Jos¨¦ Luis Bonet: ¡°El silencio es el pecado de la sociedad catalana¡±
Es un ¡®outsider¡¯ en Catalu?a. La voz discrepante de los empresarios frente al ¡®proc¨¦s¡¯. Presidente de la C¨¢mara de Comercio de Espa?a, abogado, economista y profesor de universidad, se le conoce m¨¢s por ser el m¨¢ximo responsable de una de las empresas espa?olas m¨¢s antiguas y conocidas del mundo: Freixenet. Patr¨®n de las burbujas, este barcelon¨¦s de 76 a?os recorre su biograf¨ªa, unida desde hace 50 a?os a la compa?¨ªa familiar de cava, y reflexiona sobre la deriva soberanista
JOS? LUIS BONET (Barcelona, 1941) tiene madera de directivo. No solo en el despacho de Sant Sadurn¨ª d¡¯Anoia. En su tiempo libre, cuando lo ha disfrutado, tambi¨¦n ha dado rienda suelta a esa pasi¨®n entrenando a un equipo de f¨²tbol juvenil. Una sonrisa lo delata y acaba admitiendo: ¡°S¨ª, tengo vocaci¨®n de directivo¡±. Desde hace dos decenios lleva las riendas de Freixenet, una empresa centenaria que lidera el sector m¨¢s emblem¨¢tico de Catalu?a. La propiedad familiar de sus firmas, el paisaje de los vi?edos o las sucesivas guerras del cava han inspirado una de las telenovelas m¨¢s exitosas de TV3. Y pese al arraigo a la tierra, el desaf¨ªo independentista dej¨® a Catalu?a al borde de perder las burbujas con las que millones de personas celebran cualquier buena ocasi¨®n. Bonet estaba decidido a llevar al ¨²ltimo consejo de la firma la propuesta de sacar la sede social de Catalu?a. ¡°?bamos a debatirlo el 31 de octubre, un martes. Y afortunadamente el viernes anterior se aplic¨® el art¨ªculo 155 y nos oblig¨® a reflexionar¡±. En una clase empresarial, la catalana, poco dada a pronunciarse en p¨²blico sobre asuntos pol¨ªticos, Bonet fue el primero en advertir de la deriva soberanista. Y lo hizo en una entrevista en The New York Times que enseguida tuvo una repercusi¨®n tremenda. ¡°Catalu?a es una parte esencial de Espa?a y as¨ª es como deber¨ªa continuar¡±. Esa fue la frase textual que lo situ¨® en el centro del debate y que desde entonces ha seguido defendiendo, ahora desde la presidencia de la C¨¢mara de Comercio de Espa?a. Bonet habla con pasi¨®n y abundantemente sobre pol¨ªtica. No esquiva ni una pregunta. Pero sus ojos burbujean cuando habla del cava.
Esas declaraciones a The New York Times sorprendieron porque hasta entonces hab¨ªa mantenido un perfil comunicativo discreto. ?Qu¨¦ le llev¨® a dar ese paso? Pens¨¦ que en una sociedad civilizada lo normal es decir lo que uno piensa. ?Por qu¨¦ hay que callar cuando se tiene una cierta responsabilidad social? Y, sobre todo, en la propia empresa. El l¨ªder tiene la obligaci¨®n moral de decir a los trabajadores hacia d¨®nde cree que van las cosas, porque ellos dependen de ¨¦l. De eso es de lo que estoy m¨¢s quejoso. Entiendo a los empresarios que no quieren hablar p¨²blicamente, porque no tienen por qu¨¦ hacerlo. Pero no comprendo que no hablen con los trabajadores. El l¨ªder ha de contarles todos los riesgos para que sean part¨ªcipes del proyecto.
Al final los empresarios han acabado hablando por la v¨ªa de los hechos: se han llevado sus sedes fuera de Catalu?a. Y es una consecuencia lamentable. Se han ido cuando ya no quedaba m¨¢s remedio. Eso los dirigentes pol¨ªticos secesionistas no lo consideraron nunca. Y me consta que en privado estaban advertidos.
?Y por qu¨¦ lo ignoraron? No se lo cre¨ªan, pensaban que era una manera de presionar, cuando se les estaba avisando de que en esas circunstancias no pod¨ªamos seguir aqu¨ª.
¡°El silencio es el pecado que ha cometido toda la sociedad catalana. La presi¨®n social
ha hecho que mucha gente haya preferido el silencio¡±
?Pero por qu¨¦ los empresarios no hablaron lo suficiente sobre esas consecuencias? El silencio. Ese es el pecado que ha cometido toda la sociedad catalana. La presi¨®n social, que sin ninguna duda ha existido, ha hecho que mucha gente haya preferido el silencio. No es una buena decisi¨®n. Si vivimos en una sociedad madura y civilizada, hay que decir lo que uno piensa. Y eso no es contradictorio con el respeto y las buenas relaciones con todos.
?Pens¨® que el expresidente Carles Puigdemont acabar¨ªa llevando la declaraci¨®n de independencia al Parlament? No. Y ah¨ª me equivoqu¨¦. Hasta el 6 y el 7 de septiembre [cuando se aprobaron las leyes del refer¨¦ndum del 1 de octubre, anuladas por el Constitucional] pens¨¦ que ese d¨ªa no llegar¨ªa. Entonces me percat¨¦ de que hab¨ªan emprendido el camino que pensaba que no tomar¨ªan. Y no lo cre¨ªa porque sab¨ªa que si segu¨ªan esa senda iban a hacer un da?o grave a los catalanes. No pod¨ªa imaginar que fueran tan inconscientes.
?Lo peor ya ha pasado? A¨²n no hemos visto todo el da?o que se ha hecho. Ha empezado a percibirse, pero no por completo. Si tras los comicios volvemos a una situaci¨®n normal, esto habr¨¢ sido una pesadilla. Con da?os, pero recuperables. Si no es as¨ª y se persiste en una pol¨ªtica que lleva a la inestabilidad, colapsaremos como sociedad y como econom¨ªa.
Empez¨® su vida laboral como profesor universitario. ?Cu¨¢ndo descubri¨® que le gustaba m¨¢s la pr¨¢ctica que la teor¨ªa? No es as¨ª. Me gustan ambas cosas. Yo hice una carrera muy brillante, me interesaba mucho estudiar¡
Cuentan que sac¨® una barbaridad de matr¨ªculas de honor¡ No tantas. Fueron unas 20. Pero es cierto, fui premio extraordinario. De todos modos, la fortuna me acompa?¨®. De una forma un poco extra?a, pero estuvo ah¨ª. Yo hice la carrera de Derecho, pero me di cuenta de que me gustaba m¨¢s el juego que las reglas del juego. Por supuesto, las reglas son el derecho y el juego la econom¨ªa¡ As¨ª me inclin¨¦ por la econom¨ªa: empec¨¦ la carrera y fui profesor auxiliar de clases pr¨¢cticas. Entonces no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de participar en la empresa, pero las circunstancias me llevaron a ella. En 1965, junto con otros 64 profesores, sufr¨ª represalias por haber pedido la dimisi¨®n del rector de la Universidad de Barcelona. Nos expulsaron y nos privaron de dar clases en el distrito universitario, y me abrieron un expediente militar porque era alf¨¦rez de complemento de milicias. Eso me cambi¨® la vida, porque me vi abducido por la empresa familiar. Al cabo de tres a?os cambiaron al rector y al ministro. Los nuevos consideraron que todo lo que hab¨ªa sucedido era un error y todos los expulsados volvimos a la universidad. Entonces decid¨ª compatibilizar ambos trabajos: la empresa y el aula. La familia lo permiti¨®, pero no fue f¨¢cil. Volv¨ª a retomar la carrera, la docencia, trabajaba en la empresa y estaba reci¨¦n casado¡ Solo dorm¨ªa tres horas. Luego vino la tesis doctoral, que me cost¨® tres veranos sin vacaciones. Pero aquello me interesaba mucho.
Hace cinco a?os dej¨® las aulas, ?las echa de menos? ?Claro!. Dar clases en un curso de nueve meses con j¨®venes de 20 a?os es la fuente de la eterna juventud. Fue un gozo. Siempre he cre¨ªdo que los ejecutivos de empresa deber¨ªan ejercer de profesores, sin cobrar, para que expliquen y compartan todo aquello que saben, porque en las universidades hace falta sentido de la realidad. Y al rev¨¦s, aquellos profesores a tiempo completo en las facultades deber¨ªan pasar alg¨²n tiempo en la empresa privada cada a?o.
Cuando empez¨® a trabajar en Freixenet era una firma familiar orientada al mercado espa?ol. Hoy vende a m¨¢s de 140 pa¨ªses. ?C¨®mo decidieron la salida? El adalid de la epopeya de Freixenet ha sido mi t¨ªo Jos¨¦ Ferrer Sala [presidente de honor de la empresa]. Yo he sido su acompa?ante. Y siempre he hecho lo que ¨¦l me ha dicho: ¡°Ahora ponte de director comercial, ahora de director general adjunto, ahora de director general, ahora de consejero¡¡±.
¡ Ahora de presidente¡ S¨ª, tambi¨¦n fue una decisi¨®n de mi t¨ªo. ?l se lo propuso a sus hermanas, entre ellas mi madre, todas aceptaron y fui nombrado presidente. As¨ª funcionan las empresas familiares, donde las relaciones y este tipo de procesos son muy informales. Pero mi t¨ªo es el autor del gran ¨¦xito de Freixenet, tuvo la visi¨®n de internacionalizar la empresa en los a?os sesenta, en un momento en el que no se lo cre¨ªa casi nadie.
?Por el miedo de competir con el champ¨¢n? No, porque as¨ª era la Espa?a de esa ¨¦poca. Recuerdo que mi t¨ªo y yo viaj¨¢bamos de noche a Madrid para vender cava y en el trayecto habl¨¢bamos sobre el tema. Mi t¨ªo ten¨ªa la sana ambici¨®n de conquistar el mundo y ser el n¨²mero uno. Y yo participaba de ese proyecto, pero porque entonces le¨ªa a los pensadores marxistas norteamericanos, que sosten¨ªan que el capitalismo llegar¨ªa a ser global. Y le dec¨ªa: mira, estos no tienen raz¨®n en su ideolog¨ªa, pero s¨ª coincido en que el capitalismo ser¨¢ global, as¨ª que aciertas al proponerte conquistar el mundo.
¡°Las ventas del cava catal¨¢n no aumentan lo que deber¨ªan, mientras que s¨ª lo hacen las de cava de otras comunidades. El trabajo comercial no ha estado a la altura¡±
Y dieron el salto a Estados Unidos. Y Freixenet consigui¨® un ¨¦xito monumental al convertirse all¨ª en el n¨²mero uno entre los a?os 1979 y 1985. En este caso, influy¨® el hecho de que mi abuelo antes ya hab¨ªa tenido planes para instalarse en Nueva Jersey en 1935. Era la ¨¦poca en la que acababa de abolirse la ley seca y vio la oportunidad de producir vino espumoso. Lamentablemente no pudo llevar a cabo esos planes porque fue asesinado en 1936, como su hijo mayor. Ambos por ser empresarios. Por eso cuando mi t¨ªo se decidi¨® a levantar las banderas catalana y espa?ola en Estados Unidos opt¨® enseguida por Nueva Jersey. Fue una apuesta m¨¢s sentimental que empresarial. Estuvimos all¨ª hasta que construimos las cavas de Sonoma, en California. Instalamos all¨ª nuestros cuarteles generales estadounidenses junto a una oficina en Nueva York.
Las ventas de Freixenet crecieron alrededor del 5% en el ¨²ltimo a?o. ?El mercado exterior les ha permitido compensar el mal trago que pasa el mercado del cava en Espa?a? M¨¢s que un mal trago¡ El problema es que las ventas de cava catal¨¢n no aumentan lo que deber¨ªan y s¨ª lo est¨¢n haciendo las de cava de otras comunidades. A grandes rasgos, el crecimiento se lo han llevado cavas no catalanes. Ah¨ª hay un fallo de los cavistas, que no han sido capaces de unir esfuerzos y seguir una estrategia conjunta. El producto es excelente, lo que nos lleva a pensar que el trabajo comercial no ha estado a la altura.
La guerra del cava no se libra ahora en Catalu?a, sino con otras comunidades, que como dice est¨¢n viendo un aumento de ventas. ?Eso empez¨® con el boicoteo de la d¨¦cada pasada en pleno debate del Estatut? Puede ser una parte de la explicaci¨®n. En 2004 el se?or [Josep Llu¨ªs] Carod Rovira [entonces l¨ªder de ERC] cometi¨® la torpeza de hacer unas declaraciones muy desafortunadas con relaci¨®n a una posible elecci¨®n de Madrid como ciudad ol¨ªmpica. Ah¨ª hubo un renacer de los cavas del resto de Espa?a. El se?or Carod Rovira deber¨ªa tener una estatua ecuestre en algunas zonas vitivin¨ªcolas no catalanas. Tambi¨¦n hay que decir que cuando un productor ve una oportunidad es l¨®gico que ponga toda la carne en el asador, y que si hace un buen trabajo merezca su recompensa. Dicho esto, hoy el cava catal¨¢n sigue representando la gran parte del mercado espa?ol.
Este es otro a?o convulso pol¨ªticamente. ?Lo est¨¢n notando en las ventas? Las ventas iban bien, al menos en Freixenet, hasta septiembre. El mes de octubre fue francamente malo, pero lo fue para todo el mundo en Catalu?a. No se salv¨® nadie. Vimos un repunte en noviembre, pero tendremos que esperar al final de la campa?a de Navidad. Aun as¨ª, creo que podremos mejorar la cifra del a?o pasado.
El cava ha sido siempre una bebida presente en las celebraciones, en las fiestas e incluso en los hogares. ?Pero los j¨®venes no est¨¢n abandonando esa costumbre? No creo que los j¨®venes est¨¦n dejando de consumirlo, pero s¨ª es cierto que lo hacen menos de lo que ser¨ªa normal. No hemos sido capaces de hacer que prefieran el cava a otras bebidas pese a la calidad del producto.
La historia del cava en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha sido la del ¨¦xito del producto fuera de Espa?a, pero en los ¨²ltimos a?os parece que han ido a competir por precio con otros espumosos. ?Eso no puede pasarles factura? Puede haber algo de lo que dice, pero no es lo esencial. La relaci¨®n calidad-precio del cava es muy competitiva. Nos tenemos que lamentar m¨¢s por nuestros propios pecados. El caso m¨¢s elemental es Francia. En 2000 vend¨ªamos 15.000 botellas y el a?o pasado fueron 8 millones. ?Qu¨¦ quiere decir? Que en 2000 no hac¨ªamos los deberes.
?En 2000 cre¨ªan que no ser¨ªan capaces de competir con el champ¨¢n? S¨ª. Hab¨ªa un error de concepto y de planteamiento. Envi¨¢bamos gente a vender, pero despachaba poco. No entramos en el mercado hasta que adquirimos una bodega en Burdeos con una buena estructura comercial. Y despegamos: hoy Freixenet es la segunda marca fuera de la categor¨ªa de champ¨¢n en Francia.
?Cu¨¢l es su primer mercado? Alemania, y desde hace muchos a?os. El segundo es Espa?a. Y luego ya vienen Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Jap¨®n¡ Y de ah¨ª hasta 140 pa¨ªses.
Freixenet lleva m¨¢s de 100 a?os como una empresa familiar. ?Dejar¨¢ de serlo tras la oferta de Henkell por hacerse con ella? No lo s¨¦. Hay una oferta seria desde hace dos a?os encima de la mesa. Y va a depender de los propietarios de Freixenet. Dos de ellos, Jos¨¦ ?Ferrer Sala y yo, hemos dicho que no queremos salir de la empresa. Ahora hay que ver qu¨¦ dicen los dem¨¢s.
?Y cu¨¢ndo habr¨¢ una decisi¨®n firme? Llevamos dos a?os con esto y de momento no veo movimiento.
Adem¨¢s de la econom¨ªa y la empresa dicen que es un gran aficionado al f¨²tbol y que incluso dirigi¨® un equipo juvenil. ?Lo suyo es dirigir? Soy muy aficionado. He jugado mucho y he entrenado. Pero s¨ª, tengo vocaci¨®n por dirigir. Entren¨¦ a un equipo de chavales entre los que hab¨ªa algunos de mis hijos. Eso ten¨ªa sus ventajas, porque al menos sobre el terreno de juego me hac¨ªan caso. Lo gan¨¢bamos todo. Llegamos a ser subcampeones de Espa?a. La final fue en Alcorc¨®n. All¨ª todos los entrenadores parec¨ªan muy profesionales, iban con su ch¨¢ndal de la federaci¨®n. Y mi amigo y yo, que entren¨¢bamos a esos cadetes, ¨ªbamos de campo y playa. Todos dec¨ªan: ¡°Sin duda, los mejores son los catalanes, l¨¢stima que tienen dos entrenadores que no tienen ni idea¡±. No fuimos campeones por culpa m¨ªa. Fui a ver al otro finalista y les dije: ¡°Chavales, no hace falta ni jugar porque esto est¨¢ ganado¡±. A los cinco minutos nos daban una paliza por 6 a 0.
Al margen de la empresa, est¨¢ en multitud de instituciones. Preside Fira de Barcelona y la C¨¢mara de Comercio de Espa?a, y estos d¨ªas lo vemos en los principales foros econ¨®micos del pa¨ªs. ?C¨®mo llega a todo? Voy haciendo. Estoy cansado, pero es muy interesante. Pero hoy Fira ya lidera el mercado y Freixenet funciona bien, de modo que lo que m¨¢s me interesa es la C¨¢mara de Comercio de Espa?a.
De lo que no ha podido huir es del anuncio navide?o de las burbujas de Navidad¡ Las burbujas no nos dejan abandonarlas¡ Hace 45 a?os que seguimos esa l¨ªnea estrat¨¦gica y hubo un momento en el que la quisimos abandonar porque pens¨¢bamos que ya llev¨¢bamos demasiados a?os con ella. Pero la sociedad nos dijo que ni hablar.?
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