Muros invisibles
Lo parad¨®jico es comprobar c¨®mo en nombre de esa soberan¨ªa se crean iconos de autosuficiencia nacional levantando diques que, sin embargo, desestabilizan internamente
Dec¨ªa Simone Weil que ¡°estar arraigado es quiz¨¢s la m¨¢s importante y menos reconocida necesidad del alma humana¡±. As¨ª fue para los l¨ªderes del Brexit, quienes aprovecharon ese deseo narcisista y conformaron una narrativa de arraigo emocional con un m¨¦todo infalible: ofrecer una feliz fantas¨ªa de cobijo en este mundo en el que la capacidad protectora del Estado disminuye, aumentando nuestro sentimiento de vulnerabilidad. El Brexit fue un ejemplo de c¨®mo la crisis del imaginario nacional convirti¨® la idea de frontera en un fetiche: si la naci¨®n est¨¢ en peligro, levantemos un muro m¨¢s alto. Pero todos sabemos que el atrincheramiento de los Estados no har¨¢ a nuestros hogares m¨¢s seguros. Blindar fronteras significa hoy ¡°poner a nuestra naci¨®n primero¡±.
Lo parad¨®jico es comprobar c¨®mo en nombre de esa soberan¨ªa se crean iconos de autosuficiencia nacional levantando diques que, sin embargo, desestabilizan internamente. Se ha visto en la mesa de negociaciones del Brexit con la ¨²ltima jugada maestra de la avezada May: para asegurar una frontera blanda con la Rep¨²blica de Irlanda ha tenido que aceptar un ¡°alineamiento normativo¡± de la Uni¨®n con Irlanda del Norte. ?El resultado? ?Tach¨¢n! Continuar en el mercado com¨²n. El precio de cercar Irlanda, May lo sabe, supone comprometer un proceso de paz en el que Europa fue protagonista. La clave para la concordia fue entonces la eliminaci¨®n f¨ªsica de la frontera entre las dos Irlandas: el equilibrio de fuerzas exig¨ªa proteger esa continuidad emocional de identidades compartidas en un mundo cada vez m¨¢s interdependiente.
La lecci¨®n fue cristalina: los muros no solo afectan a las relaciones exteriores. Las fronteras dividen por fuera, pero tambi¨¦n internamente. Bunkerizar Irlanda del Norte significaba imponer la homogeneidad brit¨¢nica y forzar un falso ¡°nosotros¡±, ejercicio que siempre conlleva una l¨®gica de expulsi¨®n. El atrincheramiento cohesiona al mismo tiempo que fractura. No es distinto a lo sucedido en Catalu?a, donde la cohesi¨®n social se garantizaba porque tener varias identidades era posible. Ahora lo hemos vuelto a ver: cuando levantas un muro en nombre de la soberan¨ªa, la sociedad se rompe por dentro. @MariamMartinezB
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