Dimiten los jefes del principal centro de energ¨ªas renovables por las trabas del Gobierno
La Plataforma Solar de Almer¨ªa puede perder al 30% de sus investigadores por las restricciones de Hacienda
La Plataforma Solar de Almer¨ªa (PSA) es el mayor centro de investigaci¨®n de energ¨ªa solar de concentraci¨®n en Europa. De sus instalaciones en el desierto de Tabernas ha salido parte de la tecnolog¨ªa que utilizan las grandes centrales que est¨¢n en funcionamiento o en construcci¨®n en muchos pa¨ªses, desde EE UU y China al norte de ?frica. Los investigadores de la Uni¨®n Europea prueban aqu¨ª nuevas tecnolog¨ªas destinadas a que este tipo de energ¨ªa renovable sea cada vez m¨¢s eficiente y competitiva y contribuya a jubilar, en un futuro, a los combustibles f¨®siles que exacerban el cambio clim¨¢tico.
La plataforma, que depende del Ministerio de Econom¨ªa, vive una situaci¨®n surrealista, algo cada vez m¨¢s com¨²n en los centros de cient¨ªficos de ¨¦lite. Su presupuesto ronda los seis millones de euros, aunque sus ingresos llegan a los 15 millones de euros cuando se suma la financiaci¨®n que llega desde la UE para desarrollar proyectos de investigaci¨®n. Desde hace a?o y medio, los investigadores del centro no pueden utilizar parte de ese dinero que llega de Bruselas debido a las restricciones al gasto impuestas por el Gobierno para contener el d¨¦ficit. Los grupos de investigaci¨®n de la PSA han dejado de percibir cientos de miles de euros que han quedado congelados en un ¡°fondo de maniobra¡± que no pueden tocar. Si esta situaci¨®n contin¨²a, 12 investigadores se ir¨¢n a la calle el 31 de diciembre y no se podr¨¢ contratar a otros cinco, entre ellos dos investigadores j¨®venes que han ganado un contrato Marie Curie, financiado por la Comisi¨®n Europea, explica Sixto Malato, director de la PSA. ¡°Tenemos una plantilla de 50 investigadores, con lo que estamos hablando de perder al 30%¡±, resalta Malato. El cient¨ªfico acaba de dimitir como director ante la grave situaci¨®n que vive la PSA, que es parte de la red de instalaciones cient¨ªficas estrat¨¦gicas de la UE. Eduardo Zarza, responsable de la unidad de Sistemas Solares de Concentraci¨®n, la mayor de las tres que tiene la PSA, con 32 personas a su cargo, tambi¨¦n ha presentado su dimisi¨®n.
"Es una instalaci¨®n en el top mundial y se est¨¢ hundiendo por desidia¡±
La normativa que lastra a este centro es una orden del Ministerio de Hacienda aprobada en julio de 2016. La norma establece los plazos para realizar gastos y cerrar el ejercicio anual, en principio los mismos para todos los organismos de la Administraci¨®n General del Estado, aunque las universidades y grandes centros de investigaci¨®n como el CSIC est¨¢n exentos de cumplirla, en parte para poder seguir con su actividad cient¨ªfica. Muchos de los fondos de la UE son plurianuales y no computan en ning¨²n caso como d¨¦ficit para las arcas espa?olas. Pero a ojos de esta ley, la PSA es un organismo m¨¢s de la administraci¨®n del Estado y los fondos que recibe de la UE tambi¨¦n est¨¢n sujetos a las normas.
¡°No tenemos la capacidad para seguir con la marcha de este centro, es una instalaci¨®n que est¨¢ en el top mundial y se est¨¢ hundiendo por desidia¡±, asegura Zarza. El investigador explica que las restricciones de Hacienda afectan a dos proyectos europeos de su unidad. ¡°La normativa establece que toda la financiaci¨®n que llega antes de septiembre debe estar gastada a finales de diciembre de ese a?o, pero cuando la UE te concede un proyecto aporta un primer pago a gastar en varios a?os. Esto nos ha impedido acceder a 600.000 euros de dos proyectos europeos. El dinero no desaparece, sino que queda inmovilizado en un fondo de maniobra que no podemos tocar a no ser que el Consejo de Ministros nos conceda una gracia, que tarda unos cinco meses en llegar¡±.
Uno de los casos m¨¢s sangrantes es Nextower, un proyecto financiado por la UE con cinco millones de euros y en el que participan Espa?a, Suecia, Dinamarca, Italia, Reino Unido, Francia, Suiza, B¨¦ligica y Turqu¨ªa y que se expone a un retraso de un a?o por este problema.
Ante esta situaci¨®n, algunos cient¨ªficos recurren a ¡°chanchullos¡± para evitar que Hacienda les bloquee el dinero que reciben de Europa. ¡°Cuando nos conceden un proyecto nuevo, les pedimos a los coordinadores de otros pa¨ªses que no nos transfieran todo el dinero, sino que nos lo manden poco a poco, pero todo depende de su buena voluntad. Entramos en un chanchullo que muchas entidades serias de otros pa¨ªses no aceptan, porque la normativa dice que tienen que transferir el dinero en un m¨¢ximo de 40 d¨ªas¡±, asegura Zarza, que compara hacer ciencia en la PSA con intentar ganar una carrera de nataci¨®n llevando encima un kimono en vez de un ba?ador. ¡°El pr¨®ximo a?o, nos planteamos renunciar a los proyectos europeos¡±, asegura.
Las trabas legales tambi¨¦n han impedido pagar la contribuci¨®n espa?ola como miembro de la Sociedad Internacional de Energ¨ªa Solar, que asciende a 300 euros. ¡°Para hacerlo necesitas el informe previo del Ministerio de Exteriores y el de Hacienda, que no han sido concedidos, con lo que el a?o pasado y este no hemos pagado¡±, dice Zarza. Lo mismo ha sucedido con los dos ¨²ltimos a?os de la cuota de 10.000 euros para SolarPaces, una organizaci¨®n dependiente de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa.
Desde la secretar¨ªa de Estado de I+D+i en el Ministerio de Econom¨ªa se?alan que todos los Organismos P¨²blicos de Investigaci¨®n est¨¢n sujetos a la misma normativa que afecta a la PSA, excepto el CSIC por ser una agencia estatal. ¡°Estamos trabajando con Hacienda para intentar resolver el problema cuanto antes¡±. ¡°Sabemos que cuatro contratos vencen a finales de diciembre cuya renovaci¨®n ya se est¨¢ tramitando y la de los otros siete se intentar¨¢ tramitar en el primer semestre de 2018, la intenci¨®n es mantenerlos a todos¡±, asegura un portavoz.
Los jefes de la PSA piden al Gobierno que excluya a esta instalaci¨®n de la normativa de Hacienda, ya que su actividad cient¨ªfica es muy diferente a la del resto de la administraci¨®n. Es la ¨²nica instalaci¨®n cient¨ªfica estrat¨¦gica (ICTS) en Espa?a que sufre este problema, aseguran. ¡°Solo queremos un poco de sensatez, estamos ahogados por la ley¡±, confiesa Zarza.
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