas del actual sistema es la mejor vacuna contra los peligros que se ciernen sobre la reforma: las prisas, la improvisaci¨®n y el adanismo.