Esta bicicleta ha escrito la historia del ciclismo en Espa?a
En 1927, Enrique Otero fund¨® una de las marcas pioneras del ciclismo espa?ol. Nueve d¨¦cadas despu¨¦s, sus descendientes reivindican el esp¨ªritu de una firma que ha ganado vueltas ciclistas a Espa?a y un oro ol¨ªmpico.
MIENTRAS CREC?A, Rodrigo Otero (Madrid, 1986) ten¨ªa la sensaci¨®n de que los grandes mitos del ciclismo nacional eran de su familia, t¨ªos lejanos que se asomaban desde las fotograf¨ªas de su casa. De alguna forma as¨ª era: su abuelo Enrique Otero fabric¨® muchas de las bicicletas con las que se ganaron grandes competiciones, y su marca se convirti¨® en historia de la bici en Espa?a desde una tienda y taller de la madrile?a calle de Segovia. Atra¨ªdo por su belleza, Rodrigo comenz¨® a comprar y restaurar antiguas creaciones de su abuelo. ¡°Empec¨¦ con la idea de venderlas aqu¨ª¡±, explica en el negocio familiar, ¡°pero, cuando tuve preparadas unas cuantas, se las ense?¨¦ a mi madre y se puso a llorar. Me di cuenta de que no nos pod¨ªamos deshacer de ellas¡±. Desde entonces, Rodrigo ha recuperado muchas m¨¢s bicis y, con cada una de ellas, a Sol Otero ¡ªsu madre¡ª se le ha vuelto a escapar alguna l¨¢grima. ¡°Nos unen con el abuelo, es como revivirlo¡±, confiesa ¨¦l, que pas¨® de estudiar Derecho a aprender el oficio de mec¨¢nico. ¡°Rodrigo empez¨® a enamorarse, como me pas¨® a m¨ª¡±, cuenta Sol. ¡°Yo tampoco estaba en este negocio, pero cuando se muri¨® mi padre me met¨ª y me di cuenta de que son bicicletas con alma¡±.
El origen de esa fascinaci¨®n se encuentra en Enrique Otero. ¡°Era un personaje que se sal¨ªa de su ¨¦poca¡±, relata Sol. Fund¨® la marca en 1927 y tras la Guerra Civil desarroll¨® el vol¨²metro, una herramienta que permite crear bicis a medida de cada persona. La empresa se expandi¨® de la mano su hijo Enrique, el hermano de Sol. El padre inventaba y el hijo ide¨® estrategias de comercializaci¨®n entonces innovadoras, entre ellas el patrocinio. Federico Mart¨ªn Bahamontes debut¨® como profesional con una Otero, y equipos ciclistas como el de ONCE o Seur rodaron con ellas durante a?os. En 1990, Marco Giovannetti gan¨® la Vuelta sobre otra de sus invenciones. Y en 1992, Jos¨¦ Manuel Moreno logr¨® en Barcelona el primer oro ol¨ªmpico del ciclismo espa?ol con una Otero fabricada en exclusiva para ¨¦l.
Pero tambi¨¦n ese a?o ocurri¨® la cat¨¢strofe. En febrero, un coche bomba de ETA estall¨® en una plaza cercana, causando cinco muertos y destruyendo el edificio donde estaba la tienda familiar. El local estuvo cerrado tres a?os. Perdieron todo, hasta el archivo fotogr¨¢fico. Enrique Otero padre no lleg¨® a verlo; hab¨ªa fallecido dos a?os antes. ¡°Cuando muri¨®, dejamos de fabricar porque no ten¨ªamos su control de calidad¡±, recuerda Sol. Desde entonces, la competencia en un mercado feroz ha ido minando su negocio, pero no su entusiasmo. ¡°Nadie daba un duro por nosotros, pero aqu¨ª seguimos. La nuestra es una familia de ut¨®picos¡±, sentencia Sol, que ha asumido las riendas del negocio tras la muerte de su hermano Enrique, en febrero de este a?o. ¡°Mi padre hac¨ªa bicicletas y les dio alma. Mi hermano intent¨® hacer que llegasen a todo el mundo. Y yo, como no sab¨ªa hacer bicis ni venderlas, pens¨¦ en lo que me gustaba: en la movilidad, en cambiar nuestras ciudades¡¡±. As¨ª, abandon¨® el mundo de la psicolog¨ªa y se convirti¨® en una activista del ciclismo urbano. ¡°Quer¨ªa poner a todo el mundo a montar en bici. Y algo consegu¨ª¡±, dice. La respuesta que recib¨ªa de los organismos p¨²blicos de la capital ¡ª¡°Madrid no es una ciudad para bicis¡±¡ª ha quedado desmentida.
Sol y Rodrigo admiten que, si fuera por motivos exclusivamente econ¨®micos, habr¨ªan cerrado hace tiempo. ¡°Somos como dos alucinados¡±, dice entre risas Rodrigo. Juntos organizan biciescuelas y homenajes a leyendas del pedal. Y albergan una ilusi¨®n final: que las bicicletas que siguen recuperando y los recuerdos que conservan formen parte de un museo de la historia del ciclismo. ¡°Eso yo lo tengo que ver¡±, exclama Sol. Porque ellos hablan de algo que es mucho m¨¢s que un medio de transporte. ¡°La bicicleta te da libertad¡±, dice Sol, y Rodrigo apostilla: ¡°Con ella, los problemas se van con el viento¡±. Enrique Otero lo hab¨ªa resumido antes con una frase que sigue resonando en su familia: ¡°Si mueves las piernas, mueves el coraz¨®n¡±.?
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