Sentido com¨²n

Hab¨ªa que estar al lado de los taxistas espa?oles. Ellos fueron valientes al enfrentarse al nuevo modelo depredador por el cual una empresa de San Francisco pod¨ªa forrarse a costa del transporte de pasajeros en Espa?a mientras condenaba a los profesionales a la precariedad laboral. Los m¨²sicos fueron incapaces tiempo antes de enfrentarse al vaciado econ¨®mico del negocio discogr¨¢fico, no contaron con la solidaridad colectiva, que los consideraba unos privilegiados. Tampoco los jueces espa?oles fueron con ellos tan protectores como lo han sido con el taxi. Una d¨¦cada despu¨¦s fue la prensa escrita la que se vio incapaz para reconducir un modelo que ha convertido a Google en una especie de monopolio de la contrataci¨®n publicitaria global. Ahora reciben migajas del gigante buscador a cambio de seguir nutriendo de contenidos mal pagados la tripa insaciable de la Red. Pero el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea ha llegado al tiempo con su dictamen de proteger al taxi y estimar al conductor profesional.

La trampa habitual de las grandes tecnol¨®gicas es fingir ante la opini¨®n p¨²blica que no son negocios, sino tan solo intercambiadores de contactos. Algo as¨ª como si el portero del hotel que te llamaba un taxi controlara la flota disponible. M¨¢s all¨¢ incluso de la conclusi¨®n sobre el verdadero modelo de negocio de Uber, que sostiene Goldman Sachs, lo fundamental es que concede a los Ayuntamientos el derecho a legislar sobre licencias y conductores autorizados. La cadena de sentencias deber¨ªa proseguir por la misma senda para tratar de frenar la explotaci¨®n laboral de los repartidores por cuenta propia, el alquiler de pisos alegal que ha roto el tejido urbano de las grandes capitales europeas y el tremendo da?o al peque?o comercio que ha convertido al propietario de Amazon en el hombre m¨¢s rico del planeta sin reparar en las consecuencias.

No se trata de frenar el progreso, sino de exigir, de manera firme, que los nuevos agentes empresariales cumplan reglas fiscales, laborales y sociales que cumplimos todos al montar un negocio. Los atajos que vienen utilizando han roto la convivencia al generar n¨²cleos inmensos de poblaci¨®n que se rebelan contra la democracia porque la consideran injusta. La Uni¨®n Europea tiene que representar el sentido com¨²n europeo, es la autoridad grupal que cerca a estos negocios depredadores y sanciona los tics autoritarios de Gobiernos como hoy el polaco o el h¨²ngaro. Es duro cuando te toca sufrir una sentencia en contra, pero es la ¨²nica medicina para que todos conozcamos las reglas del juego en el que nos va la parte de vida compartida y la paz social.