La soluci¨®n estaba en un invernadero
Los huertos urbanos avanzan como opci¨®n para un desarrollo m¨¢s sostenible de las ciudades y adem¨¢s crean conciencia ecol¨®gica. Un proyecto en Asturias los utiliza para formar a personas inmigrantes y en riesgo de exclusi¨®n
El olor del invernadero de F¨¢tima y Driss, un matrimonio marroqu¨ª residente en Oviedo, recuerda a su Rif natal. All¨ª cultivan hortalizas, hierbabuena y cilantro. Este peque?o pedazo de tierra supone para esta familia con tres ni?os su principal sustento. Llegaron a ¨¦l gracias a un proyecto de la asociaci¨®n Asturias Acoge, que vio en esta iniciativa un modo de "dar respuesta a la necesidades b¨¢sicas de subsistencia de las personas inmigrantes en nuestra comunidad¡±, se?ala la voluntaria Mar Romero Garc¨ªa.
Los huertos est¨¢n asumiendo cada vez m¨¢s protagonismo a la hora de aplicar planes de desarrollo de espacios p¨²blicos en las ciudades. Existen proyectos especiales en la mayor¨ªa de las ciudades espa?olas: Madrid, Zaragoza, Barcelona, Valencia... Su profusi¨®n se enmarca, entre otros motivos, en la firma del primer protocolo internacional en materia alimentaria a nivel municipal: el Pacto de Pol¨ªtica Alimentaria Urbana de Mil¨¢n (MUFPP), que se aprob¨® en 2015 y al que se han adherido hasta la fecha m¨¢s de 150 ciudades. Cuentan con el apoyo de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) que ayuda a establecer indicadores que permitan medir el impacto del protocolo de actuaci¨®n.
Seg¨²n la FAO, los huertos urbanos ¡°proporcionan alimentos frescos, generan empleo, reciclan residuos urbanos, crean cinturones verdes y fortalecen la resiliencia de las ciudades frente al cambio clim¨¢tico¡±. Este organismo defiende que la agricultura urbana puede hacer una importante contribuci¨®n a la seguridad alimentaria de las familias, sobre todo en tiempos de crisis y escasez de alimentos. En Espa?a fue precisamente el a?o 2008 cuando el ahorro y la apuesta por lo ecol¨®gico se volvi¨® una prioridad y comenz¨® a despuntar el n¨²mero de huertos urbanos. ¡°Del a?o 2000 al 2015 se multiplicaron por m¨¢s de 10", m¨¢s de 200 hect¨¢reas en total, seg¨²n el soci¨®logo Gregorio Ballesteros en su informe Agricultura Urbana en Espa?a: situaci¨®n actual y perspectivas.
El invernadero en el que trabajan F¨¢tima y Driss desde hace cuatro a?os es una estructura cedida por la Fundaci¨®n Docente de Mineros Asturianos, Fundoma. ¡°Socialmente, el aumento del n¨²mero de huertos urbanos ofrece una gran cantidad de beneficios: permite tejer buenas relaciones entre los vecinos que interact¨²an, ofrece posibilidades de autoempleo y mejora la sostenibilidad¡±, matiza la voluntaria Paquita Alija Carbajo. El esp¨ªritu de esta iniciativa ayuda a crear conciencia sobre la necesidad de una alimentaci¨®n m¨¢s saludable y de tener un mayor contacto con la naturaleza en espacios libres de tecnolog¨ªa.¡°?Y de saborear tomates como los de antes!¡±, exclama Raif Alnachawati, un refugiado sirio que defiende que el esfuerzo de mantener un huerto merece la pena por "disfrutar de la satisfacci¨®n de comer los productos que uno mismo ha sembrado y cuidado".
Seg¨²n la FAO, los huertos urbanos ¡°proporcionan alimentos frescos, generan empleo, reciclan residuos urbanos, crean cinturones verdes y fortalecen la resiliencia de las ciudades frente al cambio clim¨¢tico¡±
Raif lleva casi cuatro a?os en Espa?a y conoci¨® el programa del huerto por mediaci¨®n de la voluntaria Paquita Alija cuando esta le impart¨ªa clases de espa?ol. Al principio no sab¨ªa plantar pero ahora le encanta atender su parcela y probar otro tipo de verduras que intercambia con el ecuatoriano Crist¨®bal y con F¨¢tima y Driss, sus vecinos de huerto. ¡°Empec¨¦ cultivando sin tener ni idea y estuve a punto de abandonar", recuerda. ¡°He pasado muchos a?os trabajando como economista en una oficina y ahora me encantan los trabajos manuales de este tipo. Es m¨¢s agradecido. Adem¨¢s es muy emotivo para m¨ª. Los pepinos y tomates son sembrados con semillas que mi familia me ha enviado desde mi casa, en Siria¡±.
El invernadero est¨¢ dividido en ocho parcelas, cada una de ellas asignada al menos a una persona beneficiaria del proyecto para el cultivo de hortalizas bajo los principios de la agricultura ecol¨®gica. Para ello, se desarrollan diversas actividades de formaci¨®n e interculturalidad que incluye charlas, mercadillos, excursiones did¨¢cticas a otras huertas o talleres de cocina de diferentes rincones del mundo. Este a?o est¨¢n participando 11 personas, cuatro mujeres y siete hombres, de Ecuador, Marruecos, Senegal, Siria y Espa?a.
M¨¢s all¨¢ de la alimentaci¨®n, estos espacios no se ven s¨®lo como huertas, sino tambi¨¦n como zonas verdes, sostenibles y de ocio, como una herramienta para la educaci¨®n ambiental y el entretenimiento. Adem¨¢s buscan el desarrollo de terapias y la formaci¨®n para llegar a ganarse la vida de manera socialmente sostenible entre verduras, frutas y hortalizas. Los participantes en el proyecto de este a?o de Asturias acoge ejercen como monitores para escolares de primaria de Oviedo tras un convenio firmado con el Ayuntamiento de la ciudad. Una forma de integraci¨®n en la que ofrecen a los peque?os explicaciones y consejos sobre el cultivo de alimentos y los beneficios de incluir verduras en su dieta. Mar a?ade que tambi¨¦n sirve para reducir prejuicios hacia los extranjeros.
Romero y sus compa?eros se sienten especialmente orgullosos del trabajo de Ahmed El Barhmed. Despu¨¦s de varios a?os fuera de Marruecos logr¨® establecerse en Asturias y participar en el proyecto. Hoy ha fundado su propia empresa agr¨ªcola con la impronta de la ONG: la Huerta de Ahmed, que gestiona a la vera del r¨ªo Trubia. All¨ª cultiva frambuesas, tomates o berenjenas. "Estamos labrando dos hect¨¢reas de huerta con m¨¦todos tradicionales y mucha ilusi¨®n¡± asegura con mucho orgullo. Por esta labor, recibi¨® el premio de Valnal¨®n como Mejor Proyecto Social 2014. Adem¨¢s fueron elegidos por el Ayuntamiento de Oviedo para asistir junto a otros representantes de la ciudad a las jornadas Sociedad civil, alimentaci¨®n y ciudades sostenibles en Valencia, como pre¨¢mbulo para la cumbre que acoger¨¢ esta ciudad entorno al D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n.
Desde su humildad. Ahmed reconoce que comenz¨® a cultivar ¡°para dar de comer a mi familia y para dar de comer a aquellas personas a los que les guste la hortaliza reci¨¦n sacada de la huerta¡±. Raif sonr¨ªe ¡°?y al fin los tomates saben a tomates!¡±.
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