A?o nuevo¡­ pol¨ªtica vieja

Arrimadas tal vez deba plantearse ir a la investidura, o no, pero hay algo seguro: el PP carece de autoridad moral para reclamarle que lo haga. El ejercicio de cinismo de los l¨ªderes de G¨¦nova 13, en su versi¨®n 13 G¨¦nova del Percebe, es de traca, con la memoria a¨²n fresca del renuncio de Rajoy en 2016. ¡°No estoy en condiciones porque no s¨®lo no tengo una mayor¨ªa de votos a favor, sino que tengo una mayor¨ªa absoluta en contra¡±, dec¨ªa Rajoy, jaleado por la banda de los Hernando, Ma¨ªllo y Casado que ahora se ponen estupendos. Y Arrimadas no tiene la carta, como Rajoy, de una segunda vuelta.

Esa es s¨®lo una de las imposturas que, va de suyo, no van a cambiar en 2018 al grito de A?o nuevo, pol¨ªtica nueva. Nada de eso. El 1 de enero, al despertar, el dinosaurio seguir¨¢ all¨ª. O m¨¢s bien todo el Parque Jur¨¢sico. La coreograf¨ªa teatral de los actores en el escenario de la pol¨ªtica espa?ola, marcada sobre todo por el proc¨¦s y la corrupci¨®n, va a cambiar poco. Realmente no es muy alentador.

S¨ª, lo de Arrimadas s¨®lo es una de tantas imposturas. Ah¨ª est¨¢ la idea de Forcadell para el Parlament, tras su paso por la prisi¨®n, con el mensaje puigdemoniaco de mantener la unilateralidad, o al menos la hoja de ruta de golpes de efecto. Forcadell es uno de los mitos de la etapa definitiva del Proc¨¦s I: pasar de la alegalidad a la ilegalidad. El mensaje es que el 155 s¨®lo sea un ataque transitorio de legalidad.

Ah¨ª Ciudadanos s¨ª se propone plantar cara, pero de momento no se ve apoyo. En definitiva, PP y PSOE no se proponen colaborar con Ciudadanos, sino debilitarlo. Todo es as¨ª de loco. Al bloque constitucional, m¨¢s que la fuerza de la Constituci¨®n, les preocupa su propia debilidad. Albiol est¨¢ m¨¢s quemado que el zippo de Colombo; y el PSOE, tras su campa?a providencialista, experimenta el temor a que su leve incremento s¨®lo haya sido lo que en Econom¨ªa llaman ¡°el rebote del gato muerto¡±. Al menos el PSOE s¨ª hab¨ªa anticipado su deslealtad a Ciudadanos, acus¨¢ndolos incluso de falangistas.

La otra opci¨®n en el Parlament es Dom¨¦nech, que dar¨ªa visibilidad al alineamiento de los Comunes: ellos, como el gato de Schr?dinger, no son indepes pero s¨ª lo son. Y ah¨ª est¨¢ Ada Colau con su lazo de fachada. Lo suyo es Tabarria, m¨¢s que Tabarnia. Si se descuentan fugados y presos, son importantes para los indepes; aunque ya se ver¨¢ si Dom¨¦nech logra romper los bloques atrayendo al PSOE, porque a S¨¢nchez le urge recuperar a Podemos tras el 155. De momento, Pedro el Contradictorio, Rey de la Nada, tiene por objetivo controlar a Rajoy, cuyo objetivo es controlar a Rivera para sacar sus presupuestos tras abandonar a todas las comunidades sin la financiaci¨®n vendiendo su alma al PNV. La formaci¨®n de Gobierno en Catalu?a no ser¨¢ f¨¢cil, aunque habr¨¢ investidura, como en enero de 2016, tras semanas de imposturas y postureo. La opci¨®n telem¨¢tica es el pen¨²ltimo esperpento del Proc¨¦s II a la altura del Proc¨¦s I: cambiar las normas a la carta sobre la marcha. Claro que a los suyos no les va a impresionar a estas alturas un fraude de lesa democracia m¨¢s. La negociaci¨®n con la CUP se abarata: necesitan un diputado para los privilegios de grupo parlamentario. Entretanto se mantiene el pulso entre el fugado y el preso, escenograf¨ªa gloriosa para elegir Molt Honorable.

?No es para votarlos a todos una y otra vez?

En fin, al final del a?o s¨®lo apetece decirles como en un fin de fiesta:

¡ªVenga, la ¨²ltima¡­ y v¨¢yanse a casa.