Comparaciones arriesgadas

Desde que comenz¨® en la Audiencia Provincial de Navarra el juicio contra los integrantes de La Manada, recibo a diario correos de lectores que discrepan de alg¨²n titular o del contenido de alguno de los muchos art¨ªculos que hemos publicado sobre el tema. Hace d¨ªas, abord¨¦ algunas de estas quejas en mi blog. Pero en la ¨²ltima semana el flujo de protestas no ha dejado de aumentar. Una lectora, Mar¨ªa Jos¨¦ Medina, me escribi¨® disconforme con un titular que se public¨® el mi¨¦rcoles 22 en la edici¨®n digital y el jueves siguiente en la impresa, encabezando una noticia sobre la declaraci¨®n de tres de los imputados. Esta lectora consideraba el t¨ªtulo -La Manada admite que no hubo consentimiento expreso- sensacionalista y adem¨¢s le parec¨ªa, despu¨¦s de leer la informaci¨®n, que no era cierto: ¡°?Ojal¨¢ lo fuera!¡±, escrib¨ªa.

En realidad, el titular s¨ª reflejaba los hechos. Es cierto que los acusados no se desviaron en sus declaraciones de la tesis inicial, seg¨²n la cual mantuvieron sexo consentido con la joven. Pero la novedad de su testimonio ante el tribunal es que quedaba claro que la joven no hab¨ªa expresado ni verbal ni de ninguna otra forma aprehensible exteriormente, el supuesto consentimiento.

Con todo, lo que ha provocado reacciones de indignaci¨®n en algunas lectoras ha sido el art¨ªculo del columnista y reportero Manuel Jabois?Las personas m¨¢s indefensas del mundo, publicado el 22 de noviembre. En el texto se establec¨ªa alg¨²n paralelismo entre el caso de violaci¨®n que se juzga en la Audiencia de Navarra, y el estrangulamiento de la joven Nagore Laffage, en los Sanfermines de hace nueve a?os, por rechazar los requerimientos del hombre que la invit¨® a subir a su casa, Jos¨¦ Diego Yllanes. Las quejas las ha provocado una frase en la que el periodista se?alaba respecto al homicidio de Laffage: ¡°Nagore podr¨ªa estar viva hoy. Para ello ten¨ªa que haber cedido a las pretensiones de Yllanes aquel 7 de julio. Dejarse hacer para que parase de golpearla y marcharse a su casa. Quiz¨¢s as¨ª sobreviviese. ?Hubiera denunciado entonces?"

Una lectora, Mar¨ªa Mart¨ªn Servant, escribe en el mensaje que me ha enviado:

La frase del periodista sobre el caso de? Nagore Laffage se presta a error

¡°Lo cierto es que no s¨¦ si la intenci¨®n del escritor del art¨ªculo, Manuel Jabois, o la del peri¨®dico es, de nuevo, centrarse en las v¨ªctimas y culpabilizarlas, pero a estas alturas creo que hay recursos suficientes para darse cuenta de ello. Me resulta un art¨ªculo indignante¡±. Y a?ade respecto al p¨¢rrafo se?alado: ¡°?En serio? ?Dejarse hacer? ?La v¨ªctima podr¨ªa no haber sido v¨ªctima, es la que podr¨ªa haber cambiado, pero del verdugo no se dice nada? No entiendo ni la comparaci¨®n de los dos casos. (¡­) Creo que es muy importante que ante casos as¨ª un peri¨®dico pueda recurrir a periodistas formadas/os en feminismo y as¨ª nos evitar¨ªamos art¨ªculos como este¡±.

No es menos tajante Cristina Ruiz-Poveda que me escribi¨® el mismo d¨ªa, lamentando la falta de sensibilidad de los reporteros cuando informan de casos de abusos sexuales.

¡°En las ¨²ltimas semanas, con todos los casos de abusos sexuales, EL PA?S ha mostrado su intenci¨®n de informar sobre el asunto sin poner en duda los testimonios de las v¨ªctimas, pero ha llevado a cabo una labor muy torpe. La mayor¨ªa de los art¨ªculos al respecto fueron asignados a reporteros hombres que inconscientemente no eligen las mejores palabras para mantener la neutralidad en la noticia. El ¨²ltimo caso ya ha cruzado los l¨ªmites y directamente culpabiliza a la v¨ªctima. El art¨ªculo por el que les escribo [el firmado por Manuel Jabois] concluye con un p¨¢rrafo que directamente culpabiliza a la v¨ªctima y compara la violaci¨®n con "dejarse hacer", literalmente¡±.

La lectora, a?ade: ¡°Es decir, que la chica est¨¢ muerta por decisi¨®n propia, ?no? Es lo que se deduce de estas frases. Esta horrible connotaci¨®n se podr¨ªa haber evitado poniendo un "solo" o a?adiendo que esa es la perspectiva del violador. Sin embargo, al omitir esa informaci¨®n, el autor est¨¢ tomando esa perspectiva por s¨ª mismo: ella misma pod¨ªa haber evitado su asesinato. Esto es inadmisible, el ¨²nico que pod¨ªa haber evitado el asesinato es el criminal que la mat¨®. (¡­) Ruego que revisen ese texto y que pongan m¨¢s atenci¨®n a los art¨ªculos referidos a la violencia sexual. No es mucho pedir que se los asignen a redactoras con conciencia de g¨¦nero, que sin duda las hay. Ev¨ªtense estas barbaridades¡±.

El autor del art¨ªculo, Manuel Jabois responde:

¡°Lamento que estas dos lectoras hayan interpretado ese p¨¢rrafo de la forma contraria por la que fue escrito: como denuncia de la culpabilizaci¨®n de la que suelen ser objeto las v¨ªctimas de agresiones sexuales. Asumo la responsabilidad por no haberme hecho entender lo suficiente. En julio de 2016 escrib¨ª un art¨ªculo recordando el juicio del asesinato de Nagore Laffage en el que abord¨¦ la diferencia de trato hacia v¨ªctima y asesino. Iniciado el juicio a La Manada volv¨ª a escribir sobre el informe encargado a detectives para que siguiesen a la v¨ªctima. Y en el art¨ªculo que las lectoras citan denuncio la situaci¨®n en la que se hubiera encontrado Nagore Laffage en el caso de no haberse resistido a las pretensiones sexuales de su asesino: quiz¨¢s podr¨ªa estar viva, quiz¨¢s "dej¨¢ndose hacer" sobrevivir¨ªa, "?pero la creer¨ªan?". Lo hice para exponer la situaci¨®n diab¨®lica en la que se pone a las victimas cuando son violadas: ?no te resististe?, ?por qu¨¦ no hay heridas?, ?por qu¨¦ no intentaste escapar? Eso es lo que denuncio en ese p¨¢rrafo. El propio subt¨ªtulo de la noticia se refiere a la "culpabilizaci¨®n de las v¨ªctimas". Y eso es lo que he estado observando y denunciando del juicio de Pamplona: el momento en que una parte de la sociedad hace recaer su sospecha en la denunciante antes que en los denunciados, y lo que eso supone para las mujeres que sufren agresiones sexuales y quieren denunciar. Los acusados tienen derecho a defenderse y a un juicio justo; la denunciante tiene derecho a no ser puesta bajo sospecha con criterios machistas. Como recuerdo en la cr¨®nica con la que estas lectoras discrepan, es el mismo momento en que la madre de Nagore Laffage, asesinada en 2008, tiene que escuchar la pregunta del jurado sobre si su hija "era muy ligona". Al respecto, aprovecho para recomendar el documental Nagore, de Helena Taberna.¡±

Creo que el p¨¢rrafo pod¨ªa prestarse a error. Una cosa es, a veces, lo que queremos decir, y otra lo que decimos. Y me parece sumamente aventurado (aunque entiendo el sentido del ejemplo) establecer paralelismos entre el caso que se juzga ahora y el de Nagore Laffarge. Pero no creo que la sensibilidad y el rigor period¨ªstico necesarios para escribir de abusos sexuales sean patrimonio exclusivo de las mujeres.