2017, el a?o que puso los focos en las mujeres
La situaci¨®n de la mayor¨ªa no ha cambiado en un a?o, pero las desdichas y las gestas femeninas no son ya tan invisibles
Fuera del deslumbrante relato que nos ha deparado Hollywood de poderosas actrices descabalgando a acosadores sexuales y/o violadores, la vida de las mujeres no ha cambiado tanto en este a?o que se acaba. La inmensa mayor¨ªa ha seguido viendo c¨®mo sus condiciones de vida son sistem¨¢ticamente peores que las de sus cong¨¦neres masculinos. Sus empleos (si los tienen) est¨¢n peor remunerados y se desprecia su talento con demasiada alegr¨ªa. Incluso en Espa?a, con una avanzada legislaci¨®n feminista, la violencia machista ha marcado r¨¦cords. Ha habido alg¨²n avance llamativo como el de Arabia Saud¨ª, pero la realidad cotidiana es tozuda e injusta. A partir del a?o que viene las saud¨ªes podr¨¢n conducir, lo que solo significa que los asfixiantes collares sociales que las atan les apretar¨¢n un poco menos.
Pero, s¨ª, hay algo de este 2017 que resulta novedoso. El foco se ha puesto en los logros, los sue?os, los temores, las desdichas y las batallas de las mujeres. El silencio, esa espesa nada que se adue?a hist¨®ricamente de ellas, se ha disipado un tanto.
En Francia, por ejemplo, se ha producido un curioso juego en las redes y los medios. Desde las primarias socialistas de enero pasado, miles de internautas y alg¨²n medio se han entregado a la b¨²squeda de esas dos mujeres que posaban en 1993 junto al que fuera primer ministro Michel Rocard. En la foto hab¨ªa nueve j¨®venes promesas del socialismo. Los siete hombres, desde el ex primer ministro Manuel Valls hasta el comisario europeo Pierre Moscovici, han desarrollado exitosas carreras. Ellas desaparecieron del mapa. Siempre ha pasado, pero nunca se hab¨ªa reparado tanto en ese sistem¨¢tico ninguneo y hoy, en las series de ¨¦xito y culto, muchas mujeres son las protagonistas y sus gestas se relatan con ¨¦pica. Reflejan mucho m¨¢s la vida real. En la ficci¨®n tambi¨¦n son ahora abogadas, polic¨ªas, desempleadas o jueces.
La tasa de violaciones en Jap¨®n es 37 veces m¨¢s alta que en Estados Unidos. La sociedad es extremadamente patriarcal, pero los medios no han podido evitar hacerse eco de la batalla de la periodista Shiori Ito. Ha denunciado por violaci¨®n a un periodista bi¨®grafo del primer ministro Shinzo Abe. Los jueces archivaron su caso, pero no se rinde. Sigue pleiteando por lo civil y ha escrito un libro en el que cuenta el ataque y denuncia la humillaci¨®n a la que le sometieron polic¨ªas y jueces al dar su testimonio. Su caso est¨¢ removiendo los cimientos de la sociedad nipona.
Las ¨²ltimas semanas del a?o han sido noticia en Espa?a dos violaciones en grupo por el esc¨¢ndalo que ha producido que algunos hayan cuestionado la veracidad de los hechos bas¨¢ndose en la actitud despreocupada de las v¨ªctimas.
La campa?a del #Metoo (#Yotambi¨¦n) nacida en Hollywood refleja un cambio mucho m¨¢s universal. En 2017, las mujeres y sus circunstancias han sido un poco menos invisibles.
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