Te creo
No dije nada para evitar que otros hicieran lo que ustedes hacen: dudar de la ¨²nica evidencia que una mujer, en esas circunstancias, tiene: la palabra propia
En octubre, una argentina que regresaba a Buenos Aires por Air France not¨® que el pasajero franc¨¦s que iba a su lado se estaba masturbando. Llam¨® a una azafata, pidi¨® cambiar de asiento, le dijeron que no hab¨ªa, la sentaron en el sitio de la tripulaci¨®n, junto a los ba?os, y se desentendieron. Ya en destino, la mujer denunci¨® al pasajero y al personal de vuelo, cuyos miembros declararon durante horas en una comisar¨ªa. Todo se supo en noviembre, no por la denuncia de la pasajera sino porque el presidente de Air France ¡°comunic¨® a la canciller¨ªa argentina su indignaci¨®n por la detenci¨®n arbitraria de los tripulantes¡±. El pasajero desminti¨® su acto de onanismo y dijo que hab¨ªa tenido problemas ¡°desde el principio¡± con la pasajera, que se hab¨ªa negado a cambiarle el asiento para que ¨¦l viajara junto a un amigo. A la mujer nadie le pregunt¨® nada.
Hace unos a?os yo volaba desde Panam¨¢ junto a un hombre de gran porte que hab¨ªa cedido su asiento en el pasillo para que un par de ancianos pudieran viajar juntos, cambi¨¢ndolo por uno inc¨®modo, en el centro. Cen¨¦ y me dorm¨ª. Despert¨¦ con la mano del tipo bajo mi trasero. Sent¨ª violencia ciega, lo insult¨¦. Su cara fue toda una respuesta: me mir¨® como si estuviera loca, sabiendo que yo sab¨ªa que esa era la cara que ¨¦l iba a poner si yo hac¨ªa esc¨¢ndalo. Me levant¨¦. Busqu¨¦ otro asiento. No hab¨ªa. Y no ped¨ª ayuda a la tripulaci¨®n. S¨¦ lo que hubieran visto: ¡°Mujer, edad mediana, viaja sola: hist¨¦rica¡± versus ¡°hombre amable ayud¨® a viejitos¡±. Pas¨¦ la noche en vela, junto a ¨¦l. La respuesta al motivo de mi silencio es la pregunta que muchos de ustedes se est¨¢n haciendo ahora: por qu¨¦ no dije nada entonces. Esa pregunta que me vuelve a m¨ª ¡ªno a ¨¦l¡ª sospechosa. No dije nada para evitar que otros hicieran lo que ustedes hacen: dudar de la ¨²nica evidencia que una mujer, en esas circunstancias, tiene: la palabra propia.
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