Desfondado

Tengo la sensaci¨®n, la certera sensaci¨®n, de que ya llevamos m¨¢s de un mes de celebraci¨®n navide?a. A¨²n no hemos llegado a la mitad de diciembre y ya me descubro superado por luces, ¨¢rboles, guirnaldas, nieve artificial, renos, pap¨¢s noeles y dem¨¢s cachivaches representativos del momento. Y en medio de todo este barullo me encuentro yo, con la mochila de los buenos deseos ya pr¨¢cticamente consumida. Porque como cada vez la fiesta es m¨¢s madrugadora, ya se me hace dif¨ªcil, muy dif¨ªcil, llegar a las propias fechas con la espalda cargada y dispuesta para los abrazos y los besos. Y que quede claro que no me tengo por un mal tipo, pero es que las exigencias cada vez van a m¨¢s e incluso se han ido endureciendo. Aun as¨ª entiendo que se trata de m¨ª. E incluso es posible que se trate de haber dejado mi esp¨ªritu navide?o olvidado en cualquier recoveco de mi infancia. ?Feliz Navidad!¡ª Manuel I. Nan¨ªn. Carballino (Orense).